Mi Cálido Secreto

5. Tommy.

—¿Puedo pedirte que me lleves a casa de Michael? Por favor —el chico la miró por un momento para tratar de comprender la situación.

 

—Claro, te llevaré a su casa, tu solo dime en que dirección debo ir —Adam estaba nervioso y su voz lo delataba por completo. 



 Korina se mantuvo tranquila durante todo el camino aunque su corazón estaba destrozado y quería llorar, el camino por alguna razón se veía más oscuro que de costumbre para ella. Pasaba de la medianoche cuando llegaron a la casa de Michael, Adam bajó del auto para tocar el timbre de la casa, era una gran casa; por lo visto aquella familia era muy próspera y sus mansiones lo confirmaban.



—¿Quién es? —una voz femenina que parecía muy somnolienta resonó. 



—Disculpe, ¿está Michael? Es un asunto urgente —respondió Adam mientras miraba de reojo a Korina que aún estaba en el auto. 



—¿Qué pasa Adam? —la voz de Michael se escuchó segundos después— ¿estás bien?. 



—Si, yo estoy bien, pero Korina discutió con su padre y me pidió que la trajera hasta aquí —se aclaró un poco la garganta antes de seguir hablando— y no quisiera dejarla sola en otro sitio.

 

—Entiendo, gracias por traerla, por favor entren —el portón se abrió y Adam regresó al auto para ingresar al lugar.

 

—Todo estará bien —dijo el chico luego de detenerse al frente de la puerta.

 

—Gracias por traerme hasta aquí, Tommy —Adam resopló y ella dió una media sonrisa que esperó que él no notara.

 

—Por esta noche seré Tommy —dijo el chico mientras miraba detenidamente a la chica— pero sería lindo que mañana recuerdes mi nombre.

 

—Claro, seguramente eso pasará algún día —Korina le dió un beso en la mejilla y se bajó del auto, la puerta de la casa se abrió y Michael apareció para luego hacerle señas para que bajara del auto y entrara.

 

 Adam no sabía exactamente para que Michael lo estaba llamando, pero no le molestaba beber algo de agua antes de regresar a casa ya que era muy tarde, alcanzó a Korina y la sostuvo del brazo ya que de pronto ante sus ojos se veía muy débil e indefensa.

 

—¿Qué fue lo que pasó? ¿Están ustedes bien? —preguntó la mujer junto a Michael notablemente preocupada mientras ponía su mano en su espalda— ¿él no los golpeó verdad?.

 

—No, afortunadamente solo fue una bofetada....... ¡Hola, criaturita! —le habló al vientre de su tía con dulzura, para luego acariciarlo.

 

—Oye, oye, sabes que el bebé se pone como loco cuando escucha tu voz —se quejó Michael, pero fue detenido por su esposa.

 

—Deja que el bebé conozca a la niña, después de todo será de la familia dentro de poco —acarició la cabeza de Korina que aún estaba pegada a su vientre de ocho meses.

 

—Creo que será mejor que me vaya —Adam supo que aquel lado dulce de ella era desconocido, por lo que creyó que mientras menos supiera más viviría.

 

—No, por favor, toma un trago conmigo —lo invitó Michael apresuradamente— será por poco tiempo.

 

—Tío, hoy Adam declaró su amor por mí —el chico sintió su alma salir de su cuerpo al ver la mirada amenazante del hombre— ¿debería salir con él?.

 

—Ningún hombre es merecedor de tu angelical compañía —Adam reprimió con todas sus fuerzas la carcajada que le había sobrevenido súbitamente.

 

—Entonces lo dejaré en tus manos —la mirada de Michael se fijó en la de Adam quien por alguna extraña razón creyó escuchar la voz de la muerte llamándolo.

 

—Vamos por un trago —le hizo señas al chico para que lo siguiera.

 

 Todo estaba normal hasta que de pronto Michael dejó de hablar y sólo se quedó en silencio con lo que parecía ser su mejor cara de asesino serial, en un movimiento rápido le dió un golpe a la mesa y con su arma desenfundada (estaba descargada, pero Adam no sabía de ese pequeño detalle) lo apuntó entre las cejas; el chico se quedó quieto sólo mirándolo con seriedad, aunque esto era involuntario ya que su expresión parecía haberse quedado congelada en su rostro, de la nada el hombre del arma comenzó a reírse mientras bajaba el arma para después guardarla.

 

—¡Ya veo! Eres un hombre con nervios de acero —por su expresión se veía un poco satisfecho— eso me agrada, es posible que en el futuro te permita salir con mi querida Korina.... como ya debes saber, ella es muy frágil y algunas personas podrían considerarla un blanco fácil para intimidar......

 

—¿Quién en su sano juicio se atrevería a intentar intimidar a Korina?..... cierto.... yo —pensó mientras veía la boca de Michael moverse sin parar, pero él no conseguía escuchar nada de lo que decía— ¿acaso olvidó que se la llevaron arrestada por amenazar a otras chicas con un bate de béisbol?.

 

—¿Qué piensas entonces? —la pregunta lo sacó de sus pensamientos sólo para descubrir la mirada de expectación dibujada en el rostro del hombre frente a él.

 

—Creo que es una excelente idea..... con todo gusto aceptaré —sus palabras salieron sin siquiera dudarlo, aunque su cerebro de pronto le dijo "nos estás metiendo en un problema muy serio", responder de esa manera nunca traía nada bueno.

 

—Me alegra que estés dispuesto a hacer esto por mí sobrina..... ella de verdad es alguien que vale la pena... a decir verdad eres el primero en llegar tan lejos..... te felicito Adam; entonces enviaré a alguien por tí mañana en la mañana, empezarás el entrenamiento táctico cuanto antes —el chico de pronto sintió deseos de irse del país en ese mismo instante.

 

—¿Entrenamiento táctico? —esperaba que Michael se riera como lo había hecho con el tema del arma.

 

—Me siento mucho más tranquilo al saber que ella estará bien cuidada a tu lado —el chico tomó un gran trago de su bebida para disimular las ganas de llorar que lo acosaban— ¡oye! No lo bebas tan rápido, es un licor muy fuerte.



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En el texto hay: amor secreto, venganza adolescente

Editado: 02.11.2021

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