Mi Cálido Secreto

6. El viaje.

—Michael, detente, ¿no ves que los dos están vestidos? —la mujer intervino para evitar una tragedia— seguramente no hicieron nada..... además; sabes muy bien que nuestra Korina no es ese tipo de niña.

 

—Tienes razón —respondió después de pensar un poco en las palabras de su esposa— aunque ella ya es una mujer.....

 

—¿Es hora de irnos? —preguntó Adam quien se había despertado por la charla de ellos.

 

—No, descansa un poco más —dijo Michael bajando la guardia ante la situación.

 

—Creí que el entrenamiento empezaría un poco más temprano —Adam se levantó luego de darle un beso a Korina en la cabeza y dejarla bien cubierta e indicarles que salieran para no despertarla— hablemos fuera.

 

—¿Qué entrenamiento? —parecía algo confundido ante aquel argumento del chico.

 

—Dijo que debía iniciar un entrenamiento......

 

—Eso era una broma....

 

—Aún así, a mí me gustaría salir con ella y quiero que usted confíe en que ella estará en buenas manos; ustedes son las personas que ella más aprecia por eso yo....

 

—No se diga más, entonces alistaré un entrenador especial para tí desde mañana —Adam asintió con seriedad— ahora regresa a dormir; bebimos demasiado anoche, descansa un poco más.

 

 Adam obedeció y volvió a acostarse al lado de ella sigilosamente. Un par de horas más tarde él se fue a su casa para cambiarse de ropa e ir a sus clases, sin embargo, Korina no apareció sino hasta después del almuerzo; él quería acercarse a ella, pero lo consideró peligroso dado que estaba acompañada de sus amigos, que por sus miradas no veían la hora de hacerlo picadillo y alimentar a las pirañas del acuario con sus restos.

 

 El día pasó lentamente para ellos y las clases parecían cada vez más tediosas y desagradables. Él decidió que lo mejor era concentrarse en lo suyo mientras podía, de esa manera y con suerte el día pasaría más rápido; por otro lado Korina no titubeó ni por un segundo y se quedó dormida como de costumbre.

 

—Korina, despierta, las clases ya acabaron —la voz de Kevin la despertó con dulzura como siempre— es hora de ir a los videojuegos.

 

—Tengo mucho sueño —dijo mientras se negaba a levantarse, Kevin sabía qué hacer en esas situaciones así que se la llevó en brazos.

 

—Los chicos nos están esperando en el estacionamiento, ¿te desvelaste jugando de nuevo?.

 

—Algo así..... Tuve otra pelea con mi padre y me fui a casa de mi tío —Kevin y los demás estaban conscientes de toda la problemática familiar de ella.

 

—Debí haberlo sospechado, siempre que estás así es por causa de él —Korina le pidió que parara y que la bajara minutos después.

 

—¿Dónde estabas metida? —preguntó Scott notablemente preocupado.

 

—Se quedó dormida en el salón, no la regañes, acaba de despertarse —intervino Kevin llegando cerca de su auto con su aire despreocupado— ¿crees que puedas conducir?.

 

—Claro, no estoy tan mal —dijo con una sonrisa en el rostro para después subir al auto.

 

 El grupo salió del lugar hacia el centro donde se reunían todos para jugar como cada viernes por la noche; la rutina de los chicos era bastante clara cada día practicaban un deporte diferente de acuerdo a los clubes a los que pertenecía cada miembro de la pandilla, sin embargo, los viernes por la noche eran sólo para divertirse en los videojuegos.

 

 Las semanas pasaron y ella seguía su rutina, pero Michael la veía cada vez más triste, Adam por otro lado había avanzado muy rápido en su entrenamiento táctico, además de que esto le ayudó a unirse al club de Rugby de la universidad, los amigos de Korina aún no confiaban en él por lo que todo contacto físico y visual estaba totalmente prohibido, aunque ellos ignorasen el hecho de que el chico la llamaba todas las noches antes de dormir.

 

—¿Qué tienes? —preguntó Michael que estaba desparramado en el sofá de la sala con ella en brazos, tenía semanas notando que ella estaba un poco triste (además de que muchas de sus botellas de licor favoritas habían estado desapareciendo últimamente y sin explicación)— ¿por qué estás triste?.

 

—No es nada es solo que cada vez que veo a mi padre recuerdo lo que pasó y no sé..... cómo que cada vez duele más —dijo ella acurrucada en los brazos de su tío.

 

—Tranquila, yo sé que te duele lo que pasó..... a mí también me duele mucho... Ella era mi hermana menor, pero creo que lo mejor que podemos hacer es enterrar este dolor por un tiempo....

 

—La cena..... —la mujer entró y los miró por un momento, por el ambiente supo que algo pasaba así que se acercó y abrazó a Korina quien de pronto comenzó a llorar y pasó a abrazar a su tía.

 

—Tía....

 

—Shhhh no digas nada, sé que estás pasando por un momento difícil —acarició el cabello de ella— es muy difícil perder a tu madre y que todo vaya de la manera que menos quieres luego de eso, pero tienes que ser fuerte para poder seguir adelante.

 

—Ella tiene razón, debemos ser fuertes y aprender a vivir con la ausencia de ella, aunque duela —argumentó Michael para luego unirse al abrazo.

 

 El momento familiar se vió interrumpido por la llegada de la mucama para anunciar que Michael tenía visitas, las mujeres se fueron a cenar mientras que el hombre atendía a sus invitados.

 

—¿Quienes eran esas personas? —preguntó Korina cuando Michael se sentó a la mesa.

 

—Un agente de viajes y algunas otras personas —explicó él sin darle mucha importancia al tema.

 

—¿Viaje? —preguntó su esposa muy extrañada— no tenemos ningún viaje preparado.

 

—No es para nosotros, será para Korina, creo que necesita cambiar de aires y alejarse un poco de toda la presión —la chica parecía realmente sorprendida, Michael la conocía muy bien, había sido así desde que ella tenía memoria, era como si él pudiese leer sus pensamientos.



#2097 en Otros
#542 en Humor
#5503 en Novela romántica

En el texto hay: amor secreto, venganza adolescente

Editado: 02.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.