Pov Lía
Luego de ir de acá para allá con la bandeja, por fin había terminado mi turno laboral y la verdad es que, si estaba cansada solo quería llegar a casa y dormir mucho tiempo.
Me despedí de las chicas y me dirigí hacia la salida del bar, para luego empezar a caminar hacia unas de las paradas de taxi debido a que a esta hora ya no habría colectivos (bus) y las calles no eran muy seguras como para andar a pie.
Al llegar a la parada subí a uno de ellos, pero antes de cerrar completamente la puerta del taxi vi a alguien mirar desde las sombras en mi dirección, pero al ser muy tarde también podía ser alguien que este vendiendo drogas o algo así por lo que no me preocupe y cerré la puerta indicándole la dirección al chofer.
Al llegar, le pagué al conductor con lo último de dinero que tenía y luego bajé para dirigirme a la puerta. Al ingresar todas las luces se encontraban apagadas, por lo que supuse que no había nadie.
Entre en mi habitación sacándome la ropa y las zapatillas en el camino hacia la cama, agarré mi pijama y me la puse, para luego tirarme como una bolsa de papas en ella y quedándome dormida casi al instante abrazando inconscientemente a "oso", el peluche suavecito que me había regalado Zed. Sí, el nombre es muy original.
Al otro día me despertaron los rayos de sol que ingresaban por mi ventana" que raro, por lo general nunca había sol tan temprano" me dije a mí misma.
Luego de estirarme, me senté en la cama mirando a la nada mientras bostezaba. Agarré el celular y al prenderlo no podía creer lo que veía, sólo faltaba 5 minutos para que comiencen las clases y yo todavía ni me levantaba.
Me levanté corriendo y mientras lavaba mis dientes, me vestía e intentaba arreglar mi cabello todo junto y con rapidez.
Luego de ya estar más o menos arreglada, agarré una campera y la mochila para luego correr lo más rápido que podía hacia la escuela. Aunque sabía que no llegaba para la primera hora.
Al ya estar en el colegio y luego de haber entrado escondiéndome de algunos profesores y personas que estaban en el lugar, me dirigí a la biblioteca para completar algunas tareas que eran para la semana siguiente y así hacer tiempo hasta que toque el timbre de entrada a la segunda hora en donde si no me equivoco tenía matemáticas.
Luego de estar lo que parecieron horas en la biblioteca, y viendo como algunos que entraban a pedir libros para sus clases me miraran como preguntándose "y tu porque estás aquí" tocó el timbre y me dirigí rápido hacia el aula para agarrar mi lugar favorito, por suerte mañana ya vendría a clases Mad y tendría con quien hablar y quejarme de las materias.
Ni bien me senté, ingresó al aula y empezó a escribir en el pizarrón los ejercicios que tendríamos que resolver, para luego sentarse en su escritorio y empezar a jugar con su computadora, bueno o eso creo porque siempre hacia lo mismo y cuando alguien se acercaba a preguntarle algo sobre algún ejercicio o un tema que no entendió, él rápido pone en el inicio, raro diría yo.
Al terminar con mis ejercicios, me paré y se los entregue al profesor que sólo me dedico un asentimiento para luego volver a mi lugar y mirar por la ventana y esperar hasta la hora del almuerzo.
Al salir del aula fui directo a mi casillero para guardar los útiles y así poder ir tranquila a la cafetería.
-Eh Lía - escuche que gritaban atrás de mi...por lo que me gire y me encontré con, emmm no me acuerdo su nombre, pero es uno de los amigos de Jack con el que almorcé ayer.
-ah hola eh.
-Daniel - dijo agregando a mi intento de recordar su nombre.
-si Daniel perdón, es que soy muy distraída y creo que había olvidado tu nombre.
-no te preocupes, igual ayer cuando me presente estabas en tu mundo y no me escuchaste - me dijo, lo que la verdad me dio algo de vergüenza.
- ehh si eso creo - dije
-bueno venía a decirte que, si querías almorzar con nosotros, Jack me dijo que tu amiga no estaba, así que bueno yo ehh - dijo Daniel tocando su nuca en señal de lo nervioso que al parecer estaba y no sabía por qué.
- si claro, vamos - dije empezando a caminar sintiendo como el me seguía.
-Creo que Jack Javi ya debe estar esperándonos, hoy tenia libre la segunda hora - dijo ya al lado mío.
-okey - dije cuando ya habíamos entrado en la cafetería y a lo lejos pude ver a Jack en una de las mesas apartadas.
Daniel y yo nos dirigimos a agarrar nuestras bandejas y luego elegimos lo que queríamos comer para comenzar a caminar hacia la mesa. Al llegar sentía la mirada de todos los que se encontraban ahí en mi espalda lo que me hizo sentir algo incómoda.
Seguro y estaban mirando tanto porque una no popular, una de las chicas invisible, se estaba sentando con dos de los chicos más populares del colegio. Aunque por lo que conozco de Jack, a él no le importaba y bueno de Daniel no podía decir nada ya que sólo habíamos hablado una sola vez.
Luego de haber pasado un momento agradable con los chicos, me dirigí a otra de mis clases y así paso mi día hasta que llegó la hora de ir a trabajar.
(...)
Luego de unas horas el bar se encontraba en su máximo apogeo (su mejor momento) y todas, incluyéndome estábamos corriendo por todos lados y hasta que llego un punto en el que el lugar estaba tan abarrotado que Carla me dijo que atendiera la barra, debido a que, por falta de espacio, muchos se sentaban ahí con sus parejas.
Luego de entregar las botellas y copas a las chicas de una esquina de la barra que se encontraban festejando un cumpleaños, creo. Me acerqué a un hombre que se apoyó en la misma como esperando a que alguien lo atendiera, pero al llegar frente a él, no podía creer lo que veían mis ojos.
Él, la persona que más daño me había hecho, no porque me hubiera pegado como mi familia o algo así, sino que fue mi primer amor, al único que deje entrar en mi corazón y que lo destrozó sin importarle mi dolor, como si fuera una simple basurita que debía de sacar de su camino.