Mi Bully

D I E Z

La fiesta terminó a la media noche, ya que ese era el límite que Jungkook tenía impuesto por su padre, pues al día siguiente tenía clases.
Ya todas las personas se había ido y la sala principal estaba repleta de basura, restos de comida, y colilla de cigarro, además de alguno que entró fluido extraño, pero eso a Jungkook no le importaba en lo más mínimo, pues sabía que la servidumbre lo limpiaria temprano por la mañana. 

—te acompaño hasta la puerta —habló Jeon Jungkook dirigiéndose a su amigo de piel pálida y cabello rubio. 

Yoongi se había quedado hasta el final, ya que su amigo de cabellos negros se lo había pedido. Y es que la situación que había pasado en la habitación de Hayley aún le daba vueltas en la cabeza. Por más que lo pensaba no lograba descifrar cómo es que se llevaban tan bien, como si fueran amigos de años y no de un par de días. Obviamente Jungkook no se iba a quedar con la duda. 

—dímelo... se que quieres decirme algo —habló Yoongi de camino a la puerta, quien ya sabía perfectamente lo que su amigo tenía en la cabeza. Jungkook lo observó con atención pensando en cómo decirlo para que no sonará extraño, y luego de repasarlo en su cabeza por unos segundos respondió. 

—¿desde cuando la conoces?... 

—¿eso importa? —contestó Yoongi con una sonrisa de lado. Él era una persona muy directa, así que no tenía miedo de decir lo que pensaba— ¿acaso te gusta?... porqué a mí me parece que sí... 

—no no —Jungkook negó con su cabeza rápidamente, mostrando indignación— por supuesto que no me gusta, solo tengo curiosidad... Hayley no suele hablar con las personas, ni mucho menos ser amistosa... 

—tal vez con los demás no, pero conmigo si... y a decir verdad me siento cómodo con ella... 

—¿pero porqué?... ¿porqué tan de repente?... a ti siempre te a gustado estar solo... 

—no lo sé... simplemente me gusta su compañía —Yoongi abrió la puerta de entrada y salió. Caminó un par de metros y luego se dio la vuelta para ver a Jungkook— si lo dices porque sé que son hermanastros no te preocupes, no le diré a nadie, eso es algo que a mí no me incumbe 

El pálido se dio media vuelta y comenzó a caminar alejándose de la casa con lentitud y calma. 

—¡espera!... —Gritó Jungkook dando un salto, brincando los escalones que estaban en la entrada para alcanzara su amigo y detenerlo— ¿que te dijo Hayley de mí exactamente? 

—nada... solo mencionó que no se llevan bien... ¿acaso hay algo más? 

—no... solo eso... 

—bueno... me voy entonces... nos vemos mañana en el entrenamiento... 

Sin más Jungkook vio a su amigo irse y desaparecer entre las calles y la oscuridad de la noche, cuando el viento fresco le caló, volvió a entrar a la casa y cerró la puerta tras suyo. 

Por alguna razón no podía sacar ese tema de su mente. La imagen de Hayley y Yoongi riendo juntos mientras miraban ese libro le daba vueltas por la cabeza haciéndolo perder la cordura. Le preocupaba que terminarán teniendo algo más que una amistada, y es que Yoongi era alguien popular y sobretodo entre las chicas, no podía negarse que era bastante apuesto, y su actitud de chico frío le quedaba como anillo al dedo haciéndolo resaltar. Y por su lado estaba Hayley, callada, tranquila, solitaria, con un rostro verdaderamente hermoso, con unos ojos grandes color avellana, una nariz pequeña y afilada, unos labios ligeramente delgados de un tono rosa camersi y un cuerpo de modelo. Sí, era verdad que Jungkook le hacía bromas sobre su cuerpo y le había puesto ese molesto apodo de "ramita" pero a decir verdad le gustaba, le encantaba abrazar su diminuta cintura y tocar su cuerpo, realmente le atraía a pesar de aparentar lo contrario. 

Con un sentimiento extraño dentro de sí, entró a la casa de nuevo dispuesto a irse a dormir, pero se detuvo en la sala de estar al notar a Hayley ahí, metiendo toda la basura en una gran bolsa negra. 

Jungkook sintió su corazón detenerse al verla, pero decidió ignorar ese sentimiento y todos los demás que sentía gracias a ella. 

—¿que haces?... —se animó a preguntar por detrás de ella. Hayley pareció sorprenderse por su presencia. 

—pensé que ya dormías —contestó de manera fría. Volviendo a girar su cuerpo para continuar con lo que estaba haciendo— bajé por algo de comer y vi todo este desastre... por lo menos deberías limpiar la basura de tu fiesta 

—¿para qué?... mañana la servidumbre lo hará, para eso les paga mi padre... 

