La familia Montez se está instalando en su nuevo hogar, es tal y como lo habían soñado; 5 habitación, 2 salas, un hermoso jardín, un pequeño lago detrás de la casa y un sótano, un balcón en cada habitación.
De inmediato los chicos suben a los demás pisos para ver las habitaciones que van a escoger, mientras sus padres empiezan arreglar todo.
—Marquitos y Diego ustedes se van a la del medio —ordena Leila a sus hermanitos.
—La mía es ésa —dice Brinni emocionada.
—¿Y la mía estará lejos de ustedes? Pregunta Leila sorprendida. -¡Que bien!.
—No está tan lejos Leila, solo está ese cuarto para guardar lo que no vayamos a utilizar —dice Brinni obvia
—No importa, está lejos de todas formas. Iré a ordenar mis cosas.
—Que te vaya bien en tu lejanía —dice Diego en voz alta para ser escuchado. —Marcos, acá le haremos muchas bromas a nuestras hermanas. —dice mientras frota sus manos.
Todos están ocupados arreglando sus habitaciones e incluso Rocky también busca en donde dormirá.
—Rocky ven aquí, ven. tienes tu propia casa allá fuera. ¿Te gusta? —Le pregunta al perro, la señora Mery mientras lo abraza.
El perro suelta un gemido, sale corriendo y entra a la casa. Al parecer algo de allí no le gustó.
Leila camina por toda la habitación, para saber en donde pondrá su piano y las demás cosas. Ve un rincón y decide que ahí será colocado el piano; se acerca a la esquina para estar segura de que pueda caber.
—¡Joder! Está fría ésta esquina —dice mientras frota sus brazos —Aquí irá mi hermoso instrumento.
Leila ama tocar el piano, pero le encanta hacerlo de noche antes de dormir.
—Hija, ¿nos das un permiso para meter todas tus cosas a la habitación?
—Claro papá, el piano quiero que quede en ese rincón, por favor —dice muy alegre
—De acuerdo hija. Ya la habitación de tus hermanos está lista. Ve y das un vistazo y de paso ayuda a tu hermana con sus libros.
—De acuerdo papá —le da un beso al padre en la mejilla y sale.
—Brinni, ¿Necesitas ayuda para arreglar tus millones de libros? —Dice riendo.
—Claro, una ayuda nunca está demás. —la hala por el brazo.
—Los puedes colocar todos aquí, así te será más fácil alcanzar los —dice mientras saca los libros de la caja y lo coloca en la repisa.
—¿Te gustan los libros de terror? —Pregunta Brinni.
—No. Nada que tenga que ver con terror me interesa, excepto tu hermanita —dice y le da un beso en la frente.
-Jajajaj, yo no soy un terror o espíritu.
—Si tu lo dices —dice levantando las manos dándose por vencida.
—Que bueno que mañana empezamos el colegio, me encantaría conocer nuevas amigas.
—Yo por igual.
—Chicos bajen aquí, por favor, grita el padre.
Los chicos bajan corriendo las escaleras y llegan a la sala.
—Hijos espero que se sientan a gusto en su nuevo hogar, que se adapten a la ciudad, que les vaya bien en el colegio y todo —dice la madre con gran devoción. —Hoy cenaremos pizza casera y veremos una película.
—Siii, Dicen al unísono.
Espero que les guste, está historia la escribí el 26/06/16 en mi cuaderno de historias.
Editado: 06.10.2020