Mi Bully

C A T O R C E

Éste sin duda no había sido un muy buen día para Jeon Jungkook. Había tratado de distraer su mente todo ese tiempo, pero nada lo había podido alejar de pensar en Hayley y su amigo Suga teniendo una cita entre ellos.
Le daba rabia, Sí,  estaba molesto, Sí, quería tenerla encerrada solo para él, sí. 

Ese tipo de pensamientos comenzaban a darle miedo. Su deseo por tenerla, tocarla, entre otras cosas, se estaba asiendo cada vez más grande y fuerte, a un punto donde ya no podía controlarse ni contenerse. 

Como por milésima vez en el día, dirigió su mirada al reloj de su mesa de noche, notando que se acercaban las 10:00pm. 《¿Por qué carajo no llega?》 Se preguntó a si mismo con desespero, imaginándose un sin fin de cosas por las cuales la peli rosa aún no llegaba, sobretodo la imagen de la joven desnuda, con el cuerpo de su amigo igualmente desnudo sobre ella, ambos sudando y gimiendo sus nombres con intensidad.
Tener ese tiempo de pensamientos lo lleno de rabia, pero casi al instante ese sentimiento fue interrumpido por el sonido de la puerta de entrada. 

Dando pasos grandes, Jungkook salió de su habitación y se dirigió hacia la entrada de la casa con velocidad, esperando ver a Hayley llegar para así poder interrogarla, pero sus esperanzas desaparecion al ver a su padre entrando. 

—papá... llegaste... —soltó el azabache al verlo. Gong Yoo mostró un gesto de sorpresa al ver a su hijo ahí, ya que no era común que lo esperase a que llegara de sus juntas con sus socios. 

—Jungkook, hijo ¿necesitas algo? —Preguntó. Jungkook mostraba una mirada desesperada y angustiada, algo que no pudo pasar desapercibido para su padre. 

El más joven de los Jeon, se quedó en silencio unos minutos pensando en que responderle a su padre. No quería para nada mostrar su intenso interés por Hayley, pero estaba tan ansioso que no le importó. 

—padre... Hayley no llega y ya casi son las diez —Gong Yoo sonrió al escucharlo. 

—déjala... ya llegará hijo... tengo entendido que Hanna le da permiso hasta las once, aun tiene tiempo... 

—¿hasta las once?... pero es muy tarde para que ande en las calles a esa hora... además no a dejado de llover... 

—no te preocupes Jungkook... seguramente Jin no la dejara venir sola... además, sé que Hanna la deja dormir con él si se le hace muy tarde 

—pero es que ella no esta con Jin —soltó con seriedad y desespero— Hayley salió con otro chico... 

—en ese caso, él la traerá a casa... tú tranquilo hijo... ambos sabemos que Hayley es una joven tranquila que no suele salir mucho con amigos, así que déjala disfrutar... quizás la esté pasando muy bien con ese muchacho y por eso se está tardando... 

Las manos de Jungkook se hicieron puño al escuchar tales palabras salir de la boca de su padre. Estaba completamente desesperado y ahora mucho más. En definitiva ya no podía, ya no podía esperar ni un minutos más a que Hayley llegase, necesitaba ir por ella aunque le contase empaparse con la lluvia. 

—saldré un rato —le señaló a su padre. Era normal que Jungkook fuese a fiestas o saliera con sus amigos los viernes por la noche y los fines de semana, así que a pesar de que ya era algo tarde, a su padre no le pareció extraño que su hijo saliera, y solamente asintió. 

—no llegues muy tarde... —fue lo único que le dijo. Y sin más se retiró a su estudio. 

Rápidamente, Jungkook subió a su habitación y se colocó una chaqueta para cubrirse de la lluvia, luego salió casi corriendo de la casa para ir al garaje a montar su reciente motocicleta nueva, la cual su padre le había regalado por su cumpleaños. 
Con dieciséis años, aun no estaba apto para conducir un auto, pero esa edad ya le permitia poder manejar una motocicleta y sacar una licencia que ya tenia gracias a los contactos de su padre. 

Con la lluvia sobre su cabeza, el joven arrancó su motocicleta y salió por las rejas de su gran casa. Él ya sabía dónde vivía Suga, así que no le era nada difícil llegar hasta la casa del pálido, aunque no estaba seguro si Hayley se encotraba ahí, y es que no tenía el número del móvil de ella para llamarla, y tampoco quería llamar a Suga. 

