XXXVI.

-Calmate Minerva, déjanos en paz, te meteras en más problemas y ....

Me interrumpe y acerca la navaja a mí rostro y me dice muy nerviosa y temblando, luce cómo una loca, -!!!Callate!!!, he dicho Kiara, toma a tú desausiada amiga y camina.

Yo hago lo que dice por ahora es mejor seguir su juego, tomo del brazo a Romina y ella rechaza mi ayuda y me dice molesta, -No me toques yo sola puedo.

-No creo que sea momento de pelear Romina, le digo en un susurro, pero ella me ignora completamente.

Caminamos y sólo nos alejamos dos cuadras del parque, irónico llegamos al teatro en dónde Romina y yo impartiamos clases, ella abre nerviosa la puerta del edificio y entramos todas, al entrar Minerva grita, -¡¡Sientate Enferma!! Y tú Kiara atala a la maldita silla.

-No haré eso, le digo confundida.

Minerva se acerca a Romina y le acerca la navaja a su cuello, y me mira divertida y me dice riendo, -No te oí bien, ¿Qué decías estúpida?.

-Que ya lo haré, le respondo.

Lentamente ató las manos de Romina, pero lo hago ligeramente, prosigo con sus pies y ya está atada y decido ganar tiempo, y cuestionó a Minerva, -¿Y qué harás? ¿Qué te hicimos para qué hagas esto?

Minerva parecía tener un debate mental, y me responde, -Sientate en aquella silla y ahora ustedes dos me oirán a mí.

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Minerva toma otra silla y se sienta y comienza a reírse suavemente, -Por ahora no les haré nada, y todo comenzó desde qué Romina y yo nos conocemos siempre tan perfecta, tan linda, tan estúpida, ella era cómo mi pequeño arlequín, hasta qué llegaste tú Kiara y estropeaste todo, claro qué cuándo llegaste todos comenzaron a delatarme, por su maldita culpa, estúpidas lesbianas, mis amigos y familia creen que estoy loca y tú Kiara eres la culpable de todo pues Fredy cree qué eres hermosa, ya veremos sí le sigues gustando con una cicatriz en tú rostro de muñequita, y tú Romina, tú ya tienes suficiente con tú enfermedad, morirás y por fín me voy a deshacer de ti, ahora se quedarán aquí, vuelvo en un segundo chicas, ustedes tienen que hablar.

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Minerva se levanta y antes de salir de la habitación le dice a Romina, -Kiara lo supo todo el tiempo, siempre te tuvo lástima no cariño Romina, y sale de la habitación, cerrando con seguro la puerta y no podemos escapar pues las ventanas son muy pequeñas.

Me acerco a Romina y la desató, ella una vez libre se levanta con dificultad y me mira llorando, -¿Tú sabías que yo voy a morir?¿Por qué no me lo dijiste?

-Romi, yo quería cuidarte, no digas eso tú no vas a....

Me interrumpe y me dice llorando triste y amargamente, -Dijimos, no más mentiras y secretos, y lo primero qué haces es ocultarme qué estoy enferma.

-Romina, perdón lo hice para protegerte, sí soy culpable de ocultarte esto, pero no fue por lástima, ¿Crees qué no me duele ver a mí mejor amiga morir lentamente?, quiero qué vivas felíz conmigo el tiempo qué esto tenga que durar para que te preocupó con mis llantos, perdón pero no es lástima, es amor, Romina Te Amo, eres más que mí mejor amiga, eres mí hermana, te adoro, lo siento, le digo llorando y cierro mis ojos, para llorar amargamente.

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En este momento me siento tan triste y culpable, pues en parte se qué Romina tiene razón yo debí decirle la verdad, pero por otra parte se qué lo hice para protegerla, siento una mano posandose en mí hombro yo me volteó para quedar frente a Romina ella me mira a los ojos, me sonríe y me dice, -Kiara te perdonó, y la verdad es qué ya lo sabía, yo escuché al médico decirles a mis padres mi estado de salud, siempre lo supe, lo que realmente me duele y quema mí alma es qué tú lo sabías y no me lo dijiste, pero te entiendo y eso me da tanta alegría, porque se que querías protegerme de la verdad, Kiara te perdonó, y yo también Te Amo, eres mí mejor amiga y ¿sabes? Siempre supe que algún día lo admitirias, ven aquí.

Y ella me acerca y me abraza y yo hago lo mismo, no hubo necesidad de decir más palabras, solo bastó un abrazó, nos separamos y le cuestiono a Romina, -¿Y qué haremos ahora?

Romina me mira preocupada y luego sonríe, -Tengo una idea, me dice.

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