—Es un acuerdo de confidencialidad del paciente, ella nos indicó que debíamos mantener su caso en total silencio..... por eso como sabe, por cuestiones de ética no podemos revelar nada.... ahora debo retirarme; con su permiso.
Michael desde luego no estaba conforme con esa respuesta, sin embargo, como el doctor lo había dicho, era un asunto que involucraba la ética profesional de una persona, además de que entendía el juramento que doctores como él habían hecho al graduarse y sabía las consecuencias de incumplir con esto, así que no insistió en el tema.
Vanessa reposaba su cabeza sobre el hombro de su esposo, las mucamas habían accedido a cuidar a Tyler esa noche y todo el tiempo que fuese necesario.
—La señorita está estable....—anunció el doctor en las primeras horas de la madrugada— pueden pasar y descansar en los sillones de la sala VIP, llamaré a una enfermera para que los guíe hasta allí.
Michael se quedó junto a su esposa en una habitación de descanso para visitantes; al día siguiente no perdieron tiempo y fueron directamente a la habitación de Korina, esta al ver que ellos entraban supo que tenía que dar muchas explicaciones acerca de lo ocurrido, sin embargo, al estar casi sin fuerzas decidió no luchar más contra ese aterrador secreto.
—Solo diré esto de manera amable una sola vez así que espero tener lo que quiero.....¿bien? —advirtió él y Korina asintió en aceptación— Dímelo..... y no digas que no es nada porq.......
—Tengo cáncer —no había manera de decir esas dos palabras sin que destruyera a su familia y amigos— y es el mismo cáncer que mató a mi madre —no quiso levantar la mirada, sabía bien cuál era la expresión que tenía el rostro de su tío en ese momento y de pronto su mente se trasladó hacia el pasado.
(....)
Korina se había sentido muy mal durante mucho tiempo, lo cual le había parecido extraño, primero fueron náuseas y vómitos; al inicio estuba algo asustada de haber quedado embarazada, sin embargo, su vida sexual con su esposo no era la más activa del mundo ya que la mahor parte del tiempo su esposo estaba fuera (gracias al cielo), lo preocupante vino cuando los dolores en el cuerpo, la falta de fuerza en sus extremidades y las constantes migrañas hicieron su temible aparición en su vida; valientemente decidió hacerse un chequeo médico completo. Los doctores se esforzaron por hacer todo tan rápido y eficaz como fuese posible ya que ella tenía un historial preocupante dada la muerte de su madre.
Korina había puesto su esperanza en que no fuera nada grave, ese oscuro día (para ella) curiosamente había sido igual de perfecto que el día en el que sus padres le habían dado la noticia sobre el cáncer de su madre.
—Pase por favor —pidió el doctor amablemente como de costumbre.
—Gracias —el estómago de Korina se revolvió y su corazón se aceleró— entonces doctor ¿cuáles son los resultados?
—Lamento informarle —dijo el doctor luego de un suspiro— que encontramos una lesión maligna en sus exámenes...... usted..... tiene cáncer.
—¿En dónde? —preguntó ella sin aliento mientras contenía las lágrimas.
—Es un cáncer en el páncreas, está catalogado como.....
—El más agresivo, ya lo sé, es el mismo cáncer que mató a mi madre —por un momento se sintió condenada y esto fue notado por el doctor.
—Lo bueno es que lo descubrimos en una etapa temprana, esto nos deja con un mayor porcentaje de éxito, pero debemos iniciar el tratamiento de inmediato para que no se extienda.
—Gracias, doctor, pero no iniciaré el tratamiento....
—Señorita, sé que usted puede tener miedo después de ver a su madre pasar por todo esto, pero.....
—No doctor, no me da miedo quedarme calva o algo por el estilo; usted y todos en esta clínica deben saber que mis moretones no son por caer de las escaleras ó por tener accidentes en el baño.... No quiero imaginar los desastres que podría causar que mi esposo me golpee estando con el tratamiento.
Fin del recuerdo.
(......)
—No puede ser —dijo sin aliento, Vanessa solo lloró, ella había llegado a la vida de él luego de la muerte de Ivette, pero sabía que esto destruiría a su esposo de nuevo.
—Te dije que me contaras la verdad —Michael había entrado en una especie de negación y ellas lo notaron rápidamente.
—Lo descubrieron hace poco, pero hasta no he querido tratarme..... porque no valía la pena —Michael le dió una bofetada (no fue fuerte), pero que no le permitió continuar hablando debido a la sorpresa que esto le generó.
—¿Cómo te atreves a decir que no vale la pena? —las lágrimas en los ojos de Michael destrozaron a Korina y la hicieron entrar en razón— ¿tienes idea siquiera de lo que significan las palabras que salieron de tu boca?.
—Lo siento, fue tonto de mi parte decir eso, ya no lo diré más —sabía que para su tío ella era una persona importante.
—Llamaré al doctor; empezarás un tratamiento adecuado ahora mismo —Korina sólo asintió; después de todo ya no había nada más de lo que preocuparse.
Los días pasaron y Korina fue liberada para irse a su casa, las citas recurrentes con los químicos debieron haber sido devastadores, pero por alguna razón eso no ocurría, habían pasado algunos meses y ni siquiera el cabello se le había caído, sin embargo, habían momento en los que su condición recaía.
—Adam, ¿qué haces aquí? —preguntó al verlo entrar a la habitación.
—Me enteré que te pusiste mal de nuevo —se sentó a su lado y tomó su mano.
—No te preocupes, sólo fue algo sin importancia..... no me parece bien que dejes tus reuniones y tareas, sólo para venir a verme —Adam besó las manos temblorosas de ella y luego negó con la cabeza— eres la cabeza de una de las empresas más importantes del país, debes estar muy ocupado....