Además no tardo mucho en llegar a su destino. Cuando llegó, su motocicleta la estacionó en medio del callejón junto a una bicicleta y luego prosiguió quitándose el casco para dejarlo ahí también. La lluvia ya estaba más tranquila, pero aún así su cabello estaba mojado, o tal vez se debía al sudor de su desesperación por encontrar a Hayley. 

Subiendo de dos en dos los escalones, llegó hasta el segundo piso de la tienda de conveniencia donde Suga vivía, y con sus nudillos tocó la puerta con fuerza. Con desespero espero un par de segundos, hasta que la puerta se abrió, dejando ver a un Suga con el cabello mojado, con el torso desnudo, y pequeñas gotas de agua recorriendo su piel. 

—...JK... ¿que haces aquí? —Habló el pálido con suma sorpresa al ver al peli negro ahí. Él azabache se mostró serio, llenando su cabeza de imágenes que comenzaron a atormentarlo. 

— ¿Hayley esta aquí? —Soltó manteniéndose serio, tratando de ver hacia el interior de casa buscando a la muchacha. 

Yoongi sonrió de lado al ver a su amigo tan desesperado. Era más que evidente que estaba interesado en Hayley, de hecho loco por ella, y no iba a desaprovechar la oportunidad para cabrearlo un poco. 

—¿Hayley? ¿Por qué debería estar aquí? 

—¡te vi irte con ella maldita sea!... —contestó Jungkook molesto, cayendo en el juego de Suga— ¡tiene que estar aquí! ¡necesito verla ahora! 

Sin invitación, Jungkook hizo a un lado a su amigo de manera agresiva y entró a la casa como si esta fuera suya. Con su mirada se dedicó a observar hasta el más mínimo rincón de sus alrededores, buscando obviamente a la joven de cabellera rosa. 

—¿quieres tomar algo? —Le preguntó Suga con una sonrisa en él rostro. Jungkook lo observó y enseguida negó con su cabeza. 

—¿por qué estas sin camiseta? —Indagó él azabache con su mirada aún molesta y sería. Suga sacó una risa ronca antes de contestar. 

—estoy en mi casa... puedo estar desnudo si quiero —respondió. 

Era verdad, esa era su casa y podía estar en ella como le diese la gana, pero a Jungkook no le pareció, no al saber que probablemente Hayley había estado ahí. 

—solo dime ya si Hayley estuvo aquí y necesito saber donde está ahora... 

—yo creí que no te interesaba si la invitaba a salir 

—solo responde de una vez... ¿estuviste con ella? 

—si nos viste, es más que obvió que estuvimos juntos 

—¿tuvieron sexo? 

—¿tuvimos qué? —El pálido volvió a reír— ¿que pregunta es esa? ¿a donde quieres llegar con esto? 

El razonamiento entró en la cabeza de Jungkook en ese momento, preguntándose que hacía ahí, y por qué se estaba comportando de esa manera. Estaba por entrar en razón, cuando el sonido de una puerta siendo abierta lo interrumpió. 

—¿Jungkook?... 

Frente a sus ojos, apareció Hayley saliendo del baño. Y en tan solo un par de segundos recorrió su cuerpo de la cabeza a los pies, notando que su cabello estaba igual de mojado que el de Suga, y que además de eso, estaba usando ropa de él. 

No hubo tiempo ni de reaccionar, cuando Jungkook hizo su mano puño y le lanzó un golpe en la cara a Suga. El pálido cayó al piso enseguida con el labio reventado. 

—¡¡como pudiste inbecil!!... ¡¡ella es mía!! 

Suga escupió sangre por la boca, y a pesar de que le había dolido mucho el golpe, lo único que hizo fue reirse de la situación. Hayley por su lado se quedó pasmada por lo que acaba de ver, no sabía como reaccionar, estaba asustada, y no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando. 

—¿te volviste loco? —Le señaló Suga aún con una lijera risa en sus labios, levantándose del piso y dirigiendo su mirada a la asustada muchacha de cabello rosa— ... o es que acaso ella te tiene loco... 

