Mi chico

Capítulo 28. {Luna Azul}

 

Capítulo 28.

{Luna Azul}

Azucena.

Meses después.

— Quiero estudiar letras y ser editor en una editorial importante — comento Brandon. Estamos en su casa, todos tirando mirando el cielo celeste.

Queda solo un mes de clase, y estamos próximos a empezar la universidad. Mis preocupaciones más importantes eran ¿Qué carajos voy a hacer?

— Eso es buenísimo — dije.

— Me gusta que tengas ya decidido que hacer — comento Tere —. Te veo estudiando eso. Serias un lector sexy.

— Yo quiero probar en entrar a Medicina — titubeo Lor —. Aunque no sé, si me dé la cabeza.

— Lor, eres una de las chicas más brillantes que conozco. Despistada avecés, pero brillante  — admití.

— Lo mismo creo yo, estoy seguro de que si estudias. Vas a lograr entrar — hablo Brandon. Vi como ambos se tomaron de las manos.

Aunque Lor, ya no lo busca en ese aspecto. Ellos decidieron que solo serían amigos, el grupo está más unido que nunca. Luego de lo que paso con Clara.

— Yo la verdad, no creo estudiar — confiesa Tere —. Pero tengo la oportunidad de hacer un vivo jugando al LOL, con un streamer famoso —  la sentí titubear antes de seguir hablando —. Quizás me abra un canal, para hacer lo mismo.

— Wow, eso es fantástico Tere — la felicita Russell —. Después pásame el link del vivo, así lo veo.

— ¿Enserio? Ya sé que no es una carrera en si — comenzó Tere.

— No tiene nada que ver, hagas lo que hagas. Mientras sea lo que te gusta — comente.

— Y siempre tendrás a estos cinco seguidores fieles — comenta Brandon —. Pero puedo hacerme muchas cuentas. Si eso sirve de ayuda.

Todos nos reímos.

— Creo que voy a estudiar arte — hablo tan bajo Russell, que si no hubiera estado a mi lado. Quizás no lo hubiera escuchado.

Me gire para verlo, tenía los ojos cerrados.

— ¿Por qué creo? — cuestione, atrayendo la atención de todos. Aunque ellos permanecieron acostados, yo me quede mirando a mi novio.

— No sé, es complicado querer estudiar algo que te apasiona. Pero que quizás, no te dé para vivir.

— Eso es un factor que influye, pero el mundo ya tiene mucha gente frustrada trabajando en oficinas — dije —, aparte eres muy bueno. Sos un artista y capaz no todo sea fácil. Pero no es imposible.

— Azu tiene razón, hasta podes ser el nuevo Leonard Da vinci — dijo Brandon —. Aparte podes enseñar o trabajar en galerías. Tenés mucho campo, solo necesitas imaginación.

Las cejas de Russell se arrugaron,  sospesando cada una de nuestras palabras.

— Creo que tienen razón.

— Obvio y si todos fracasamos — comenzó Lor —, Azu siendo cantante nos mantiene.

Todos sueltan una risa y comentan lo mismo. Después del cumpleaños de León, el dueño del Bar. Me contrato para cantar tres veces a la semana, junto  unos chicos. Tenemos una especie de banda somos tres, el guitarrista, el pianista y yo.

— La verdad es que me gusta, me gusta cantar y hacer de eso una carrera. Es algo que jamás pensé que podría pasar… Es decir mi mamá estudio música, pero para ser profesora. Yo no sé  qué hacer.

Admitir mi gran miedo. No saber qué hacer con mi vida.

— Nadie te miente, cuando te decimos que sos increíble cantando. Que tenés un talento hermoso y  ya te están pagando por hacer lo que amas — comento Tere —, está en vos hacerlo una carrera o que solo sea un trabajo. Hasta que descubras que queres ser.

— Claro,  es imposible que con 18 años sepamos que queramos ser por el resto de nuestra vida —  dice Lor.

— Pero todos ustedes ya lo saben.

— ¿Y? No porque todos sepamos que hacer o tengamos una noción de ello. Significa que tenemos el camino asegurado. Yo capaz, me doy cuenta de que en vez de ser un artista quiero ser panadero — brome Russell —. Y eso tampoco estaría mal, porque es parte de la vida.

— Tomar buenas y malas decisiones — comenta Brandon —, enamorarse muchas veces o solo una. Descubrir lo que uno quiere ser, es complicado. Pero no tenés que sentirte mal por no saberlo ahora.

— Tienen razón.

Sentí la mano de mi novio, sobre la mía.

Estoy confundida, pero al menos tengo la banda que estoy formando. Tengo algunas ideas vagas de lo que quiero ser. Solo tengo que decidir.

Pero tengo tiempo, volví a recostarme en el pasto. Para mirar el cielo que poco a poco. Perdía el color celeste, para pasar un tono  rosado anaranjado.

Tengo tiempo…

***

— Azucena —me llamo Dan. El guitarrista de la banda y quien me dijo de formar una banda. Es alto y delgado, tiene el cabello rubio y los ojos son de un celeste claro. Es un chico bastante guapo — ¿Quieres que ensayemos el nuevo tema?

Desde que comencé en la banda, pensé que haríamos covers de otros temas. Pero ambos, Dan y Harry, estaban ansiosos por ver las canciones que tenía escritas. Ya que ambos amaron “Corazón en guerra”. Y desde hace un mes registre a mi nombre quince canciones, que ahora son parte de la banda.

— Claro, justo estaba repasando la letra — dije buscando la hoja —. ¿Harry en dónde está?

— Dijo que tuvo una inspiración para el nombre de la banda y que ya estaría aquí en unos quince minutos.

Otro problema que habíamos tenido. Fue que no teníamos un nombre. Nos presentábamos con los nuestros, pero no había uno  que nos unificara como una banda.

— Mientras no sea “Los nuevos Queens”, me va a gustar — comente riendo.

— Adhiero  — soltó una carcajada.

Me senté al borde del escenario, era raro ver el bar vacío o con algunas personas limpiando las mesas.  Me gire para ver a la Dj, quien era novia de León. Pero hace un mes ellos terminaron y no nos dieron una razón coherente. La salude con la mano, ella me devolvió el saludo pero sin mucho ánimo.




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