Capítulo 17.
{Cuidado con las rubias.}
Russell.
Tenía el enchufe en mi mano y estaba contando hasta cine. Para ver si me podía calmar, pero no podía. No podía dejar de pensar en las fotos, en este video de mierda y en como Clara es la peor hija de puta de la historia.
Tampoco lograba entender como la profesora había dejado que esto pasara. ¿Acaso ella sabía?
Villagrán me miraba y luego miraba a Clara, estoy indignado. Se supone que es amigo de Azucena y se quedó parado sin hacer nada.
— Russell ¿Qué mierda hiciste? — chillo la rubia. — Ahora venía la mejor parte.
— No vuelvas a tocar eso — la amenace. Luego mire a la profesora, quien estaba mirando la escena sin decir una sola palabra— ¿Cómo puede permitir esto?
— No es mi culpa que la señorita Azucena, este haciendo ese tipo de cosas. Tampoco es mi problema las cosas que suceden en su familia — dijo como si lo que hubiera pasado no tuviera importancia.
Me sentía completamente inútil. Ella no iba a hacer nada y Clara se saldría con la suya, mi pobre flaca. Miro hacia donde esta ella, estaba hecha un bollo en su silla. Rápidamente me acerque a ella.
—Russell ¡Vuelva a su asiento! O ira a ver la directora — exclamo.
— Me importa una mierda, porque ahora mismo voy a ir a ver la a directora. Para decirle que su maestra es una abusiva y que permitió pasar pornografía infantil en el aula.
Si azucena tenía 18, pero dudo que la maestra sepa. La vi empalidecer, la ignore por completo y fui hacia ella.
Estaba murmurando cosas que no se entendían. Me dolía el corazón, me estaba matando no poder hacer nada por ella.
Intente tocarla, pero rápidamente me aparto. Levanto la cabeza, sus ojos azules ya no brillaban. Estaban teñido por la oscuridad, por dolor.
— Dios, déjame en paz— murmuro. La vi agarrar sus cosas y salir del aula.
Me di vuelta, me di cuenta que todos me miraban y la verdad me estaba valiendo una mierda. Lo único que tenía en mente. Era ella.
Me duele su rechazo, pero la entiendo. No la justifico pero la entiendo. Sé que las cosas que dijo no eran ciertas, ella me quiere y solo está herida. O eso es lo que yo creo.
Paso por el banco de Clara la escucho murmúrale algo a su compañera. Ella nota mi mirada, me hace un gesto de “¿Qué?”. Me acerco a su banco y con la atención de todo digo firme y claro.
— Estás acabada, no sé cómo. Pero voy hacer que todo salga a luz. No sé qué mierda tenés contra Azucena, pero te vas a arrepentir de todas las cosas que estás haciendo.
— No entiendo como esta clase de chicas. Siempre consigue a un tipo que las defienda — comento la profesora. Me doy vuelta para mirarla. — ella es igual a su madre, les llena la cabeza y lo hace sus perros. Mejor siéntese Russell o se ira derechito con la directora para ponerle una sanción.
Sabía que si explotaba y le decía todo lo que quería decirle a la cara. Iban a terminar las cosas mal para mí. Y no podría ayudarle a Azucena si me expulsan.
Tome asiento. Pero en vez de prestar atención a lo que la vieja de mierda decía. Tome mi celular y les mande mensajes a mis amigos.
***
Al llegar a mi casa Joni y León estaban afuera esperándome.
— ¿Qué ocurrió? — fue lo primero que dijeron ambos.
Pase por su lados, con la llave en la mano para abrir la puerta. Una vez adentro tire la mochila y fui por mi computadora.
— Después de lo de las fotos, hoy Clara hizo un video exponiendo cosas que no se si son verdad sobre Azucena. Pero dijo cosas tan horribles.
Mis mejores amigos se miraron entre ellos. Luego me volvieron a mirar.
— Cuéntanos todo — hablo Joni.
Me pase media hora explicándoles todo. La pelea de ayer con Azucena, lo que ocurrió esta mañana con el video de Clara. Mis obvias sospechas de que Clara está detrás de todo esto y que la profesora Alvares tenía todo que ver.
— Maldita pendeja loca — insulto Joni.
— Es una piba enferma — dijo León. Este se había sentado en un puf de la sala y comenzó a buscar algo en su computadora. — No entiendo que tanto odio, puede tenerle a Azucena. No es una chica mala, y las fotos…
— El video no es ella — dije. Ambos me vieron — ella me lo dijo y aparte. Ella tiene un lunar al final de espalda en lado derecho. Esa chica del video no lo tenía.
Ambos asintieron.
Joni, saco un cuaderno y comenzó a anotar.
— Sabemos que Clara es la culpable de todo esto — dijo con obviedad. — Pero tenemos otras incógnitas ¿Quiénes son los del video? ¿Cómo sacaron las fotos de Azucena? ¿Porque la profesora dejo que Clara mostrara ese video en clase?
— ¿Quien maneja la cuenta de Instragram? — agrego León.
— Es más que obvio, que la rubia estúpida esa — dije. — ¿Por dónde comenzamos?
Nos dividimos las tareas. Joni al ser el futuro ingeniero en sistema, se puso a buscar quien administraba el perfil de Instragram, y como habían obtenido las fotos de Azucena. León se estaba encargando de saber quiénes eran los del video. Y yo me estaba encargando de saber porque la profesora Alvares odiaba tanto a Azucena, como para permitir que esto ocurriera.
Nos pasamos toda la tarde investigando esto. Yo no estaba teniendo suerte, no estaba encontrando nada acerca de la profesora.