Jungkook no dijo nada y le lanzó otro golpe, estaba incontrolable, su mirada era completamente distinta, llena de odio y rabia, además que el color blanco en sus ojos se había teñido de un rojo intenso, tal como el de su rostro.
Suga volvió a caer al piso, pero esta vez Jungkook se abalanzó sobre él y lo siguió golpeado. 
Vaya que eran golpes fuertes, pero Yoongi había decidido no defenderse y solamente se cubrió como pudo. 

Ante eso, la joven logró reaccionar y se lanzó contra Jungkook para intentar detenerlo. Con sus manos lo sujetó de los hombros tirando hacia atrás, pero no era suficiente, él era demaciado fuerte. 

—¡¡Jungkook por favor detente!! —Suplicó la muchacha con desespero y al borde del llanto. Tenía mucho miedo, Jungkook le daba mucho miedo. 

De una patada, Yoongi logró apartar a Jungkook de él. Había logrado esquivar la mayoría de los golpes que le había lanzado, pero aún así tenía algunas heridas en su cara que estaban sangrando. 
Hayley corrió hasta él cuando lo vio liberarse, poniéndose a su altura para revisar sus heridas. 

—¿estas bien?... —le preguntó ella, pero Yoongi no pudo responderle pues enseguida Jungkook la tomó del brazo con fuerza y la apartó de él. 

—¡Tú te vienes conmigo ahora!... —le señaló el peli negro, jalandola del brazo con agresión. 

Hayley no supo como pero logró soltarse del agarre de Jungkook. 

—¡yo no voy contigo a ninguna parte!... 

Jungkook había deseado verla todo el día, y ahora la tenía frente a sus ojos, pero en una muy mala situación. Claramente la joven se encotraba furiosa y asustada, al verla podía sentir su temor y odio hacia él, un odio que gracias a su inmadurez estaba aumentando cada vez más. 
Verla asi lo hizo calmarse un poco, y a pesar que quería seguir golpeado a Suga para liberarse de la rabia, se contuvo. 

—te doy cinco minutos para que tomes tus cosas y bajes... si no lo haces, voy a venir por ti y te llevare a la fuerza... 

Y sin más, el controlador Jeon Jungkook, se dio la vuelta y salió de la casa dando un muy fuerte portazo. Hayley al verlo irse, se acercó al pálido, quien ya se encontraba sentado en el piso. 

—Yoongi ¿estas bien? ¿Te duele mucho? —Le preguntó ella con agustia, revisandole las heridas para ver que tan gravez parecían. 

El pálido no respondió, lo único que hizo fue reirse con una risa gruesa y profunda. La situación para él era muy divertida, sobre todo ver a Jungkook de esa manera. 

—nunca lo había visto así por una chica —soltó Yoongi luego de reír— parece que esta enamorado de ti... 

—no está enamorado de mí —mencionó la joven al instante— esto solo lo hace para molestarme... no tiene ninguna otra razón para hacerlo que no sea para fastidiarme... a Jungkook lo único que le interesa es atormentarme y causarme problemas para sentir que tiene el control de todo y de todos... 

Yoongi sabía que no era así, él era hombre, entendía como actuaban los chicos cuando estaban locos por una mujer, y a decir verdad, Jungkook parecía mucho más que eso, él definitivamente estaba enamorado, pero ni él, ni Hayley se atrevían a aceptarlo. 

—baja ya o él vendrá de nuevo, y créeme que te llevará a su manera... —advirtió Yoongi a la muchacha, pero ella negó enseguida. 

—no quiero ir con él a ninguna parte... no quiero ni verlo... 

—vamos Hayley... no quiero que tengas más problemas con ese simio... yo estoy bien... Jungkook golpea como niña... 

La joven se quedó en silencio un par de segundos y luego asintió. Era mejor hacerle caso a Jungkook o definitivamente volvería y probablemente golpearia una vez más a Yoongi. Y lo que ella menos quería, era que él pálido saliera perjudicado otra vez. 

—¿seguro que estas bien? —Volvió a preguntar la muchacha. Yoongi le sonrió y se levantó del piso. 

—seguro... ahora ve... nos veremos en la escuela el lunes —y como siempre solía hacer, le revolvió el pelo con ternura y le sonrió. Ella no dudo en devolverle la sonrisa, pero esta vez, más que eso, le dio un abrazó sorpresivo que lo dejo helado y con el corazón acelerado. 

