Silencio...
El silencio fue el protagonista de un largo camino a la casa de los Jeon. Luego de salir del colegio, Hayley había decidido sentarse en el asiento del copiloto ya que no quería ir al lado de Jungkook en la parte de atrás.
Mientras tanto, Jungkook iba solo, con los brazos cruzados, luchando por controlar la rabia que tenía ante lo sucedido en la cancha del gimnasio.
Le molestaba demaciado estar perdiendo el control sobre Hayley, pero más le molestaba el remolino de sensaciones que ella le hacia sentir y que ignoraba reprimiendolos a la fuerza.
En ese momento quería gritar, golpear la pared y obligarse a sí mismo a no sentir nada. Pero en el fondo lo que realmente quería era tomar a Hayley y besarla, hacerla suya, y decirle lo loco que estaba por ella. Él estaba más que consciente que le gustaba, pero no lo iba a admitir por nada.
Cuando estuvieron en casa, Hayley se adelanto a subir las escaleras para ir a su habitación y encerrarse, pero como ya se lo esperaba, Jungkook la detuvo a medio camino tomándola del brazo, pero esta vez no se dejó agarrar por él, de un fuerte tirón se zafó y se alejó con molestia.
—¿cual es tu problema?... ¿ahora aparte de molestarme también vas a vigilarme todo el día para evitar que tenga amigos?... ¿que demonios te pasa Jungkook?... ¿por qué no puedes dejarme en paz?
Jungkook vio la rabia y desesperación en la cara de Hayley, y entonces no pudo evitar sentir lo mismo también, aunque en realidad no tenía razones, bueno solo el hecho de que le molestaba que Suga y ella fueran amigos.
Con autoridad el muchacho se acercó a ella para tomarla de nuevo, pero Hayley no se dejó.
—ya te dije que no quiero que estés con Suga —soltó Jungkook con molestia. Hayley lo miró seria.
—¿y por qué crees que te voy a hacer caso?... no eres mi amigo, ni mi hermano, ni nada...
Jungkook no supo que decir, por un momento esas palabras le cortaron como el filo de una navaja, pero una vez más lo reprimió y dejó salir ese Jungkook que molestaba y atosigaba a Hayley. En ese momento sintió la necesidad de lastimarla él también.
—yo solo lo digo por el bien de mi amigo, no quiero que se relacione con gente como tú, ¿que van a decir de él?... no quiero que arruine su reputación al juntarse con una mediocre como tú
Y así fue, Jungkook dijo esas palabras de una manera tan iriente que la joven se volvió a sentir miserable. En parte ella sabía que él tenía razón, Yoongi era alguien popular, y ella tan insignificante. Ambos eran complemente diferentes y su amistad no sería bien recibida por nadie, en especial por Yuri, ya que era más que evidente que le gustaba.
Al pensar en ese hecho, a Hayley se le formó un nudo en la garganta, una presión en su pecho apareció y su cabeza se lleno de pensamientos oscuros y doloroso. Tal vez esa era la razón por la que solo se miraban en la azotea, quizás aunque no lo pareciera, a Yoongi si le daba pena que lo vieran con ella.
Pensar eso simplemente la destroso. Sus ojos se aguaron y le costó hablar.
—tú ganas Jungkook...¿feliz? —reveló Hayley en un hilo de voz aguantando sus ganas de llorar— ya no le hablaré más ni me acercaré a él... así que déjame en paz
A paso rápido, Hayley se dio media vuelta antes de que sus lágrimas salieran y se encerró en su habitación. Jungkook no pudo hacer nada más que observarla irse, las palabras que había pensado a manera de contestación se le borraron de la boca.
A pesar del esfuerzo por ocultar sus lágrimas, era evidente que Jungkook lo había notado, sintiéndose culpable y con arrepentimiento dentro de sí.
《Que idiota eres》 Se señaló a sí mismo internamente, deseando retroceder el tiempo para evitar lo sucedido.
