Mi Bollito.

XV.

-Pues mí secreto es qué, a veces soy una ladrona, lo siento es algo qué no controlo, me mira avergonzada.

¡¡¡Genial!!! Me acaba de dar una gran arma y ella no lo sabe que genial, solo unos días más y pagará lo qué ha hecho.

-No te preocupes, está mal pero sólo no lo hagas, le digo.

-Bien ahora que ambas sabemos nuestro mayor secreto podemos continuar, ¿Quieres avanzar con el proyecto?, pregunta.

-Si avanzemos con eso, le digo con una sonrisa ladina.

Así continuamos el resto de la tarde y ya casi acabamos el proyecto y realmente no ha abusado de mí, al contrario si no entiendo algo me explica, pero quizá sólo sea la máscara y después ¡¡Baamm!! Te apuñala, en fín no me confiare ella es mala y debe pagar las consecuencias de ello.

-¿Tienes hambre?, me pregunta.

-No, encerio, le respondo.

-Mmm, no te creo ven te prepararé algo de comer, me dice dirigiendose a la cocina.

-¿Sabes cocinar?, le pregunto sorprendida.

-No es difícil y sí,  se cocinar y me encanta hacerlo y debes saber algo no le cocino a cualquiera.

-¿Debo sentirme especial?, le digo alzando una ceja.

Comienza a reirse, -Eres muy graciosa, me reponde.

-Bueno, me alegra ser tu payaso personal, le digo.

Ella comienza a picar unas verduras y hace una salsa y debo reconocerlo es muy hábil cocinando y al parecer cocinara pasta y cuando termina de hacer lo suyo me dice, - Le falta un poco y estara lista en 10 minutos.

-¿Si ya acabamos el proyecto?, creo que iré a cambiarme a mi casa, le digo.

-okey ve, pero promete que regresaras a comer, me dice.

-Esta bien, volveré, no dejaré que te trages esa pasta tu sola, le digo riendo.

-Sera imposible resistirse, yo que tú me apuro, me responde riendo.

-Bien, ya vuelvo, le digo y salgo de su casa y me dirijo a mí casa que esta dos calles atras de la suya.

Entró a mí casa y decido ir a ducharme, entró a mí cuarto y me dirijo al baño, hago lo mío y cuándo salgo del baño, seco mi cabello y abro mí bello closet.

Decido ponerme unos vaqueros, con una camisa de cuadros y me pongo unos tenis negros y decido bajar.

Si, lo sé regresare a esa casa, encontro mí punto débil la pasta y además cualquier cosa es mejor que estar sola en casa, antes de salir, la voz de mi hermana me detiene, -¿A dónde vas? Dime Kiara, me dice.

-A casa de una conocida, a terminar un trabajo, le digo.

Me mira sorpendida y me dice, - ¿Tú trabajas?.

-Solo quiero ver que lo haga bien, le digo.

-Ve, pero regresa temprano nuestros padres llegarán temprano para cenar, y espero me presentes a quién te pone a trabajar floja.

-Callate, Ariadna, ella no es nadie importante, solo quiero las cosas bien, le digo entornando los ojos.

Se rie y dice, - Veremos si con el tiempo dices lo mismo, me dice y sube corriendo.

Salgo de mí casa y me dirijo a la de esa rara y realmente me pongo a pensar que sí voy es por el plan, no por voluntad, y esa y yo no tenemos nada en común, y si ayude con el trabajo fue porqué mi calificación va de por medio, es más para que me justifico.

Por fín, llego tocó el timbre y espero a que me abran, y cuando abre la puerta, realmente quedo sorprendida.

Esta chica, ¿no puede ser tan mala? Como dicen o ¿si?...

 



#33837 en Novela romántica
#8539 en Joven Adulto

En el texto hay: tristeza, amor amistad humor

Editado: 26.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.