Mi cara de ti.

Nunca me acuerdo de olvidarte.

Te recreo en cada silencio,
en las pausas que le doy a mi día,
ese que habita y cohabita con mi esperanza.

Te doy por perdida casi siempre;
las otras veces, me da por extrañar tu presencia.

Y es que se me hace complejo
nadar en otros labios u otras manos,
como si las tuyas no existieran,
como si no fuera yo un almacén de tus huellas.

Nunca me acuerdo...
pero es que el alma está llena de recuerdos,
de risas, de tacto,
de llanto,
de ti.

Me hiciste a tu imagen y semejanza,
me hiciste una nada...
mas nada se compara
a lo que en tus brazos fui.

Carecen mis ganas de olvido.
Por eso no me esfuerzo en olvidarte,
porque sería olvidarme de vivir.

Nunca me acuerdo de olvidarte.
Ese será mi eterno castigo:
aprender a existir sin tu esencia inestable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.