Todo el resto de la tarde, Hayley se mantuvo encerrada en su habitación sin salir para nada, ni siquiera cuando llego la hora de la cena. Y a decir verdad Jungkook no podía evitar sentirse impotente ya que era por su culpa.
...
A la mañana siguiente, Jungkook pareció sorprenderse al ver a la joven sentada en el comedor cuando bajó a desayunar. Desde el marco de la puerta la observó detalladamente, sintiendo un leve cosquilleo al ver lo linda que se miraba con esa coleta alta que sujetaba su cabello rosa.
—buenos días... —saludo el muchacho a quienes estaban presentes, pero solo obtuvo respuesta por parte de Hanna ya que su padre no se encotraba y era más que obvió que Hayley no le iba a responder.
—buenos días Jungkook... siéntate a desayunar —le indicó Hanna con amabilidad. Levantándose de su silla para ella misma darle al azabache un plato de fruta y un par de panqueques con miel y azúcar.
Jungkook no espero otra invitación y tomó asiento frente a Hayley. A lo largo de ese tiempo se había dado cuenta de lo buena que Hayley era para ignorar a las personas, y ese día no fue la excepción, ya que a pesar de estar frente a ella era como si no existiera.
Cuando terminaron su desayuno, ambos se despidieron de Hanna y se dirigieron a la escuela. Y como todas la mañanas, se mantuvieron en silencio todo el camino.
Toda la mañana fue así a decir verdad; silenciosa, aunque por dentro ambos no dejaban de discutir consigo mismos.
Jungkook no dejaba de repetirse que era una tonto por las cosas que le había dicho el día anterior a la peli rosa, sintiéndose arrepentido pero a la misma vez negándose a admitirlo.
Y por su lado, Hayley no deja de penar en Yoongi, en sus momentos con él y lo bien que se sentía cuando estaban juntos. Pero, ya había tomado la decisión de alejarse y volver a su soledad, pues gracias a las cosas que Jungkook le había dicho entendía que ambos eran muy diferentes y su amistad podría arruinar la reputación del pálido, cosas que ella quería evitar a toda costa.
...
Las horas pasaron como agua y llego el momento del descanso.
Jungkook por lo generar era de los primeros en salir con la manada de sus amigos, pero esta vez se quedó sentado, viendo a Hayley, vigilandola para que no pudiera irse con Suga a ese lugar misterioso donde solían verse.
Hayley pudo notar la mirada Jungkook sobre ella siguiendo cada unos de sus movimientos. Estaba decidido que ya no iría la azotea y por ende se quedaria en el aula el resto del receso, pero lo que no tenía en mente era que Jungkook se quedaría ahí con ella como un parásito dañino.
Debido a eso la joven se levantó de su lugar y salió del salón con rumbo a la cafetería. En definitiva no iba a quedarse sola con Jeon.
Jungkook al verla irse no tardo en hacer lo mismo, y la siguió sigilosamente por detrás, hasta que la vio entrar a la cafetería y formarse en la fila del almuerzo, por lo que decidió ir con sus amigos para vigilarla desde lejos.
Hayley sabía perfectamente que estando ahí, rodeada de toda esa gente, evitaría que Jungkook se le acercara, así que se sintió aliviada cuando lo vio alejarse.
Tomando su bandeja ya con comida, Hayley caminó por entre las mesas para buscar alguna vacía. No le tomó mucho tiempo cuando logró ver una al final del comedor y se dirigió a ese lugar, pero justo en el momento en que iba a llegar a la mesa, una persona la empujó con su hombro asiendo que su comida callera sobre su chaleco escolar y después al piso.
El sonido del metal de la bandeja chocando con el azulejo llamó la atención de todos los presentes, convirtiéndola en el centro de atención como si fuera un comediante, ya que la miraban con burla ante lo sucedido.
—fíjate por dónde caminas ramita —habló Yuri con burla. Ella había sido la causante de ese incidente, y estaba sumamente feliz y satisfecha por ello.