—adiós Yoongi... 

El pálido solo se quedó parado y la vio irse, mientras que Hayley salió de la casa con un rostro completamente enojado. Desde la puerta de entrada, vio a Jungkook esperándola abajo recargado en su moto, con un rostro serio y los brazos cruzados. 
Ella bajó las escaleras con rapidez y se siguió de largo, pasando por un lado de Jungkook, ignorando completamente su presencia, ignorando completamente su mirada sobre ella. 

—¡EY!... —Gritó el azabache al verla irse caminando, y enseguida corrió tras ella— ¡¿a donde crees que vas?!... ¡¡súbete a la moto ahora!! —Ordenó. 

—vete tú solo, yo ya te dije que no iré a ningún lado contigo... —le respondió la muchacha sin dejar de caminar, pero Jungkook la tomó del brazo y la detuvo. 

—¡súbete a la puta moto Hayley! —Exigió Jungkook con enojo, pero aún así la joven se negó— ¡¡SÚBETE AHORA!! ¡¡DEJA DE ACTUAR COMO UNA PERRA!!... 

Jungkook no pudo decir más. Su rostro se giró involuntariamente ante la mano de Hayley. Ella le había soltado una fuerte bofetada, una bofetada que se tenía bien merecida. 
Con su mano en la mejilla, Jungkook volvió a girar su rostro a su anterior posición, concentrando su mirada en Hayley. Notandola realmente molesta, con una mirada fría y llena de odio, cosa que lo enfureció aún más.
Sin dejarla reaccionar, Jungkook la tomó de ambos hombros, y la acorraló en la pared del callejón, poniendo sus manos a cada lado para que la joven no pudiera escapar. 

En esa posición sus miradas se conectaron, mostrando lo furiosos que estaban el uno con el otro. Los ojos de Hayley mostraban odio, rencor y repulsión. Mientras que en Jungkook se podía ver enojo, desesperación y deseo. 

—Jeon... 

Y la beso. Jungkook no dejo que la joven dijera nada. Con posesividad, estampó sus labios con los de ella, en un beso forzado, lleno de lujuria y desesperación. Para Hayley fue tan sorpresivo que por un instante todo su cuerpo se paralizó. Cuándo logró reaccionar trató de separarse y empujar a Jungkook lejos de ella, pero fue inútil, él la tomó con mucha más fuerza, e intentó meter su lengua en la boca de la joven. 

Era un beso sucio, salvaje, bestial, algo torpe porque Hayley no quizo corresponder, pero a pesar eso Jungkook siguió besándola y pasando su lengua por sus labios, saboreando y deborando cada parte que podía de ellos. Y aunque no tuviera acceso al interior de su boca, lo estaba disfrutando. 

Fue entonces cuando Jungkook se separó un poco para tomar aire que Hayley logró escapar. Lo primero que hizo fue tocarse sus labios con los ojos llenos de lágrimas. Jungkook al verla así trato de acercarse, pero una vez más la joven le soltó una bofetada. 

—aléjate... ¿por qué haces esto?... —le preguntó la joven entre lágrimas, y la voz quebradiza. 

Jungkook se mantuvo serio, seguía molesto, seguía deseoso por ella, había perdido completamente la cabeza ante ese beso tan satisfactorio, y en definitiva quería más, su cuerpo desesperadamente le exigía mucho más, quería tener todo de ella, toda su piel, todo su cuerpo solo para él. Y en ese momento solamente tenía claro que la deseaba y la quería, sin importarle lo que ella sintiera. 

—¡porqué eres mía! ¡no lo olvides Hayley! —respondió con un brillo de bestia en sus ojos. 

Y ágilmente volvió a tomar a la joven enrollando sus brazos al rededor de su cintura. Trató de besarla, pero esta vez Hayley no lo dejó, y forsejeando logró escapar para salir corriendo de ahí. 

Jungkook no lo dejó así. Cuando la vio huir, corrió tras ella, siguiéndola hasta las calles de Hongdae, donde la perdió entré la multitud de personas que disfrutaban de su noche. Desesperado, regreso a donde se encotraba su motocicleta y se trepó en ella para salir a buscar a la muchacha. Sabía que estaría cerca, no podía haber llegado muy lejos. 

