Mi chico

Capítulo 2. {Besos y otros males.}

Capítulo 2.

{Besos y otros males.}

 

Después de bajar del auto de mis padres, nos dirigimos las cuatro a la fila del boliche.

— No pienso hacer fila—  habla Clara. — Vamos — ordena. Las tres la seguimos por lo largo de la fila, hasta llegar a la entrada.  Allí veo al guardia, quien es el ex novio de Clara. Un chico alto, de casi un metro noventa, con el pelo negro  y un cuerpo bien trabajo y tonificado. Es un tipo atractivo, demasiados músculos para mi.

— Hola chicas — nos saluda a nosotras. — Hola — el saludo a Clara es seco y casi frívolo podría decir.

Ella rueda los ojos

— Rick, solo déjanos pasar y ya no veras mi linda cara —  habla ella rodando los ojos.

Me encanta como muestra total serenidad, porque hace tres meses (el tiempo en el que ellos cortaron) ella sentía que su vida se acababa. Literalmente lloro dos semanas, hasta que un día se levantó y dijo a la mierda con todo.

Por eso me siento orgullosa como con la frente en alto lo mira sin titubear, como si no importara.

— Bien, pasen — dice el moviéndose.

Clara pasa antes que nosotras moviendo muy bien sus caderas, ninguna nos perdemos la mirada que Rick le da al pantalón de nuestra amiga.

Lor nos mira se encoge de hombros y sonríe, toma la mano de  Tere  quien a su vez toma la mía.  Rick nos da una sonrisa cuando entramos, pero hace algo raro tomando me del brazo. Teresa se da cuenta, le hago un gesto diciendo que todo está bien y lo miro.

— ¿Qué sucede? — pregunté.

— ¿Por qué sigues siendo amiga de ella? — cuestiona en voz neutra. Como si fuera ilógico que yo siga siendo amiga de Clara.

— ¿Por qué no lo seria?

Él mira hacia atrás, luego me mira a mí. Siento que los demás atrás mío, me están odiando.

— Porque…

— Oye, deja de molestar a mi amiga — habla Clara apareciendo de la nada, tomando mi brazo y llevándome de allí. Supongo que moriré con la duda, de lo que me quería decir. — ¿Qué te dijo? — pregunta  inquieta.

— Nada, nos interrumpiste — dije sin mucha importancia. — Seguramente quería molestar.

— Eso, sin dudas — dice recuperando su sonrisa. — Nos olvidemos de los ex,  vamos a bailar. Para que Ramiro me vea.

Me conduce por el boliche, y me lleva hacia donde se encuentran mis amigas. Estamos paradas en la pista de baile, que poco a poco se va llenando.

La música no era mala, pero  era tranquila. Lo que daba oportunidad a las demás, de mirar alrededor y buscar al grupo de chicos, por el que vinimos. Teresa se puso a mi lado y paso su brazo por mi cuello.

— Sigo esperando que pongan buenos temas para bailar — suspira.

Suelto una risa y le paso un brazo por la cintura.

— Eso mismo.

Ella se ríe lo que me hace mirarla con una sonrisa, pasa una de sus manos por mi cara y corre mi cabello.

— Lo malo de cortarme el cabello, es que parece que tiene vida propia — me quejo. Aunque le puse dos  hebillas brillantes a los costados, y miles de invisibles. Mi pelo se desordena.

Ella me mira de una forma extraña.

— Yo digo que te queda bien.

Cuando estaba a punto de responderle, empieza a sonar un tema bueno. Lo que hace que Lor y Clara,  nos abracen y las cuatro cantemos a coro la canción.

Sabe que la quiero pero she don’t give a fo — comenzamos a cantar. Mientras saltamos y nos reímos.

No éramos  las únicas, las personas a nuestro lado hacían lo mismo. Lo que empezó a mover el ambiente. Haciendo que poco a poco las canciones, fueran más movidas y estridentes.

Creo que había pasado más o menos una hora cuando, comienzo a sentir sed. Sentía la transpiración correr por mi espalda.  Ya que estamos a finales de febrero y con muchas personas a mi alrededor.

— ¡Chicas tengo sed! — grite por encima de la música.

— Toma, compra un balde de mezcla — me da dinero Clara.

— Te acompaño dice Lor— tomándome de la mano, la guio hacia la salida de la pista y caminamos hasta el bar.

Me acerco hasta la barra, en donde una chica para nada simpática me atiende.

— ¿Qué vas a querer? — pregunta.

De no sé cómo la escucho, ya que habla muy bajo y con el ruido de la música. Es casi imposible.

— Un balde de mezcla y una coca — pido.

Ella me cobra primero y luego comienza a  hacer mi trago. Culpa de mis padres, no dejo de ver mientras ella prepara la bebida. Ya que << Paranoica siempre>>

— ¿Crees que están por aquí? — pregunta Lor.

— ¿Quiénes? — pregunto mirándola a ella, luego vuelvo a ver a la chica. Y veo como pone hielo en la gaseosa.

— Ramiro y Brandon — dice  mirando hacia todos lados. — Es que subieron una foto por aquí, yo subí  una y no me dijeron  nada.

— Capaz están bailando y no ven sus redes.

— No digas boberías, todos miran sus redes— dice ella.

—Listo— dice la chica. Le sonrió con amabilidad.

Le doy un trago a mi coca, y le paso el balde a Lor. Quien toma un trago largo.

—  ¿Sabe bien? — le pregunto, viendo la cara de asco que hace.

— Como la mierda — dice riendo, no puedo evitar reírme al mismo tiempo.

Llegamos al lugar donde estábamos antes.

— ¡Yo quiero! — dice Clara robándole el balde a Lor.

Teresa, me pide mi coca cola. Ella toma y se acerca a mi oído.

— Me dejaste sola, con la mujer desesperada por ver a un chico que ni bola le da.

— No seas así — le digo riendo.

Empezó a sonar un tema muy bueno, la empujo con mi cadera. Haciendo que ella se ría, haciendo que baile conmigo. Yo tenía una mano en mi vaso y la otra en la cintura de mi amiga, ella tenía sus dos manos en mi cintura. Mientras bailábamos de una forma muy sensual. Muchos podrían decir que Teresa no es  de ir de fiesta todos los días, pero es súper divertida. Ama bailar y  pasarla bien, solo que también ama los videojuegos y ver series. Es lo mejor de los dos mundos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.