Pov: Lía
Al entrar junto a "la furia" todos nos quedaron mirando con esas típicas miradas sorprendidas o bueno eso creía yo.
En verdad era un lugar bastante agradable, tenía mesas y sillas bien organizadas de color negras, bueno todo en su mayoría era negro o blanco; y a un lado de unas de las ventanas que da hacia la calle había una barra con un montón de bebidas de todo tipo y marcas, en si parecía más un bar que otra cosa.
Un chico se acercó a nosotros y saludo formalmente con un "buenas tardes, les dirijo hacia su mesa señor. Hasta creo que lo vi temblar un poco.
Al llegar a nuestra mesa, él me ayudó a sentarme y luego se sentó el, agarrando de paso la carta que le dejó el mesero.
Desde nuestra ubicación pasábamos bastante desapercibidos y se podía ver toda la gente se encontraba en el lugar.
A decir verdad, casi todos eran hombre vestidos de negro, con tatuajes y con una cara bastante sería, como si nunca se rieran, ni tuvieran porque ser feliz.
Luego en una de las esquinas más alejada había 3 hombre con trajes fumando porros y una mujer de cuerpo bastante voluptuoso que se encontraba sentada en una de las piernas de unos de esos hombres y creo que estoy loca porque estoy viendo un arma en unos de los costados del hombre ese, pero a que maldito lugar me había traído, creo que ya me arrepentí.
Tan en mi mundo estaba que no me di cuenta que el mesero estaba y que juntaba la carta,” o por dios me olvidé de pedir”.
-No te preocupes pedí por vos.
-Ah claro, perdón estaba pensando y no me di cuenta.
-No hay problema Lía.
- ¿Cómo sabes mi nombre y donde estudiaba? - pregunte, era una de las tantas dudas que tenía y que necesitaba saber.
-Bueno, te dije que nos volveríamos a ver y lo cumplí, ¿No?
-Sí, pero no me estás respondiendo - Le dije con señal de frustración.
-No hay nada que responder muñequita, eso ya no interesa, lo importante es aquí y el ahora, ¿estamos?
-Si - solo me había dado vueltas y no me respondió.
Luego de unos minutos en silencio me animé a hablar y preguntarle su nombre.
- ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo que tú quieras Lía.
- ¿Cómo te llamas? - se me quedó mirando unos segundos con el ceño fruncido y luego se rio, ¿es que acaso mi pregunta da risa? Estaba indignada y algo sonrojada por la vergüenza.
-Bueno pensé que ya lo sabrías, pero, mi nombre es Zed.
-Ahh lindo nombre - no sabía que más decir.
-Y bueno Lía háblame de ti, ¿Tienes novio?
-Mmm no, no tengo novio, ¿tú?
-No tampoco, pero muy pronto la tendré.
-Ahh, ¿y porque estamos aquí? Quiero decir ¿porque me buscaste y me invitaste a este lugar?
-Eso es simple muñequita, ese día no podía despegar los ojos de ti y que digo, la verdad me gustas y mucho.
Wau eso fue directo, muy directo, la verdad ya no sabía para donde mirar y seguro estaba roja como un tomate.
-Ah no sé qué decir...yo eh.
Por suerte para mi llegó el mesero con la comida y fue como mi salvación en esos momentos. Al ver mi plato vi que era mi comida favorita: milanesas a la napolitana con puré y el plato de él era un tipo de corte de carne magra con ensalada.
Luego de que el chico se valla empezamos a comer en silencio y yo no me podía sacar de la cabeza lo que me había dicho, la verdad es que Zed era muy lindo y todo, pero el humor o el carácter que se cargaba no me parecía muy agradable y no es porque yo no quisiera tener algo con él, sino porque ya conocía las personas como él, me hace acordar tanto a mi hermano y mi ex.
- Y Lía ¿te gustó lo que te pedí? - aunque él ya sabía la respuesta.
-Eh sí, es mi comida favorita. Gracias.
-De nada - y esas fueron las únicas palabras que cruzamos hasta el final de la comida, creo que después de sus palabras me sentía un poco incómoda.
Luego el pidió la cuenta, pago y nos retiramos, el agarrando mi mano de forma suave por supuesto todo lo contrario a él pensé.
Al salir de "Drinks" el me paro y me estampó contra una pared que se encontraba allí acercándose demasiado a mí...en que momento habíamos llegados a esta situación.