Por su lado, Hayley salió de hongdae y siguió caminando por las calles asegurándose de que Jungkook no la estuviese siguiendo. A los pocos minutos encontró una cabina telefónica y no dudo en entrar. Su teléfono móvil estaba sin batería, y no podía regresar a casa sola, no con Jungkook buscándola, así que decidió llamar a Jin para que fuese por ella y la llevase a casa. 

Al descolgar el teléfono, la joven marcó el número de su amigo (el cual sabía de memoria)y espero a que respondiera.
No pasó mucho tiempo cuando la voz de Jin se escuchó a través del aparato. 

—¿hola?... ¿Quien habla? 

—soy Hayley, Jin —le respondió la joven enseguida— me quedé sin batería y necesito que vengas por mí, estoy cerca del metro de hongdae... 

—voy enseguida, pero ¿paso algo? Te escuchas agitada 

—no no, nada —mintió— sólo se me hizo tarde y necesito llegar antes de las once o mi madre se enojara 

—okey... espérame fuera del metro... llego en unos minutos... 

Hayley colgó el teléfono y salió de la cabina. La entrada del metro estaba a la vuelta, por lo que solo caminó un poco y se sentó en la parada del autobús que se encotraba ahí. 
En todo momento se mantuvo atenta, viendo las calles con desespero para ocultarse si Jungkook la encotraba. 

Tenía miedo de él, un miedo completamente diferente al que anteriormente sentía cuando la molestaba en clases. Esta vez había cruzado la línea, la había besado, le había robado su primer beso y ahora el recuerdo de ese primer beso sería doloroso, miserable, y repugnante. 
Aunque en parte no recordaba con exactitud lo que había pasado, en su mente tenía una cortina de humo que le dejaba todo borroso. 

Y es que aún le era difícil creer que Jungkook, el badboy, su acosador, su bully, la había besado de esa manera tan salvaje, desesperada y forsada, como si estuviera deseoso por ella, como si realmente quisiera hacerlo. 
Hayley estaba convencida de que este era un sucio y muy cruel juego de Jungkook para humillarla y lastimarla, pero la joven estaba tan cansada de su juego que no iba a dejar que lo hiciera de nuevo. 

El tiempo a solas, en esa banca, con el viento fresco de la noche, y las luces de la calle como paisaje, la hicieron olvidarse de todo. 
Sin darse cuenta, la ropa de Yoongi que olía él, la mantenía calmada, dándole consuelo, como si fuera él quien la tuviera abrazada susurrandole que todo iba a estar bien. 

Con tan solo su olor, y la calidez de sus prendas, la joven se dio cuenta de lo importante que Yoongi se había convertido para ella. En ese momento deseo tenerlo junto a ella y escuchar su profunda voz, pero solamente pudo abrazarse así misma con fuerza imaginandoselo a él. 

Unos cuantos minutos después, el sonido de un pitido llamó su atención. Al levantar la mirada vio a su amigo Jin trepado en su motocicleta al lado de la acera, Hayley se sintió completamente a salvo al verlo, y enseguida caminó hasta él para subirse en la moto e irse, pero justo antes de llegar a donde se encotraba su amigo, una mano la tomó de la muñeca y la alejó, tirando de su cuerpo para el lado contrario. Jungkook la había encontrado. 

—¿a donde vas?... ¡tú te vienes conmigo ahora! 

La joven comenzó a temblar en cuanto lo vio, y no dudo en soltarse de su agarre, pero no pudo, Jungkook la jaló con fuerza y comenzó a llevarla contra su voluntad. Hayley lo único que pudo hacer fue dirigir su mirada a Jin quien estaba bajando de la moto para acercarse. 

—Jin esta allá... no es necesario que tú me lleves —le dijo la joven tratando de soltarse. 

—¿que esta pasando?... —preguntó Jin al ver la escena. Jungkook se mantuvo sonteniendo la muñeca de Hayley con fuerza impidiéndole irse, y en esa posición le lanzó una mirada profunda al muchacho. 

—no es necesario que la lleves, yo ya estoy aquí, yo la llevare, ella viene a casa conmigo... —declaró posesivo. 