—entonces ¿esperas que mañana preparen el desayuno para todos, tengan tu uniforme listo, te preparen el baño y limpien todo esto?... son personas, no robots... 

—eso es algo que a mí no me interesa... ese es su trabajo... así que deja eso y vete a dormir 

—tú vete a dormir... yo me quedo aquí 

La joven continuó con lo que estaba haciendo, pero se detuvo al sentir la mano de Jungkook agarrarle la muñeca y atraerla a él. Sus ojos está vez la miraban diferente, atentamente, mostrando enojo pero a la vez desesperación. 

—¡¿por qué carajo nunca haces lo que te digo?!... —soltó. Tomando la muñeca de la joven con más fuerza al verla tratar de safarse. 

—estas loco... sueltame... me lastimas Jungkook... —se quejó Hayley enoja, tirando de su mano, logrando safarse al fin. 

A Jungkook no pareció gustarle nada, y de manera agresiva volvió a tomarla de la muñeca para volver a acercarla a su cuerpo. Su brazo rodeo por completo la cintura de la joven segundos después. 

—primero te pedí que no le hables a Suga y te negaste... ahora te pido que dejes de hacer esto y vuelves a contradecirme... me sacas de quicio 

—a ti no debería de importarte lo que hago o no hago... ya deja de creer que tienes el control de todo... incluyéndome 

Jungkook no respondió más y solamente abrazo con más fuerza a la muchacha, ocultando su cabeza entre el cuello y hombro de ella, respirando agitadamente en su oído. 

—hueles tan bien... —dijo de repente, con una voz calmada y dulce. Cambiando completamente el tema y su carácter— quisiera hacerte el amor ahora mismo para que pudieras olvidar a otros hombre como a Jin, y a Suga... y a todos... quisiera que solo te concentraras en mí... que me decearas tanto como yo te deseó a ti... 

—estas ebrio Jeon... vete a dormir... 

—vente conmigo... dormamos juntos 

—estas loco... sueltame ya... odio cuando me tocas... me da asco... 

—¿te doy asco? —Indagó, clavando su mirada en Hayley con demaciada seriedad y atención, mostrando un ligero toque de dolor y melancolía en el tono de su voz. Ella solamente lo miró a los ojos, quedándose en silencio, hasta que después de unos segundos respondió. 

—si... 

Al escuchar esa contestación, Jungkook volvio a enojarse y la soltó alejándose de ella enseguida. Por unos segundos la observó con una mirada completamente furiosa, apretando los labios y formando un par de puños con sus manos, hasta que simplemente se dio la vuelta, subió las escaras y se metió a su habitación dando un fuerte portazo. 

En definitiva estaba ebrio, había bebido varias botellas de sojú pero no las suficiente como para no estar cuerdo. Y es que cada una de esas palabras era verdad y llevaba tiempo guardándolas en lo más profundo de su ser, sin atreverse a decirlas nunca en su vida, pero esa noche con ese poco alcohol que recorría su cuerpo había sido el detonante para sacarlas, aunque después de ese rechazo se sentía sumamente arrepentido de haberlo hecho. 

Tapando su cuerpo por completo con las cobijas, se durmió profundamente, con un dolor en su pecho, un dolor que no sabía descifrar, un dolor que lo hacía sentir herido. 

Y es que sí, Hayley había sido muy dura con él al decirle que le daba asco su cercanía, pero él sabía perfectamente que se merecía eso y más por parte de ella. Después de todo lo que le había hecho a lo largo de esos casi tres años, eso era poco en comparación.





...



A la mañana siguiente, los rayos del sol entraron con intensidad a la habitación del más joven de los Jeon, probocandole una incomodidad en los ojos que lo hizo despertar.
No pudo evitar sacar un quejido a sentir sus ojos arder, pero pese a esto tenía que levantarse, pues su padre le habia advertido que iría a clases ése día o no volvería a tener una fiesta a mitad de la semana. 

De mala gana y sin muchos ánimos, se levantó al fin y se desvistio para tomar un baño. 
Su bañera, su ropa, y todo lo que necesitaba ya estaba listo para él sin tener que esforzase, cosa que lo hizo recordar las palabras que Hayley le había dicho en la noche, pero ese recuerdo fue opacado por otro casi enseguida. 

《¡Mierda! ¡en que carajo estaba pensando!》 Se dijo a si mismo mentalmente, poniendo sus manos en su cabello mientras negaba con su cabeza. 
Cómo es que con tan poco alcohol en su cuerpo había tenido la valentía de decirle a Hayley lo que ocultaba lo más profundo de su interior.
Por primera vez sintió pena, sintió su rostro calentarse al imaginarse la cara de la peli rosa, ahora cómo iba a verla sin sentir pena. 

