Alberto me pidió, bueno prácticamente me exigió que le dijeron a donde me iba, como hacerlo si hasta hace unos minutos ni yo misma sabía a donde ir.
Solo pude prometerle que dentro de un tiempo me comunicaria con él y le informaría, se que debo andar con cuidado, la gente a la que le fregué los planes son peligrosas y no se hasta donde lleguen sus tentáculos.
Para salir de mi país uso el pasaporte falsificado sin ningún problema, definitivamente que estos tipos son unos profesionales.
Sentada en al sala de espera, tomo una de los periódicos para ojearlo, en primera plana sale una foto de las galeras incendiados y el nombre de “ El dragón” con el título “Narco y fémina de la policía mueren calcinados en medio de operativo de inteligencia”, en el cuerpo de la noticia, suministran algunos detalles y a pesar de que mencionan mi apellido no aportan ninguna foto mía, lo que me produce tranquilidad.
Unos minutos después escucho por los altavoces el llamado para abordar el vuelo con destino a los Ángeles California, sí hacía allá voy. Ni idea con que me encontraré lo único que se es que aquí dejo una gran parte de mi corazón, junto a mi familia.
Abordo y a mi lado se encuentra sentada una chica jóven que está dormida, acomodo mi bolso de mano en el compartimiento superior, me ubico en mi lugar y me preparo para tomar una siesta, serán 8 largas horas de vuelo antes de llegar a nuestro destino.
En medio del vuelo un poco de turbulencia me despierta, la chica que está a mi lado esta un poco alterada.
—Hola, mi nombre es Catalina, por favor trata de calmarte, respira profundo ya pronto va a pasar— Ella solo me mira con sus grandes ojos azules llenos de lágrimas y asiente—
—Aprieto su mano en señal de apoyo, luego de unos minutos la turbulencia cesa y todo vuelve a la calma—
—Disculpe pero es que me aterran un poco los aviones y es la primera vez que viajo sola. —
— Descuida, a todos nos aterra algo.— respondo
—Mi nombre es Nicky, mucho gusto. ¿Vives en los Ángeles? O vas de paseo. —
—Digamos que voy a vivir allí a partir de ahora. —
— Wao, que bien te encantará la ciudad, estoy segura.
Nicky y yo estuvimos conversando amenamente el resto del viaje, eso le ayudo a ella a olvidar sus nervios y a mi a distraer mi mente en otra cosa.
Al llegar a el Aeropuerto Internacional de los Ángeles, no puedo negar que me puse muy nerviosa. Una cosa era pasar migración en Colombia con documentos falsos y otra muy distinta hacerlo aquí, lo menos que necesitaba era ser descubierta y detenida por portar documentación falsa. — Al leer mis documentos el agente de migración me saluda con un perfecto español—
— Bienvenida a Estados Unidos srta Mendizabal. ¿Cuál es el motivo de su visita?—
—Vengo en plan de turista, gracias. — teclea algo en su computadora, revisa minuciosamente mis documentos y al cabo de unos minutos que para mí fueron eternos pone el sello y me entrega mi pasaporte, al pasar a recoger mi equipaje me encuentro nuevamente con Nicky, —
— Catalina me darías tu número de teléfono, ya sabes para estar en contacto y yo te doy el mío por si te ofrece algo. —
—Ahora mismo no tengo celular pero si me das el tuyo prometo llamarte o escribirte, apenas pueda. —
— Listo anótalo y cumple tu promesa de escribirme.— Me dice risueña—
El equipaje de Nicky es de los primeros en salir, se despide de mi y la veo acercarse a un tipo alto y muy guapo, debe ser parte de su familia porque tienen características físicas similares, viene del brazo de una mujer a la que Nicky ignora categóricamente, los veo salir de la terminal del aeropuerto y yo salgo unos minutos después en busca de un taxi que me lleve a Dios sabe donde, porque nisiquiera una reservación de hotel tengo.
Luego de darle vueltas al asunto por unos minutos y sin saber que hacer o a donde ir, una voz varonil y rasposa me saca de mis cavilaciones.
— Buenas tardes, mi nombre es Jaden Roberts soy el hermano de Nicky. Mi hermana acaba de contarnos lo que usted hizo por ella, por favor permítame retribuir su cordialidad con Nicky, llevándola hasta el lugar donde va a quedarse.
Levanto la mirada y me encuentro con unos ojos azules hermosos, es un hombre realmente guapo, de facciones varoniles bellas, enfundado en un traje ejecutivo de color gris y un cubre todo negro que lo hace lucir como un modelo de revista, como puedo me recompongo y le contesto.
— Es usted muy amable, pero no es necesario, cualquiera hubiese hecho lo mismo.—
—Vamos Catalina permítenos llevarte, interrumpe Nicky—
— Cariño se hace tarde, espeta la mujer que los acompaña y quien me mira como si yo le debiera algo—
Es una mujer muy hermosa y se encuentra exquisitamente ataviada. No me malentiendan no tengo complejo de inferioridad ni mucho menos. De hecho no me considero una mujer fea, por el contrario tengo lo mío en los lugares correctos, pero por las circunstancias viaje en jeans, camisetas, zapatillas y gorra; con toda la intención de pasar desapercibida así que como comprenderán a lado de esta deslumbrante dama parezco una pordiosera.
—Esta bien, acepto—
Caminamos hacía un lujoso vehículo estacionado frente a la salida del aeropuerto. La mujer que deduzco debe ser, la pareja del hermoso especímen masculino cuyos pasos sigo en este momento, se sienta en el asiento del pasajero y Nicky y yo vamos al asiento trasero.
Una camioneta negra con dos hombres nos siguen de cerca por lo que asumo son guardaespaldas. Nicky no deja de contarle a su hermano la experiencia del avión.
Les pido que me lleven a un hotel algo económico que verifiqué cuando veníamos aún en el avión.
Al llegar, bajo del vehículo tomó mi equipaje y camino al lobby acompañada de Nicky y su hermano.
— Catalina por favor no se te olvide llamarme, cuando ya tengas tu número. —