Mi Bully

S E I S

Algo bueno había salido de esto. Hayley había sido ignoranda por Jungkook desde la mañana, normalmente él solía molestarla desde la primera hora del día, pero ahora se le veía molesto cada vez que la miraba y por ende la ignoraba como si no existiera. 

Parecía que ya no la iba a agredir y eso de cierta forma tenía muy feliz a la pelirosa, pues su día estaba siendo demaciado tranquilo, algo que muy pocas veces pasaba. 
Con esa calama y paz, la joven pasó sus primera dos clases. En cuanto llego la tercera hora, Hayley se fue junto con todos sus compañeros a los vestidores para la clase de deportes. 

Para esto tenían un uniforme especial deportivo y Hayley solía retrasarse un poco apropósito para no tener que vestirse frente a las demás chicas, pues sabía que iban a hacer comentarios irientes sobre su cuerpo, comentarios que arruinarían ese día tan pacífico que estaba teniendo. 

Diez minutos después de que todos se fueron, la joven tomó sus cosas y fue directo a los vestidores, dándole el tiempo suficiente a sus compañeras para que se vistieran. Cuando estuvo ahí vio que efectivamente ya todas estaban en el gimnasio, pues lo vestidores estaban vacíos y perfectos para ella. 
Poniendo la combinación en su casillero, la joven sacó su ropa deportiva y comenzó a desvestirse para colocarsela, pero justo en ese instante un par de chicas entraron a lo vestidores haciendo bullicio. 

—miren quien esta aquí... la ramita —chilló una de ellas con una voz empalagosa y aturdidora; Yuri, sintiéndose la líder de una manada de lobos, aunque más bien parecía de cacatúas. 

Hayley al escuchar a su compañera hablar, tomó su ropa rápidamente para ponérsela e irse, pero ésta enseguida le fue arrebatada por otra de las chicas presentes. 

—no no —negó con sus dedo índice Yuri, mostrando unas uñas rojas y largas— no quiero ver tu esqueleto frente a mí, así que salte ahora... 

—si si... solo dame mi ropa, me visto rápido y me voy 

—oh no cariño... te devolveré tu ropa hasta que nosotras estemos listas... 

Hayley trato de quitarle su ropa a la chica que se la había quitado, pero le fue inútil. Ellas eran más y más fuerte, así que con facilidad la echaron a la fuerza de los vestidores, dejándola en el pasillo sin su ropa. 《Parecía demaciado bueno para ser verdad》 Se dijo a sí misma la muchacha, sintiéndose ingenua ante la idea de tener un día tranquilo por primera vez. 

Un joven que pasaba por ahí vio por casualidad como la muchacha era sacada de los vestidores a empujones y agresiones. Él no planeaba entrometerse en asuntos que no eran de su incumbencia, pero al ver a la pelirosa tan indefensa decidió acercarse. 

—¿que haces afuera de los vestidores así? -preguntó el muchacho como si no hubiera visto nada de lo ocurrido. Con disimulo recorrió con su mirada a la joven, notando que llevaba unos shorts negros bastante cortos, y un sostén deportivo del mismo color, además de que se encontraba descalsa 《Seguramente está incomoda》 pensó el muchacho, ya que nadie quisiera estar semidesnudo en los pasillos de una secundaria llena de jóvenes hormonales y perversos. 

Hayley al notar la presencia del muchacho trató de cubrirse con sus manos, pero de igual manera su cuerpo estaba al descubierto. Tanta era su pena que no pudo ni siquiera responder la pregunta que él le acababa de hacer, lo único que pasaba por su cabeza era tratar de cubrirse lo más que se pudiese. 

Él muchacho sin esperar respuesta, pasó por un lado de ella y entró al vestidor de chicas sin importarle que por obvias razones estaba más que prohibido. Dentro, vio un par de estudiantes en ropa interior riendo de lo ocurrido, tomándose su tiempo para vestirse y arreglarse el cabello. 

—¡oppa!... que atrevido... —Habló Yuri al notar que se trataba de uno de los amigos de Jungkook, un joven popular y apuesto, pero con una reputación completamente diferente a la de Jeon— ¿te quieres divertir un rato?... Jungkook no se enterará, lo prometo... 

La joven completamente melosa abrazo al muchacho por el cuello, pero éste enseguida a manera de respuesta solamente se alejó de ella en un gesto de desagrado, dándole a entender que no la quería cerca. 