Hayley no dijo nada, se sentía humillada y esta vez no solo por sus compañeros de clases, si no por la escuela entera.
Todas las miradas y risas se clababan en ella como si fueran cuchillos al aire, así que tratando de ignorar todo eso se agacho al piso y comenzó a recoger todo ese desastre.
Mientras lo hacía no pudo evitar sentir un dolor en su garganta y posteriormente sus ojos cristalizarse.
—déjame ayudarte... —escuchó a su lado con esa voz que la hizo estremecerse y sentir cosquillas en su vientre.
Al girar su rostro vio con claridad a Yoongi a su lado ayudandole a limpiar el desastre. Debido a eso ahora todos estaban en silencio. Todos seguían con sus miradas en ella pero ahora atentamente, con sorpresa en realidad al ver a Yoongi ayudándola.
Cuando terminaron de recoger todo, Yoongi le quito la bandeja de las manos a Hayley y la colocó en la mesa que estaba a su lado, sin importarle que un par de chicos estaban sentados ahí.
Yuri con demasiada rabia se mantuvo parada a un lado observando todo, con sus brazos cruzados lanzandole miradas de odio a Hayley, pero su expresión cambió al ver al imponente Min Yoongi parado frente a ella con una mirada seria y autoritaria.
—discúlpate... —le ordenó Yoongi, viéndola amenazante y enojado.
Yuri hizo un gesto de molestia con sus labios y negó con su cabeza.
—y si no lo hago ¿qué?... ¿vas a golpearme?...no creo que seas capas frente a todos —soltó con cinismo.
A Yoongi le molesto tanto su contestación que se acercó más a ella con rudeza. Yuri sintió miedo al verlo he hizo un paso para atrás, chocando con la mesa que se encotraba detrás suyo.
—pruebame... no dudo que a más de la mitad de los presentes les gustaría ver como te doy un golpe...
Por supuesto que Yoongi jamás se atrevería a golpear a una mujer, pero eso ella no lo sabía. Su mirada aterradora y fría la convenció de que realmente iba a golpearla, pero no solo ella quedo convencida, también todos los prencentes esperaban a que lo hiciera.
Hayley completamente asustada se acercó y tomó el brazo de Yoongi con suavidad para calmarlo. Él enseguida sintió su tacto y se giró a observarla, notando su miedo y desesperación en la mirada.
—fue mi culpa Yoongi... yo fui la que choco con ella —y colocándose frente a Yuri, la joven hizo una reverencia— lo lamento, no volverá a pasar
La muchacha de cabellera castaña solo la observó, y después sin decir nada se dio media vuelta alejándose de ahí, no porque quisiera dejar tranquila a Hayley, si no por la amenazante mirada que Suga aún tenía sobre ella.
Hayley al verla irse sacó un gran suspiro y tomó asiento en una mesa vacía que se entraba a su lado. Sin esperar invitación Yoongi la imitó y recorriendo una silla se sentó a su lado.
—¿realmente ibas a golpearla? —Le preguntó la pali rosa cuando lo vio sentarse a su lado. Yoongi al escucharla sonrió de lado y sacó una ronca risita.
—por supuesto que no, solo lo dije para asustarla
—por un momento pensé que si lo harías... —la joven suspiro de nuevo— lamento mucho haberte puesto en esta situación...
—no te disculpes Hayley... yo siempre voy a estar para protejerte...
—gracias Yoongi...
Ambos jóvenes se sonrieron, mostrando así el cariño que se tenían. Segundos después Yoongi recorrió con su mirada a Hayley para asegurarse de que estuviera bien, pero fue entonces que una muy notoria mancha de comida en su ropa llamó su atención. Esta se encontraba ahí debido al incidente.
Hayley siguiendo la mirada de Yoongi, se dio cuenta de que la estaba viendo en esa zona, así que no pudo evitar sentir pena.
—yo iré al baño a tratar de quitar esta mancha con agua... seguramente no será difícil...
