¿Solo entre locos nos entendemos, no?
Mi oficio es ser poeta,
ya lo sabes,
así como sabes lo inútil de mi carta,
como lo genuino de mis gustos
y los ignorados que son.
Te había comentado de mi esposa,
la soledad,
y quería decirte que somos felices,
y nos embarazamos de la ansiedad,
la pequeña tristeza ya pregunta por ti.
La vida se ha complicado un poco,
y esa felicidad de la que te hablé,
es mentira.
Hace años que soy infeliz
y ya varios días ando coqueteándole a la compañía.
Pero eso no importa,
al menos nos comprendemos
y estar solo me sabe a chocolate en tiempos de lluvia.
Esta es una carta a ti,
sé que piensas que he perdido la cabeza,
y sí, si la tuviera en su lugar,
no sabría de ti, viejo náufrago.
¿A dónde van todos
y cada uno de mis ánimos
emborrachados de suicidio?