Apenas salgo de la oficina de Jaden, me encuentro con la mirada de desprecio Dayka— ¿Será que voy a verte hasta en la sopa? es bueno que sepas que ya me estoy hartando de ti.—Dice Dayka de manera despectiva—
— Permítame decirle que que me pasa exactamente lo mismo con usted—Respondo.
—Estúpida insolente, que te has creído— dice enojada.
—No me he creído nadie, soy una persona que merece respeto y usted lo único que hace cada vez que me ve es faltármelo y no estoy dispuesta a seguir aguantando. Ah y aprovecho para advertirle, si acaso se le ocurre la estúpida idea de ponerle una mano encima a Nicky, tenga por seguro que me encargaré que se arrepienta toda su vida.—
—Tú no eres nadie para amenazarme— Dice Dayka.
—Tómelo como una advertencia, porque le aseguro que no le va a gustar saber quien soy y de que puedo ser capaz.—Digo dejandola, con la palabra en la boca.
Salgo de allí dejando a esa mujer echando humo. Necesito alcanzar al hombre que trajo las armas, no recuerdo haber escuchado su nombre. Me interesa hacerle un pedido especial.
Llego hasta la recepción y no lo veo, en serio era importante para mi alcanzarlo.
Me acerco a la recepcionista y le pregunto. — Jóven hace un rato vino a ver al señor Roberts un hombre alto y corpulento con dos maletines negros—
— Ah sí señorita, hace un rato estuvo por aquí el señor Mcperson es un viejo conocido del jefe—
—Por casualidad tendrás un teléfono o una dirección donde pueda localizarlo— le pregunto
Claro que si señorita, deme unos minutos y le facilito la información.
Bingo, tengo los datos del señora Mcperson, si estuviera en mi país sabría a quien llamar y a donde ir, pero en este lugar carezco de todo tipo de contactos e influencias.
Regreso a la casa de la familia Roberts, dentro de poco Nicky estará de vuelta y quiero ver que todo este en orden.
—Se puede saber ¿cual es tu problema con contestar mis llamadas?, espeta furiosa Dayka entrando a mi oficina.—
—Ninguno, solo no quería hablar contigo, al menos aún no. — respondo molesto.
—y se puede saber ¿que demonios te pasa? La que debe estar indignada soy yo, sin embargo estoy aquí buscándote porque no soporto estar peleada contigo. —
— Te parece poco, el showcito que montaste en mi casa peleándote con Nicky como si fueran 2 adolescentes—
— Es que tu hermana esta insufrible, Jaden—
— Y tú irreconocible, jamás espere tan reacción de tu parte. Mira que te pasaste de la raya al intentar agredir a Nicky frente a mis propios ojos—Digo furioso—
— Eso, no es cierto, Jaden—
—Claro que lo es Dayka, o se te olvida que yo estaba allí—
—En una situación así, uno reacciona instintivamente, obvio que solo fue un impulso, pero reaccione y nada paso. Por eso pienso que cuando nos casemos debemos enviar a Nicky a estudiar lejos, así nos evitamos estos enfrentamientos—
— Tú estas loca o de plano tus neuronas no hacen sinapsis. Yo jamás enviaría a mi hermana lejos para darte gusto a ti. —
—Jaden por favor, ya Nicky es una mujer. De seguro hasta le gusta la idea—
—Sí mi hermana decide irse a la reconchinchina a vivir, a estudiar o de paseo por supuesto que yo la apoyaría, pero jamás y escuchalo bien jamás la enviaría siquiera a la esquina por darle el gusto a una mujer inmadura e irracional como tú—
— Me estas ofendiendo Jaden—
—No aquí la que ofende, humilla y toma decisiones arbitrarias eres tú, o crees que no escuche como acabas de hablarle a la señorita Mendizabal—digo molesto.
—Lo que me faltaba, tambièn vas a defender a la mustia esa— responde Dayka.
— Es que de verdad tu no tienes remedio Dayka—
—Pero aún así me amas cariño, camina hacía a mi de forma sensual y planta un beso en la comisura de mis labios—
—Me separo de golpe, pues déjame decirte que nisiquiera estoy seguro que eso sea cierto, Dayka—
— Habla claro Jaden—
—No estoy seguro de estar enamorado de ti Dayka, y creo que tú tampoco lo estas. —
—No hables por mí, yo tengo claros mis sentimientos— responde ella—
— Ah sí y ¿Cuales son?— Digo serio—
—Pues que te amo, cariño—
—Entonces si es así, puedo pedirte que te esfuerces por sobrellevar las cosas con Nicky, que seas un poco más madura, comprensiva y tolerante con ella—
— Pides demasiado Jaden, en realidad a esa niña no la soporto. Tarde o temprano, tendrás que elegir entre tu hermanita o yo. —
—Pues que sea más temprano que tarde, me quedo con Nicky—
—¿Que es lo que intentas decirme Jaden? —
—Que hemos terminado Dayka, nuestra relación y nuestro compromiso se acabaron en este preciso momento—
—Sí crees que una mujer como yo va a rogarte estas loco—
—Nunca esperé que lo hicieras, Dayka—
—Hasta nunca Jaden y ni se te ocurra buscarme, cuando caigas en cuenta de la estupidez que acabas de cometer al dejarme—
Es lo último que le escucho decir antes de que salga de mi oficina azotando la puerta.
Dios santo que acabo de hacer, nunca estuvo en mis planes terminar con Dayka al menos no de esta manera. Pero a lo hecho pecho, bienvenido de vuelta a la soltería Jaden Robetrs.
Subo hasta mi habitación, dejo la maleta y saco el arma que el señor Roberts me obsequio, pongo el cargador en su lugar y coloco el seguro, antes de meterla en la parte trasera de mi pantalón ya que no le he conseguido su funda aún.
Salgo a la entrada a esperar a Nicky, sigo con la misma sensación extraña en mi pecho, no solo viene arribando Nicky sino tambièn Jaden. Las verjas de la entrada principal se abren, dejando entrar primero el auto donde viene Nicky, en tanto que el auto de Jaden espera para avanzar. Nicky baja del auto y camina hacía mí para saludarme.
En ese preciso momento noto un carro que se acerca a gran velocidad, grito para advertirles sobre el vehículo que se acerca, los escoltas de Jaden que ya han bajado de su auto, también se percatan de la situación y desenfundan sus armas, del auto en marcha empiezan a disparar en nuestra dirección, tomo a Nicky y la traigo conmigo hacia el piso y la cubro con mi cuerpo, el auto donde se encuentra Jaden ha recibido varios impactos de balas, aún no hemos hecho el cambio con el equipo de seguridad de Thompson así que este auto no es blindado.