Y es que sí, ya varias veces la había tocado y besado el cuello a manera de juego, pero esa era la diferencia, que esta vez no lo había hecho por juego, si no porque realmente lo deseaba. 

—cálmate Jungkook, no porque la desees, quiere decir que tienes sentimientos por ella... es solo tu instinto de hombre... —se dijo a sí mismo viendo su reflejo en el espejo. 

Y es que el hecho de tan solo imaginarse a la joven sentada abajo desayunando lo ponía nervioso, sintiendo un cosquilleo dentro que no supo descifrar. 

《Mejor me ducho con agua fría》 Se señaló internamente, caminado hasta la bañera para dejar ir toda esa agua calentita para volverla a llenar pero esta vez con agua fría. 
Mientras lo hacía, unos ligeros toquidos se escucharon en la puerta, y segundos después la voz de su padre. 

—¡Jungkook hijo!... ¡ya es muy tarde!... ¡necesitas bajar ahora!... 

Jungkook lo escuchó pero siguió haciendo su tarea de vaciar la bañera, en definitiva no podía bajar así, necesitaba ese baño frío para recuperar la cordura, o de lo contrario le sería muy difícil ir en el mismo auto que Hayley. 

—estoy algo retrasado, estoy a mitad de mi baño... será mejor que llegué al colegio hasta la segunda hora... 

—me prometiste que irías Jungkook... 

—y si voy a ir, solo me perderé la primera clase... 

—de acuerdo, confiaré en ti hijo... 

Sin más, Gong Yoo salió de la habitación de Jungkook y bajo al comedor. Ahí se encontraban Hanna y Hayley desayunando, y como todos los días, tomó asiento al lado de su futura esposa, y luego de llevarse un pedazo de fruta a la boca, miró a Hayley. 

—dice que se perderá la primera clase... —señaló. La peli rosa solamente asintió. 

—cariño, deberías dejar que falte hoy —habló Hanna— debe estar cansado... 

—se acercan los exámenes y el viaje escolar... no puede darse el lujo de faltar en estas fechas 

—¿el viaje escolar? —Repitió Hanna con una expresión indagatoria viendo a su hija— Hayley ¿por qué no me dijiste que ya se acercaba el viaje escolar? 

—porque no pienso ir —respondió la peli rosa enseguida, levantándose de su silla para llevar su plato ya vacío al fregadero. Su madre al escucharla se cruzó de brazos y posó su mirada en Gong Yoo. 

—¿puedes creerlo? nunca a ido a ninguno de los viajes escolares... quizás tú puedas convencerla de que vaya esta vez... 

—esta bien si no quiere ir, a mi tampoco me gustaban esos viajes —señaló Gong Yoo sonriendo con simpatía, apoyando a su hijastra. 

—pero es su último año, tiene que disfrutar antes de salir 

—aún falta para ese día —Gong Yoo se levantó de la mesa y se acercó a Hayley— lo pensaras ¿verdad? 

—si... lo pensaré —la joven le sonrió— me voy, los veo más tarde 

El viaje escolar solía ser una tradición del colegio cada año antes de los exámenes finales, como método de relajación a los estudiantes. 
A diferencia del resto de alumnos, Hayley nunca había asientido a ninguno, pero no era porque no le gustarán ese tipo de viajes, si no porque no tenía amigos, no tenía con quien estar y disfrutar del viaje, así que no tenía mucho sentido ir. 

Tomando sus cosas salió ya lista para ir al colegio. Su chófer personal ya se encontraba ahí esperándola, y al verla la saludó. 

—bueno días señorita Hayley... 

—buenos días Yosh —le respondió ella enseguida sonriendo. Días antes le había preguntado su nombre ya que no lo sabía. 

—suba... ya me informaron que el joven Jeon se irá más tarde 

Hayley solamente asintió y subió al auto. Josh al instante se puso en marcha, ignorando por completo el hecho de que ambos estaban siendo vigilados desde el segundo piso de la casa, más específicamente desde la ventana de la habitación de Jungkook. 

No le había tomando más de 5 minutos tomar esa ducha, ya que no era muy fan del agua fría. 《Ya se fue, que alivio》 Se señaló a sí mismo, viendo el auto cruzar las rejas de la casa. 

A pesar de que el agua fría había sido una tortura, si se sentía mejor, con la mente más clara y los pensamientos más cuerdos.
Ahora, tomándose su tiempo (ya que tenía una hora libre) se recostó en su cama solamente con una toalla en la cintura y no hizo más que concentrarse en su teléfono móvil. Su momento de relajación iba bastante bien, o al menos eso parecía. 

