11. Asfixiada.

—Korina, soy Adam.......

—Sigo sin recordarte..... no conozco a nadie con ese nombre —se puso sus lentes de sol (para más impacto).

—Sigues igual de hermosa..... pero sigues siendo demasiado cruel —Adam parecía no entender que era lo qué pasaba con ella— fuimos de vacaciones juntos a la reserva ¿recuerdas?.

—Te equivocas, ahora soy mucho más hermosa y mucho más cruel que antes....... y sigue sin agradarme los cretinos —uno de los escoltas le abrió la puerta y ella se acercó al auto para subir— en cuanto a las vacaciones en la reserva..... no recuerdo haber llevado a nadie más además de mis escoltas..... ahora vete, arruinaste mi buen humor para las compras.

—Korina, hablemos, por favor —pareció captar las razones por las que ella estaba actuando así.

—Ya te lo dije, no te conozco —hizo señas para que sus escoltas le impidieran acercarse y estos formaron un muro que más que fuerte, era intimidante— así que déjame en paz.

 Korina subió al auto, Nicolay parecía sorprendido, ella había sido amable con todos los demás menos con ese chico, no quiso preguntar nada sobre el tema, ella le hizo una seña para que él la sacara de ese lugar y así lo hizo, el recorrido por la ciudad fue placentero, aunque el frío parecía no tener piedad ni por un segundo.

 Compró algunas botellas de vino y todo el alcohol que creyó necesario para abastecer y aumentar su colección, sin embargo, por alguna razón Adam no dejaba de seguirla en su auto, él quería explicarlo todo y regresar a la universidad junto a ella, pero esta se negaba totalmente a siquiera prestarle atención.

—Ya estoy aquí —anunció Korina al entrar a la sala de juntas donde estaba su padre reunido con algunos accionistas— ¿esperaste mucho?.

—Estamos por terminar aquí —respondió Mark con una sonrisa; ella nunca se había interesado por el negocio familiar.

 Todos estaban asombrados al ver lo hermosa que era la hija de Mark y algunos manifestaron su gran parecido con su difunta madre (ya que no estaba vestida ni maquillada como una asesina en serie gótica), la reunión terminó y muchos de los presentes se acercaron para conversar con ella. Korina fue amable con todos ellos y les demostró una pequeña parte de lo inteligente que era, todos estaban emocionados por conocer e interactuar con alguien tan especial.

—Disculpe, ¿cuánto tiempo se quedará aquí? —preguntó un hombre con notable interés.

—No, lamentablemente me iré mañana al medio día; mis amigos me esperan en la isla Garringthon —indicó ella con educación mientras lo detallaba rápidamente.

 Aquel era un hombre de ojos intimidantes, cabello oscuro y rostro de ángel, su espalda ancha y músculos recatados (aunque muy apetecibles) se sumaban a su metro ochenta aproximado de estatura y le daban el aspecto de un hombre perfecto, sin embargo, había algo en él que no le daba buena vibra a ella.

—Es una pena, me habría encantado acompañarla un poco más —ella miró a Mark como esperando una respuesta de parte de él.

—Esta noche está reservada para mí, Collin, cenaré con mi bella hija hoy, sin embargo, si usted desea puede reservar un lugar para que puedan desayunar —era una buena oportunidad para que Korina encontrase pareja.

—Entonces, pasaré por usted mañana en la mañana —a Korina no le agradaba del todo la idea, pero trataría de soportarlo.

 Al día siguiente, el desayuno fue muy lujoso en un sitio muy agradable, así que Korina decidió ignorar los escalofríos que la presencia de Collin le generaban por un momento y disfrutar de una buena comida.

 Luego de aquella comida, ella se fue de Rusia hacia la isla donde estaban sus amigos quienes la recibieron con escándalos y celebraciones; se alocaron (¿que otra cosa harían?) Y disfrutaron al máximo el resto de sus vacaciones para luego regresar a la universidad como si a cada uno lo hubiese arrollado un camión, sin embargo, esto era bastante común en ellos, quienes constantemente hacían locuras en grupo durante las madrugadas.

 Dos años después........

—Papá, apenas me gradué de la universidad hace unos meses, no quiero casarme aún—se quejó Korina con firmeza, no estaba dispuesta a dejarse controlar de esa manera— y menos con Collin, está por llegar a los cuarenta y yo apenas tengo veintidós años..... además se ha casado tres veces y no ha funcionado, ¿estás loco o qué te pasa?.

—Está decidido, él es un buen hombre, necesitas a alguien maduro a tu lado para que controle esos arranques de inmadurez que tienes —insistió Mark con firmeza, ante sus ojos no existía alguien más digno que él para su hija— además será un acuerdo muy beneficioso para la empresa, Collin se ha comprometido a darnos nuevas conexiones que nos abrirán paso muy rápido y ganarem........

—Debí saberlo..... claro.... fuiste capaz de dejar morir a mi madre.... es muy obvio que también eres capaz de vender a tu única hija por un par de millones —la voz de ella delataba cuanto la decepcionaba aquella idea.

 Un par de semanas después Korina estaba siendo casada a la fuerza con Collin en una ceremonia privada en la que solo unas siete u ocho personas asistieron, Michael, que nunca estuvo de acuerdo, por lo que no estuvo presente en la ceremonia y consecuentemente su esposa e hijo tampoco asistieron; sus amigos, Scott, Kevin, Andrew, Marcus, Joshua y Kenan tampoco estuvieron presentes, lo cual la llenó de ira que se esforzó por contener.

—Korina ¿puede firmar el acta, por favor? —solicitó el prefecto.

—Esto es una basura —dijo con odio mientras garabateaba en el papel.

—Prometo que te haré feliz..... —estaba por ponerle el anillo, pero Korina se lo arrebató de las manos y se lo puso ella misma.