La joven estaba a punto de pararse cuando Yoongi la detuvo. Él Sin pensarlo siquiera, se quitó su sudadera y se la entregó a ella para que la usará.
—pontela... así no se notará —le indicó Yoongi con una sonrisa.
Hayley no dudo en tomarla y se la colocó. Ésta era la chaqueta de su uniforme de baloncesto, la cual tenía grabado "Min Yoongi" en la parte de atrás, por lo que no pudo evitar sonreír al saber que todo el resto del día el nombre del pálido estaría consigo.
—gracias otra vez Yoongi... —le agradeció la joven mientras subía la cremallera de la sudadera hasta su cuello.
—no es nada... —y sonrió.
Hayley no lograba entender que hacia Yoongi ahí si él siempre pasaba su descanso en la azotea, además por lo que sabía odiaba estar rodeado de personas. Pero ese día Yoongi había tomado la decisión de ir a la cafetería no porque tuviese hambre, si no porque al esperar a Hayley en la azotea y no verla llegar, la había ido a buscar para estar con ella.
—¿por qué no fuiste a la azotea hoy? —Le preguntó el muchacho con suma curiosidad. Hayley bajó su mirada pensando en alguna respuesta, obviamente no iba a decirle la verdadera razón.
—tenía hambre y olvidé mi almuerzo... —contestó.
Yoongi estaba a punto de decir algo cuando fue inesperadamente interrumpido por un par de brazos que le rodearon los hombros.
Al girar su cabeza para ver de quien se trataba, reconoció a su mejor amigo de inmediato, quien recorrió una silla y se sentó junto a él, pero en lugar de concentrar su vista en él, está fue directamente hasta la muchacha, recorriendola con la mirada con mucha atención.
—¿tienes una nueva amiga?... —preguntó el chico de cabello castaño con entusiasmo y una voz amistosa— por qué no me dijiste, eres muy bonita... tu cabello me encanta
—gracias... —soltó Hayley avergonzada, sintiendo el calor subir a sus mejillas pues no estaba acostumbrada a los cumplidos.
El joven al escucharla hablar sonrió inmensamente notando lo linda que era, y posteriormente, ignorando por completo a su amigo de piel pálida se levantó de su silla y fue a tomar asiento esta vez junto a la muchacha.
—hasta tu voz es muy hermosa... ¿te gustaría ser mi novia?
—¿eh? —Hayley no tardo en hacer un gesto de confusión al escucharlo hacer esa pregunta. Esta vez definitivamente sus mejillas se pintaron de rojo, y una sonrisa nerviosa se posó en su rostro.
Yoongi al escuchar a su amigo sacó un ligero gruñido, y su ceño se frunció mostrando desagrado.
—ya cállate Hoseok... la estás atosigando... estas actuando raro —señaló serio.
Hoseok sonrió con picardia e hizo un gesto con sus cejas ante las palabras de Yoongi.
—oh... ya entendí... ustedes dos... —comentó con insinuación, señalando a ambos con su dedo índice.
En ese momento ni Hayley ni Yoongi dijeron nada, solamente Yoongi recorrió su silla, se levantó de ahí y colocó su mirada en su amigo.
—quédate con ella, ahora regreso...solo no te comportes como idiota...
Sin dar explicación, Yoongi se alejó de ahí y caminó hasta donde se encotraba la fila para recibir el almuerzo, pero al contrario del resto de alumnos, él se pasó de largo yendo directamente al inicio, metiéndose en la fila como si no hubiera nadie.
Ninguno de los presentes se quejó, pues lo conocían y le temían, así que prefiririeron dejarlo así y esperar unos minutos más.
Mientras tanto, Hayley se había quedado sola con ese muchacho que al parecer se llamaba Hoseok, el cual no dejaba de verla con una amigable sonrisa, aunque la peli rosa no le estaba prestando mucha atención, ya que no había hecho más que ver hacia donde se había ido Yoongi, esperando a que regresase.
