Mi Bello Amor

Capítulo 15.- Salir de la zona de confort

Al despuntar el alba , ya los dos estaban preparados para enfrentar el día que se avecinada. Leonardo empeñado en lograr cambios sustanciales en Alejandra se trazó un plan que llevaría a cabo de inmediato.

Pasó por ella y al llegar al estacionamiento le envió un mensaje de texto.

         Estoy aquí . Baja. Nos espera un largo día. 😉

               Voy. Contestó al momento.

Al bajar buscaba el vehículo y no lo encontraba. Miraba de un lado a otro. Él al darse cuenta levantó una mano. La esperaba en una moto. Ella suspiró y caminó hacía el sitio donde estaba. 

-No voy a montarme en una moto. Mejor me voy en el transporte de la oficina. Me sentiré más segura. Aclaró de manera firme.

-Hoy estará ocupado el vehículo. Y no llegarás a tiempo para ayudarme a organizar el evento de hoy. A menos que quieras quedarte al margen y ser solamente una espectadora. Debes tener más confianza en mí. Te asombrarás del buen conductor que soy. Le dijo en tono persuasivo -Ven. Monta. Deja tus miedos.

-No tengo escapatoria. Cerró sus ojos por un momento y se subió tratando de sentarse lo más retirada posible pero cuando arrancó la moto y se incorporó al tráfico de la avenida lo abrazó pegando su cuerpo y rogando llegará sana y salva. -Virgencita protegeme. Ángel de la guarda. San Miguel Arcángel. Corte Celestial. Prometo portarme bien. Cuiden de mí. Que llegue completa. Soy muy joven para morir. Repetía para si misma. aterrada.

Leonardo iba riéndose. En los semáforos cuando frenaba ella se enderezaba y alisaba su ropa. Al arrancar volvía a abrazarlo hasta que poco a poco fue agarrando confianza y adoptó una postura más cómoda . No podía asegurar que escogería ese medio de transporte en el futuro, pero ya no le tenía tanto recelo. Al llegar se bajó con cuidado temiendo caerse. Leonardo divertido lanzó una carcajada muy sonora.

-Muy gracioso. Espero se haya divertido mucho. A costa de mí. Comentó muy seria -Voy a tener que arreglar mi cabello.

Se quitaron los cascos de protección y entraron.  La oficina estaba sola. Leonardo se dirigió a la cafetera a preparar café y Alejandra prendió los equipos de computación. Tenían que imprimir los ejemplares del contrato que ya había sido previamente revisado por el equipo legal de ambas partes. También debían confirmar la asistencia de una agencia de modelaje que contratarán para hoy. Los aspectos logísticos de la actividad del día así como toda la agenda planificada. Leonardo le pasó una taza de café mientras realizaba un par de llamadas.



#22912 en Novela romántica

En el texto hay: comedia, romance, drama

Editado: 01.09.2021

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