—¿dónde está la ropa de chica que está afuera? —Preguntó sin más. Ignorando por completo todo lo que la muchacha le había dicho anteriormente.
Yuri al instante se soltó del cuello del muchacho y se acercó a su casillero para mirarse en el espejo que tenía colocando ahí y seguir acomodándose el cabello. 

—no lo sé... no soy la amiga de esa basura como para cuidar sus cosas... por qué mejor no vienes a divertirte conmigo —soltó con un pequeño toque de burla, mostrando claramente una actitud de superioridad, actitud que el muchacho odiaba. 

—no lo pienso preguntar otra vez —repitió él mostrándose frío y firme— ¿dónde está la ropa de la chica que está afuera? 

Yuri cambio su mirada sensual por una venenosa, mostrando esta vez su disgusto. El muchacho que estaba frente a ella era demacido intimidante, pero ella no le temía a nadie, siendo tan popular, alagada y deseada por casi todos los estudiantes, se sentía prácticamente intocable, estaba demaciado acostumbrada a salirse con la suya. 

—y si no te lo quiero decir... —Yuri nuevamente se acercó al muchacho con un toque altanero, colocando sus manos en la cintura de él mientras le hablaba a pocos centímetros de su boca, casi al borde de tocarse los labios— ¿que me harás oppa?... 

El muchacho perdiendo la paciencia. Tomó las manos de la joven con mucha fuerza, apartándolas de él de manera agresiva, hasta que con un empujón que la hizo tambalearse la apartó por completo. Ella sorprendida y algo asustada lo miró, nunca nadie la había enfrentado. 

—si no lo has notado, yo no soy Jeon... yo no caigo con estas mierdas que haces... y cuando hago una pregunta deseo que esta sea respondía ¿entiendes? —Esta vez fue él quien se acercó a ella de manera rápida, chocando el cuerpo de la muchacha en los casilleros mientras sujetaba su rostro y la miraba con enojo— tú dime si hacemos esto por las buenas o por las malas... no soy alguien compasivo, y tampoco me importa si me expulsan de la escuela por hacer algo inmoral... así que... mejor abre esa boca y dime donde esta la ropa de esa chica... 

Yuri, ya asustada, no pudo decir nada y solamente dirigió su mirada hacia donde se encontraba la ropa de Hayley. El muchacho enseguida volteo su mirada en esa dirección, notando la ropa metida en un casillero. Las chicas presentes siguieron los pasos del joven con la mirada, asustadas por la actitud que el había tenido con la líder de su grupo, pero nadie se atrevió a decir nada. 

El joven sin tardar más, tomó la ropa de la joven y salió del vestidor de chicas sin decir ni una palabra más. Afuera Hayley estaba en la misma posición en la que la había dejado tratando de cubrirse. Ella no tenía ni idea de lo que había pasado adentro de los vestidores. 

—ten... —habló el muchacho al estar frente a ella, extendiéndole la ropa sin mirarla a la cara. 

Hayley completamente sorprendida la tomó, sintiendo un cosquilleo en su interior ante ese acto de generosidad. Nunca nadie había hecho algo así por ella. 

—gracias... —le señaló, para posteriormente hacer una reverencia— de verdad muchas gracias... 

—ni lo menciones —soltó el joven sin expresión alguna— no fue nada... 

Dando media vuelta el muchacho comenzó a alejarse de ahí como si nada hubiera pasado, pero casi al instante escuchó la voz de la muchacha detrás suyo. 

—¡soy Hayley! —Le Gritó ella, viendo como él se alejaba por los pasillos con velocidad. 

El muchacho al escucharla sonrió, pero no se giró a observarla, solamente decidió responderle de la misma manera. 

—¡Min Yoongi!...¡Un placer!... —Y con un saludo de mano, sin girarse, se despidió. 

La muchachas de cabellos rosa mantuvo su mirada en él joven hasta que desapareció entre los pasillos. Nunca antes lo había visto, y es que prácticamente ella no conocía a nadie más que no compartiera sus mismas clases.
El parecía ser de su misma edad, no parecía ni de primero ni de segundo, si no de último año como ella, a decir verdad tenía mucha curiosidad en saberlo, y por primera vez sintió la necesidad de conocer y observar su entorno. 