Ambos chicos se llevaban bien desde que se habían conocido, pero en ese momento, con sólo mirarse, supieron que estaban en una guerra donde Hayley estaba en el medio.
Al ver que Jungkook estaba dispuesto a irse y llevarse a Hayley a la fuerza, Jin reaccionó de manera ágil y la tomó del brazo atrayendola a él. 

El enojo de Jungkook fue más que evidente, si las miradas mataran, Jin ya estaría muerto en ese instante. Pero no era el único que se encotraba de esa manera, Jin también estaba molesto, Su mirada parecía lanzar cuchillas hacia el peli negro, en definitiva se estaban matando por dentro. 

—ella viene conmigo... no sé que hacías por aquí pero Hayley me llamó a mí... así que yo la llevare... 

Después de decir aquello, Jin caminó hacia su moto, tomando la mano de Hayley para irse con ella, pero era más que obvio que Jungkook no se iba a quedar de brazos cruzados, y una vez más tomó la muñeca de la joven con agresión atrayendola a él de un jalón. 

—¡ya dije que ella viene conmigo! —Exclamó el peli negro con los dientes apretados y un rostro furioso— vete Jin... no te entrometas 

—¿acaso hay algo en lo que no deba entrometerme?... ¿quieres explicarme que es? —Jungkook no dijo nada, solo se quedó callado. Entonces Jin volteo a ver a su amiga— Hayley, dime... ¿Qué pasa entre ustedes? 

La joven estaba temblando, tenía miedo y sus ganas de llorar no la dejaban hablar. Quería explicarle a Jin lo que pasaba antes de que todo se saliera de control, pero su voz no salia. 

—lo que pase o no pase entre ella y yo, no es asunto tuyo... —soltó Jungkook de mala manera. 

Jin volvió a tomar a Hayley de la mano y la puso detrás de él a manera de protección. Jungkook trató de impedirlo, pero Jin lo detuvo. 

—no la toques... ella irá conmigo te guste o no... ahora aléjate y déjala en paz si no quieres que rompa la cara a golpes... 

—quiero ver que lo intentes... 

Hayley supo en ese momento que tenía que intervenir o ambos terminarían en una pelea ahí mismo.
En medio de los dos muchachos, la peli rosa se posiciono impidiéndo su acercamiento, y posteriormente continuó colocando su vista en su hermanastro. 

—Jungkook por favor basta... Jin me llevará a casa, yo lo llamé y quiero que sea él quien me lleve... 

Esta vez Jungkook reaccionó diferente. El enojo pareció desvanecerse de su cara y un rostro decepcionado se le formó. 

—por favor ven conmigo Hayley... —Suplicó. La joven lo observó atentamente y negó con su cabeza. 

—no Jungkook... necesitas calmarte... 

Jin notó como Jungkook comenzaba a relajarse y actuar más tranquilo. Él aún seguía molesto, así que para evitar salirse de control, caminó a su moto y se sentó sobre ella para esperar a la muchacha, aún así se mantuvo atento por si tenía que intervenir. 

Los hermanastros por su lado, se quedaron solos a unos cuantos metros de distancia de Jin. Jungkook había logrado calmarse, pero aún quería estar a solas con Hayley. 

—hablemos... —señaló— solamente hablemos entonces... 

—¿sobre qué?... no me parece que tú y yo tengamos algo de que hablar 

—de nosotros... de nuestros roces... nuestro encuentro en ropa interior en el almacén de la escuela... de nuestro beso... 

—no sé de qué me estas hablando... —indicó con frialdad la muchacha. Jungkook por alguna razón se sintió dolido, pero a al vez frustrado. 

—¿tratas de joderme?... estas jugando con fuego Hayley... sabes perfectamente de lo que te estoy hablando 

Y Volvió a enojarse. Fue demaciado evidente que Hayley decidió darle la razón para evitar una pelea otra vez. 

— de acuerdo... hablemos... pero será cuando estemos ambos en casa, y no insistas en llevarme porque no me iré contigo... 

—como quieras... 

Hayley se dio media vuelta y fue a donde estaba Jin, luego se trepó en la moto y segundos después se fueron de ahí. Jungkook solamente los vio irse, para después él hacer lo mismo y marcharse.







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#19815 en Novela romántica

En el texto hay: dolo, amor, odio

Editado: 10.07.2022

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