51.. Ryun y asesino.

Últimos capítulos.

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Flashback.

1 semana después del accidente.

Comenzaba a abrir mis ojos, sentía como pesaba y es que anoche estuve llorando todo el día, aun no podía creer que Jungkook había quedado en coma, todo por mi maldita culpa.

El sonido de mi celular hizo que saliera de mis pensamientos.

“Encontre a Ryun”

Se veía en la pantalla y rápidamente lo desbloquee.

Jimin

Esta es la dirección.

Dirección.

Yoongi y Hoseok ya están ahí, cuando puedas vas.

—Oh claro que iré— dije levantándome y guardando mi celular— volveré más tarde, Gukie— deje un beso en su frente y sali de ahi.

Llevaba media hora manejando hasta que llegue a una bodega y entre.

—T/n, creí que llegarías más tarde— dijo Hobi.

—Me desperté cuando llegó el mensaje, así que vine lo más rápido ¿dónde estás?

—Está adentro.

—Okay, no quiero que nadie entre…

—Pero…

—Nadie, Yoongi, esto es entre Ryun y yo no quiero a más personas dentro de esto, les agradezco por haberlo traído— dicho esto comencé a caminar, empuje la puerta y esta se abrió dejando ver a Ryun atado de los manos y los pies, también estaba de pie aunque apenas y podía sostenerse, estaba lleno de ¿vómito?, cerré la puerta azotandola.

Tome un cubete de agua fría que estaba en el suelo y se lo aviente haciendo que despertara.

—¡AH!— gritó.

—No es hora de dormir— dije fría y seria haciendo que me mirará, el solo verlo me daba asco y ganas de matarlo de una vez pero es mejor que una persona sufra a que muera, todo es más fácil cuando mueren, se libran de todo el dolor que pueden tener pero conmigo no será así, haré que se arrepienta cada día de su vida por haber dejado a Jungkook en coma.

—¿Estás loca? Te recuerdo que Jung…

—¡Cállate!— le solté un golpe en la cara.

—Vaya que eres fuerte, T/n— río escupiendo la sangre que salía de su labio inferior.

—T/n ya no está, ¡Qué lástima! nadie podrá salvarte— reí.

—¡Estas demente!

—Puedo ser lo que quiera y dije que te callaras, no tienes permiso de hablar, por cada frase que pronuncies recibirás un golpe.

—¡Eres una maldita! ¿Cómo te atreves a hacerme eso… —se calló al sentir un golpe en el estómago.

—¿Creíste que bromeaba?— reí irónica— pues te equivocas, cariño, asi que haras lo que yo diga, respondiendo a tu pregunta… ¿Cómo te atreves a hacerme esto?” ¿Qué es lo que ibas a preguntar?— se quedó callado.

—¡Carajo, responde!— grité dándole una patada en las piernas haciendo que cayera.

—Sí.

—Pues me atrevo así como lo hiciste tú, ¿recuerdas que te dije que pasaras y dejaras a Jungkook en paz? pues hoy haré que ruegues por tu estúpida vida ¿o creíste que sería la única en rogar?

—Ojalá Jungkook se muera— musitó por lo bajo pero logré escucharlo.

—¡¿Qué dijiste, imbécil?!— no hubo respuesta— responde ¡¿Qué carajos dijiste?!— lo jale del cabello.

—¡Ah!

—¡Repite lo que dijiste!— grité tirando de su cabello aun mas fuerte.

—¡Ojalá que  el imbécil de Jungkook se muera!— gritó.

—¡Estupído! ¿En serio crees que dejaré que eso pase? y si eso pasa tú serás torturado toda tu vida, yo me encargare de ello.

—Igual te va a doler a ti— dijo— ¿creíste que no me enteraría que el imbécil de Jungkook está en coma?— me sorprendí al escuchar eso— no sorprendas y tampoco esperes a que despierte, el nunca despertara ¡NUNCA!— gritó pero empecé a golpearlo muchas veces.

No podía permitir que eso pasara, claro que no, Jungkook despertara lo hará.

—Fue suficiente por hoy— dije saliendo— nos vemos mañana.

Al día siguiente después de ver a Jungkook volvió.

Pasaron varios minutos, me levanté del piso y suspiré, Ryan me miró tenía todo su cuerpo magullado.

—¿Qué te parece si te corto un brazo?— pregunte en su odio tirando de su cabello— sería justo ¿no crees?

—¡Estás loca!— gritó— ¡Eres un maldita psicópata!

—Lo sé, me lo han dicho muchas veces— solté su cabello— ya me aburri de golpearte, así que pasemos al siguiente nivel, hubieras visto ayer como rogabas para que parara, fue genial apuesto a que te sentiste igual que yo cuando me escuchaste decir esas palabras.

—¡Estupida!

—He escuchado palabras peores y también me lo han dicho muchas veces, pero todas son personas hipócritas y envidiosas, como tu— dije golpeándolo en la cara— que hicieron que me enfadara— le di otro golpe— pero solo una persona conoció la parte que en realidad daba miedo de mi, admito que el miedo me invadió y por ello no lo mate, solo lo deje herido, pero esta vez no sera asi— pare de golpearlo— ¿Quien crees que conocerá la parte mal de mi que todos odian?— nos quedamos en silencio por un rato— exacto tu, muy bien, cariño, pero un brazo es mucho y los golpes con muy poco, se curaran cuando recibas tratamientos.