Se quedaron los momentos guardados y los de a medias aún están conversando sus citas contigo.
Me gustaría guardarte igual muy a dentro, pero yo simplemente te quiero muy cerca muy cerca.
Me jode ser esclavo de mis escritos, y no reunir con mis acciones los requisitos, como para que regresaras.
Me jode tener que dejarte fluir en la corriente, porque ahora sales de tu cueva, de tus cadenas, esas que era yo.
Un 80 que brota en el pasado, uno que llora, uno que piensa que no tenerte es pesadilla.
Espero y seas más feliz que un golondrino, más hermosa todos los días, más tú, más de ti, más, sin mí.
Espero no hacerte tanta falta como me haces tú a mí, espero no me extrañes tanto, porque esto de pensarte a diario y no tenerte es un sentimiento de dolor.
Un 80 que vive en mis escritos, en tus recuerdos, los malos y los buenos.
No se vivir como tú, a mí corazón si le duele su quebranto, no sale, no habla, se aísla, se congela.
Un 80 que ansía tus manos, tus labios, tu arroma. Un 80, el mismo, muy eterno en mi imaginación, en mis lágrimas.