Mi Bollito.

XXXXVIII (Final parte 2).

-Hola Kiara, ¿Cómo estás?.

-Romina ¿Porqué me dejaste?, le respondo desesperada.

La escucho pero no la veo todo es oscuro, una tenue luz comineza a acercarse a mí y se hace cada vez más intensa, cuándo logro observar es Romina, la Romina bella alegre qué recuerdo, esta hermosa y yo corro hacía ella y ella me recibe gustosa.

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

-Kiara tenemos que irnos, dice mí madre fuertemente.

-¿Romina?, ¿Mamá?, digo confundida.

-¿Todo bien querida?

-Todo esta igual madre, le respondo desanimada, Todo era un sueño.

-Tenemos que ir al funeral de Romina, vamos duchate o llegaremos tarde, me dice mí madre sonriendome tristemente y dejando un beso en mí coronilla.

Yo sólo asiento lentamente, mí madre sale de mí habitación y me levanto de mí cama, comienzo a ducharme, cuándo terminó seco mi cuerpo y abro mi armario, elijo un vestido negro con encanje muy bonito, y me colocó el sueter de Romina qué jamás le regresé, seco mí cabello y lo hago en un moño algo desaliñado, eso no me importa ahora, salgo de mí habitación y me encuentro a Ariadna, ella se acerca a mí y me abraza.

-Tranquila hermana, ambas perdimos a un ser especial, tú, a tú hermanita y yo a mí amiga, su familia perdio a su hija, y no te tires a la depresión estamos para ti, y a Romina no le gustaría eso, me dice.

-Lo sé hermana, sólo qué me duele, y lo peor las lágrimas no quieren salir, le confieso triste.

-Lo harán cuándo estes lista, Kiara, me dice mí hermana.

-¿Desde cuándo eres tan madura?, le digo con una sonrisa sincera.

-Romina decía qué había qué ver siempre el lado positivo de las cosas y eso hago, me dice.

-Anda vamos a despedir a Romi, le respondo.

*

*

*

*

*

*

*

*

*

En el Funeral...

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

-Fuiste una gran persona, y aunque ahora estás en lugar mejor tú familia y amigos más cercanos te recordarán siempre con amor, ahora el cielo tiene un nuevo ser, qué tú alma y ser descansen en paz y con Dios, amén...

-Amen, respondemos todos al unísono.

-Es hora... Dice el sacerdote y las personas comienzan a colocar tierra sobre el ataúd dónde se haya Romina, pero antes de que lo hagan yo arrojó una hermosa rosa roja, eran sus favoritas, me alejo lentamente, todos estan tristes, su familia llora desconsoladamente, el resto de personas solo quedan en silencio, y yo sólo puedo observar con pesar y dolor en mí corazón que mí felicidad y mi amiga se van con ese montón de tierra, y por más triste qué me encuentro, no puedo llorar, lentamente la tierra va cubriendo el ataúd, observó a mí alrededor, James está ahí inerte en sus pensamientos, lo comprendo perdió a su novia y su amiga, Freedy está conmigo, siempre lo ha estado y no me ha dejado sola ni un momento, él esta triste, pero sin duda los qué tienen mayor dolor aquí son los que conocimos a Romina, Freddy quién se encuentra a lado mío me abraza y yo escondo mí cabeza entre su pecho, cuándo observo algo qué me sorprende, sí bien ya habían aquí algunos compañeros y concidos de la escuela, cómo Manuel, Fredy y otros más, no esperaba ver a Sonia, Fabiola y Regina, y Minerva ¡¡¿Minerva?!! un enojo invade mí ser y me acerco a ellas rápidamente, Freddy corre tras de mí.

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

*

-¿Y tú qué carajos haces aquí?, le pregunto exaltada ahora mismo no me importa quién nos vea.

-Lo sentimos, Fabiola y yo hemos venido a darle el pésame a la familia de Romina, y a despedirnos, me responde apenada Regina.

Ella siempre ha sido amable, sólo era manipulable por Fabiola y Minerva, pero sé qué es buena, y Fabiola, ella sólo quería encanjar, así qué las perdone hace mucho, las miro detenidamente y me dirijo a Regina, -Tú y Fabiola pueden quedarse, pero tú Sonia ¡Lárgate!, y tú Minerva, ¡Vete a la mierda!.

Regina y Fabiola me sonríen y yo les devuelvo el gesto, y se alejan, -¿A dónde van ustedes?, les reprende Minerva.

-No somos tus mascotas, para qué nos ordenes Minerva, desde ahora no me conoces, y no me vuelvas a hablar ni a mí, ni a Fabiola, ¡Estás loca!, le responde Regina, algo qué a todos nos toma por sorpresa pues ella jamás había contestado.

-Bien largate no las necesito, dice molesta Minerva y ellas se alejan.

-¿Y tú qué carajos haces aquí?, le pregunto molesta a Minerva.

Ella comienza a reir y me reponde, -Vine a verte Kiara, a verte cómo lloras por esa tipa.

Eso solo me hace enfurecer y la gopearia, sí Freddy no me hubiera sujetado de mí brazo.

-¡Lárgate maldita loca! ¡Todo esto es tú culpa!, le espeto molesta.



#33829 en Novela romántica
#8529 en Joven Adulto

En el texto hay: tristeza, amor amistad humor

Editado: 26.10.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.