—¿como te llamas?... no escuche tu nombre bonita —le preguntó el castaño. Hayley giró su cabeza al escucharlo y volvió a ver esa despampanante sonrisa en él.
—Hayley Miracle, es un placer conocerte... —le señaló la muchacha correspondiendo su sonrisa.
El no pudo evitar notar lo linda que era, así que decidió aprovechar la oportunidad y hacer una jugada para conquistarla.
Llevando su cabello para atras, se colocó en una pose galante y la recorrió con la mirada sin disimulo.
—sabes... era verdad cuando te pregunte si querías ser mi novia
La joven sonrió con timidez, pensando en una respuesta, pero no alcanzo a decir palabra cuando una bandeja de comida siendo colocada frente a ella la interrumpió.
Al levantar la mirada vio a Yoongi de nuevo, él la había colocado ahí.
—ya te dijo que no Hoseok... no estés de enfadoso —habló con seriedad tomando asiento justo a Hayley.
Su amigo hizo un gesto con los labios y también se cruzó de brazos, y luego de unos segundos en esa pose sonrió de lado.
—ya entendí, ya entendí... sé cuando no me quieren y no quiero hacer el mal tercio... mejor me voy —Hoseok enseguida se levantó de su silla, pero antes de irse iclino su cuerpo hacia la muchacha, y con una voz profunda le habló al odio— nos vemos luego bonita... soy J-hope... tú esperanza, no lo olvides —y se marchó.
Hayley solamente le asintió con una sonrisa, mientras que Yoongi lo mataba con la mirada. Era su mejor amigo, pero en definitiva a veces podía ser un fastidio.
Cuando el castaño se fue, Yoongi se volvió a incorporar en su lugar con comodidad. Sonriendo vio a la muchacha la cual comía del almuerzo que él mismo le había traído, y eso de dio felicidad.
—lamento si te incómodo Hoseok... es mi mejor amigo pero no puede evitar ser un idiota con las chicas...
—esta bien... parece agradable... —señaló ella.
Hayley siguió comiendo de su almuerzo mientras Yoongi solamente la observaba. Ambos ya estaban acostumbrados a su silencio, así que estar de esa manera no era incómodo para ellos.
Aún así, luego de un par de minutos, Yoongi decidió hablar.
—salgamos esta tarde a algún lugar... —propuso repentinamente. La joven dejo de comer en cuanto lo escuchó y posteriormente respondió.
—¿a donde?
—a donde sea... cualquier lugar es bueno... llevo días aburrido
—esta bien... —aceptó la muchacha con una sonrisa— ¿dónde nos vemos?
—en ningún lugar, yo paso por ti a tu casa... ¿te parece bien a las 4:00pm
—me parece muy bien
—bueno, nos vemos entonces...
Por su parte, luego de alejarse, Hoseok se fue directo a la mesa de los populares donde se encotraban sus amigos, incluyendo a Jungkook.
Todos ellos habían sido ajenos al comportamiento de Yuri con Hayley, pues ya conocían lo problemática que era y ya no les importaba. El único que había observado todo atentamente había sido Jungkook, el cual se encotraba sumamente molesto por ver a Suga y Hayley juntos.
—¿que te dijo Suga? —Indagó él azabache a Hoseok, quién tomó asiento a su lado.
—nada en especial... solo está con una amiga suya, más bien parece su novia —explicó el castaño— es una chica muy bonita... de haberla conocido antes la hubiese invitado a salir, pero al parecer Suga me ganó...
—¿te dijo que estaba saliendo con ella?
—no... pero a mí me parece que ya no tardan en hacerlo
Esa respuesta le molesto tanto al azabache que formó un par de puños con sus manos, de ninguna manera iba a permitir que ellos terminarán juntos a pesar de haberle dicho a Suga lo contrario.
Hayley le pertenecía a él y solo a él, y por nada del mundo iba a dejar que alguien más se la arrebatará...