《Min Yoongi》 repitió para si misma moviendo los labios. Incluso tenía un nombre muy bonito, de la realiza literalmente, pues el apellido Min venía de los herederos de la reina en aquellos años cuando Corea del Sur era gobernada por la realeza, y vaya que ese muchacho parecía venir de ahí con su apuesto rostro y su amabilidad. Personas como él había visto pocas, y a decir verdad no le moletaria tener a alguien como él en su vida, pero alguien como ella no podía estar con alguien como él, aunque ante su ojos por primera vez no se sintió invisible, ni insignificante, ni mediocre, no no, en ese pequeño instante él la hizo sentir especial, brillante e importante, cosa que nunca había sentido jamás. 

Cuando el muchacho desapareció por completo al dar la vuelta, la joven volvió a su realidad y con rapidez se colocó su uniforme deportivo. No le costó más que unos segundos pues era una ropa bastante sencilla de poner. Cuando estuvo lista se dio media vuelta para dirigirse al gimnasio, pero detuvo sus pasos al ver salir a ese par de chicas que minutos atrás la habían moletado. 

La pelirosa algo tensa, se hizo a un lado para darle el paso a esas chicas, esperando algún empujón o insulto por parte de ellas, pero no, ninguna dijo nada, solo pasaron de largo ignorando por completo su presencia. 

¿Qué había pasado adentro para que de pronto la dejaran tranquila?, ella no lo sabía, pero ahora estaba mucho más interesada en saber quién era ese muchacho de piel pálida el cual había provocado que ellas la dejaran de molestar.







Luego de la clase de deportes, los chicos y las chicas fueron a las duchas para asearse y regresar a su siguiente clase. Hayley como siempre se fue directo a la última regadera y se ducho en menos de 5 minutos, luego fue a los vestidores, se cambió y salió completamente tranquila. 

Dando pasos grandes, la joven se dirigió a su aula para su siguiente clase, pero de la nada sintió un jalón en su cabello que la hizo dar pasos hacia atrás por la fuerza. 

—¡maldita zorra! —Escuchó decir a sus espaldas, mientras ella intentaba quitar la mano que la jalaba del cabello— que le dijiste a Suga para que me tratara así... ¿acaso le ofreciste tu esquelético cuerpo para que te protegiera? ¿Eh zorra?... 

—¡sueltame! —Pidió la joven, y casi al instante fue concedida su petición. Yuri la soltó del cabello dándole un empujón que provocó que se tambaleara —no se de quien hablas... —señaló enseguida— ¿te volviste loca o qué? 

—olvídalo mugrosa... no creas que todo a cambiado solo porque decidí ignorarte hoy... eres y seras la misma basura que siempre... y mientras pueda te haré la vida imposible... 

—muy bien... me queda claro... pero ¿puedo saber el porque?... yo nunca e hecho nada para que me traten así... 

—con tu presencia basta... tú cuerpo, tu cara, toda tú me molesta... me enferma... no necesito una razón para odiarte... solo verte ya es mi razón maldita zorra 

—bien... me queda claro... ojalá odiarme y molestarme te haga satisfacer tus propias inseguridades... 

—no me hagas reír basurita... ¿crees que tengo inseguridades?... ¡ja!... soy perfecta de pies a cabeza... no como tú —con su dedo índice presionó la frente de la pelirosa asiendo que su cabeza se hiciera para atrás— que se te quede en la cabeza... eres una don nadie y siempre lo seras... 

Yuri con una sonrisa de triunfadora, le dio un último empujón a Hayley y luego se fue con su séquito detrás suyo. La joven de cabellos rosa solamente se quedó ahí parada, sintiéndose verdaderamente insignificante, sintió sus ojos cristalizarse pero mantuvo sus lágrimas ahí, no las dejó caer. Su vista se mantuvo viendo sus zapatos para evitar el llanto, y cuando sintio que lo había contenido levantó la mirada encontrase con Jungkook. 

Él la estaba observado, parecía haber escuchado parte de la conversión. Hayley lo observó por unos segundos esperando a que él le dijera algo iriente, pero no lo hizo, así que ella decidió hablar primero. 

—dilo ya... di que todo lo que me dijo es verdad... que soy insignificante y que nunca nadie va a quererme... 

Jungkook se quedó cayado observándola, notando el dolor en sus ojos, algo que no había notado nunca antes. Él solía ser su principal bulleador, diciéndole cosas realmente irientes, pero esta vez por primera vez sintió lástima y pena por ella, así que no dijo nada y solo se fue ignorandola como lo había hecho toda la mañana. 

Hayley no pudo contener sus lágrimas en cuanto Jungkook se fue y se dejó caer en el piso mientras lloraba...



#23472 en Novela romántica

En el texto hay: dolo, amor, odio

Editado: 10.07.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.