Mi bella niñera

Casémonos

POV ANDRÉS

El señor Alexander llegó a las 2 de la mañana algo tomado, el contrato con Lorena era muy importante, cuando limpiaba su escritorio accidentalmente al propósito ví los contratos y por esta indiscreción el rodaje estaba en peligro, el señor Alexander tenía que pagar mucho dinero, más de lo que yo ganada en tres años y eso que acabo de conseguir un aumento.

Se fue temprano, es decir que nadie además de mi (y eso porque el hombre no puede recordar cuál es la llave caliente de su baño) lo ha visto. 

Val estaba algo triste, pero sin importar nada se levantó a desayunar por tres personas, las personas que no estaban, haciendo que yo tuviera que hacer la misma cantidad de desayuno. 

Más tarde el señor Alexander me mandó un mensaje, no llegaría a comer, así que Val, al sentirse sola invitó a Lau y estuvieron haciendo una lluvia de ideas para lograr que su madre no comiera más. 

Adela dijo que podrían ponerle purgante a la comida, pero eso era muy arriesgado para todos en esta casa, Lau opinó el mecanismo que se usa con los gatos al rocearle la cara con agua cada vez que comiera algo y yo dije que podríamos simplemente dejar de cocinar. 

Mi plan no funcionó y me hicieron llevarles el pastel que hice ayer. 

Serví platos grandes porque Val seguía con el plan de acabarse toda la comida para que su madre no tuviera qué comer. 

El señor Alexander me llamó para que sacara a la calle unos papeles que necesitaba. Tuve que hacerlo, pero eso me remontó cuando mis padres estaban apunto de divorciarse, me hacian hacerles los mandados "Dile a tu madre esto" "Dile a tu padre aquello" ahora esto me esperaba con esta pareja disfuncional. Yo era su hijo que sufría por el divorcio. 
Val se dió cuenta de inmediato y cuando entré a la casa su expresión era triste. 

—No me sorprende que no me vuelva hablar.— Hacía trozos el pastel con la cuchara. 

—Val, tranquila. Ya pasará el enojo. — La ánimo Adela. 

—¿Si se separan con quién se irá Adela? — Preguntó Lau.

— Andres, pásame el cuchillo. — Me pidió Val.

—Acabo de servirte pastel y no has comido nada. — Señalé el plato que tenía en las manos. 

—No es para eso, me suicidaré.

—Basta, no digas esas cosas. Lo mejor que puedes hacer es ir con papá a terapia de pareja. — Adela comía pastel restándole importancia.

—Es que el señor Alexander me explicó que el contrato era muy importante, además, ¡No puedo con la culpa de lo que le hice a Lorena!— Todo era un drama aquí.

— Debe haber un modo de sacar al señor Alexander de este problema.— Dije para mí.

—¿Val por qué no vas con ella? — Laura dijo sin importancia. — Y le pides perdón. 

— Es buena idea. — Adela asintió. — Lo único que tienes que hacer es decirle lo que le has hecho a todas las personas famosas que pisan esta casa. 

—Es cierto. — Era una excelente idea. — Quemarle las cejas accidentalmente a Rob. — Nombré haciendo memoria. — Hacer que se divorciara Brad y hacer que Chimmy perdiera la voz para siempre… Eso hará que ella se dé cuenta que esto no es nada a comparación de lo que le ha hecho a las demás personas.

Val se emocionó al ver que había esperanza. 

La puerta sonó y fui a abrir de inmediato. Lorena cruzó la puerta con una gabardina negra y lentes oscuros. 

—Vengo a ver a Alexander Maldonado, que sea rápido. Sólo espero a mi abogado para deshacer el tonto contrato, traime agua mineral y bocadillos. — Caminó dentro hablando sin respirar, yendo hacia la sala. Cuando vió a Val paró en seco.

—Lorena, yo… — Val se acercó a ella.

—¡Alto! — Gritó Lorena y Val la obedeció.— Vengo armada y si te me acercas más, será en defensa propia. 

—¡Lorena, por favor regálame un minuto de tu tiempo! — Val rogó.

—¿Para qué? ¿Para acabarme? — Preguntó Lorena con ironía. — Está bien te lo haré más fácil, falso. — Señaló su nariz. — Falso — Señaló sus pómulos. — Falso. — Señaló sus senos. — Falso. — Señaló su trasero. — Y ahora fuera de mi vista. — Señaló la puerta. 

—¿Falso? — Preguntò Val señalando el gran diamante de su dedo. 

—Real. —Lorena observó el anillo atesorandolo.

—Ah… eso es lo que te ha dejado lo falso. — Dedujo Val. — ¡Lorena todo es mi culpa! — Val se concentró. — Por favor no metas en esto al señor Alexander, él no tiene la culpa de que yo haya cometido ese gran error. — Val suplicaba con las manos. — ¡Soy una tonta! ¡Soy lo que quieras que yo sea! Pero por favor, perdona al señor Alexander.

—¿En serio piensas que yo volveré a aparecer en la televisión? — Preguntó obvia.

—¿Entonces qué piensas hacer? ¿Simplemente desaparecer? ¿Fingir tu muerte o algo así? — Pregunté. 

—Es lo mejor.

—No digas tonterías, eres una figura pública y si no hubiera sido yo, hubiera sido cualquier otra persona, pero esto se hubiera sabido tarde o temprano. Así es esta vida y siempre habrá algo nuevo. — Val abogaba. — Esto va a pasar pronto, de hecho la nota salió ayer y hoy todo ha estado tranquilo. Ya nadie se acuerda de ti.

Sonó el timbre y abrí, eran muchos reporteros con sus flash y preguntas. Cerré la puerta de inmediato. 

—Es cierto, ya nadie se acuerda. — Dije y Lorena fue directo a la sala, se sentó y comió pastel directo del cuchillo.

—Es que… mi vínculo con Frida era más fuerte por mi aspecto. — Nos dijo.

—Te diste a conocer por eso. — Adela se refería a Lorena. —Pero ya todos te conocen y ahora eres famosa por tu trabajo, por tu actuación y personalidad. — Adela había salvado el día. 

—¿Creen que si actuo como si no importara todo pasará más rápido?— Preguntó.

— Claro que sí, es más. Me acabas de dar una idea de negocio y creeme, Lorena. Será un éxito por todo el escándalo que hay por ti. — Val tramaba algo muy bueno por la forma en la que hablaba. — Hay que tomar esto en forma positiva y no negativa. 

Lorena y Val fueron a la oficina del señor Alexander para hacer un negocio, quería saber qué era, pero realmente no creo que sea bueno. 




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