De repente, la imagen de una chica posando en una lencería color rosa pastel apareció en su teléfono, él obviamente ya estaba acostumbrado a ver ese tipo de cosas, pero esta vez su mente le hizo una mala jugada, ya que sin poder siquiera controlarlo se imagino a Hayley usando esa sensual ropa, luciendo su delgado cuerpo y las curvas de su diminuta cintura que tanto le gustaba. 

Fue tan real lo que su cabeza reproducia que su cuerpo comenzó a reaccionar. Bajo su toalla blanca, un enorme bulto comenzó a levantarse poco a poco hasta parecer la torre de pisa. 

—¡mierda! —Se quejó al sentir su ereccion papitar con intensidad, haciéndose más grande y dura a cada segundo. 

Rápidamente, se levantó de la cama y tomó su equipo de ejercicio para distraer su mente. Tomando dos grandes pesas comenzó a trabajar en sus brazos, luego en su espalda, y posterior mente a hacer lagartijas, pero nada le funcionó, su miembro estaba más que despierto. 

—¡ni pienses que voy a tocarte pensando en ella! —Le señaló Jungkook al poste entre sus piernas como si este pudiera entenderle. Aunque en realidad, en ese momento, si parecía tener vida propia. 

Entrando al baño, el joven encendió la regadera y entró en ella enseguida, mojandose todo el cuerpo con una vez más agua fría. Ese truco pareció funcionar, ya que su ereccion comenzó a bajar de apoco, hasta que al rededor de 15 minutos después desapareció por completo. 

—¡Jofer!... ¡basta Jungkook!... ya deja de pensar en Hayley... ella no te gusta y no la deseas —se señaló a sí mismo viéndose en el espejo, sabiendo perfectamente que se engañaba y se mentía.





...





Tal y como se lo prometio a su padre, Jungkook llegó al colegio en la segunda hora, listo para entrar a la siguiente clase.
Su mente y su cuerpo aún se sentían extraños, peleando internamente por tratar de obtener el control de las emociones. Su expresión y comportamiento parecían nornal a simple vista, pero por dentro se encontraba en esa lucha consigo mismo, sobretodo porque le costaba admitir que se sentía nervioso de tener que ver a Hayley. Y es que, tan solo media hora atrás había tenido una fuerte ereccion pensando en ella. 

Al entrar al salón, hizo un enorme esfuerzo por no poner su vista en ella, pero le fue inevitable, su mirada se debió hasta ella, viéndola en su lugar sentada con tranquilidad observando por la ventana. 
En ese momento Jungkook sintió un calor en su cuerpo y una corriente eléctrica pasar por su interior. Y de igual manera se sintió avergonzado, pero al mismo tiempo era algo que le gustaba sentir. Verla era como tener un orgasmo pero sin eyacular. 

De repente, sintio unas manos rodearlo por la cintura, cosa que lo hizo dejar de ver a Hayley. 

—Jungkookie... que bueno que llegaste, te estaba extrañado mucho —El azabache no necesito girarse para saber que se trataba de Yuri, a quien al parece se le había ido en enojo de la noche anterior— tú cuerpo se siente muy caliente ¿estas bien oppa? 

—si, estoy bien —contestó fríamente, tomándola de las manos para apartarla de él— no me abraces así, me estas sofocado  

La joven entendió y se alejó de él. Lo único que pensó fue que quizás se encontraba molesto por lo que le había dicho en la noche.
Jungkook no hizo nada más y se fue a su lugar, sus amigos se acercaron y comenzaron a hablarle, pero el seguía teniendo a Hayley en su mente, y cada que podía giraba su cabeza a verla esperando ser correspondido, pero era más que obvió que no lo seria. 

Cuando la hora del almuerzo llegó, a Jungkook se le hizo extraño que Hayley saliera con rapidez del aula, ya que ella solía quedarse ahí a esa hora, pero más extraño se le hizo no verla en el comedor, a pesar de buscarla detalladamente observando cada mesa. 

《Admite ya que te gusta》 le señaló su subconsciente, mientras la buscaba, pero Jungkook se negó a escuchar. Jamás iba a admitir que le gustaba, y aunque lo admitieria, no iba a hacer nada al respecto. 《¿Que pensara la gente si me ven saliendo con alguien como ella? seria la burla de todos》 Se cuestionaba, pensando más en el mundo que en si mismo.







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#23472 en Novela romántica

En el texto hay: dolo, amor, odio

Editado: 10.07.2022

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