Pov Lía:
Sus manos recorrían de manera suave desde mi cintura hasta mi espalda y de vuelta a mi cintura, a veces sus dedos se movían tocando por arriba de mi sostén y sacándome uno que otro gemido. De verdad que no entendía porque le estaba siguiendo el juego, pero me gustaba lo que estaba sintiendo en mi centro y en mi corazón. ¿Qué digo?, ya estoy mal.
Sentí besos en mi cuello, instantes antes de que se apodere de mi boca otra vez en un beso hambriento y frenético, que lo único que hacía era destilar deseo. Su lengua empujaba con rudeza dentro de mi boca, sin permitirle siquiera recuperar el aliento.
Zed exigía que le correspondiera con el mismo ardor que él, que me entregase. De un momento a otro paso sus manos por mis rodillas colocándolas alrededor de su cintura para luego levantarme en el aire y sentarse el en donde yo antes me encontraba.
Me encontraba sentada a horcajadas sobre él mientras me miraba yo me removí un poco para acomodarme y sin querer mi centro tocó su miembro lo que nos hizo gemir a ambos y que sus ojos brillaban como nunca lo había visto
-Eres hermosa Lía - dijo para volver a besarme y empezar a sacar la camiseta que tenía.
El metió su mano entre mi pecho y el sostén para agarrar mi pezón y comenzó a rodarlo entre su índice y el pulgar. El placer se disparó en mi cuando beso unos de mis puntos sensibles y justo cuando Zed iba a desprender mi sostén, un ruido nos sobresaltó por lo que nos separamos mirando en dirección a la cocina.
Me levanté de manera rápida agarrando mi camiseta del suelo para irme a ver que era, pero antes de siquiera dar un paso Zed agarro mi brazo para frenarme y haciendo una señal con los dedos me dijo que me quedara ahí en silencio. Él camino en dirección a ella y luego de algunos ruidos de cosas que caían apareció por la puerta con un hermoso gato color gris que a toda costa parecía querer escapar de él.
-Era sólo un jodido gato que se coló por la ventana - dijo gruñendo
-Aww es hermoso - me acerqué a Zed
-Hola minino, me has dado un buen susto eh - dije tomando en mis manos y acariciando su cabecita mientras el ronroneaba.
-Si claro - susurro Zed pasando por mi lado y dirigiéndose nuevamente hacia el sofá para luego sentarse y agarrar una botella de agua y empezar a tomarla como si fuera nada.
-Mmm lo que ocurrió recién, yo eh no sé qué pasó - dije sentándome al lado de el con el gatito gris en mis brazos, el cual ronroneaba y movía su cola de aquí para allá.
-No tienes que decir nada hermosa, sólo nos dejamos llevar y ya y créeme me encanto - dijo mirándome por un momento y luego volviendo a ver la peli, que ahora que la miro ya va por más de la mitad.
(...)
Estuvimos mirando hasta que la peli se acabó y luego el decidió pedir algo para merendar en algún lugar de nombre extraño que no escuche muy bien el nombre.
- ¿No vas a dejar ese gato afuera? - pregunto Zed
-Aww, pero es tan lindo y parece callejero - dije mirándolo, este se encontraba tirado a sus anchas sobre la alfombra.
- Puede tener familia y capaz sólo andaba paseando y merodeando los basureros.
-Pues si se va lo dejaré, pero si no me lo quedaré, siempre quise tener una mascota - dije haciendo un puchero
-Aarg está bien, es tu casa y es tu gato así que ya - dijo agarrando el mando (control) del televisor.
Luego de media hora tocó el timbre de casa y al abrir la puerta vi que era.
¿Quién estará tras la puerta? ¿será alguien que Lía conoce? ¿o alguien más?
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