Mi Convicción

CAPÍTULO 5- AGUANTANDO UN ROUND MÁS

Sé que muchos hemos leído o escuchado la fascinante historia de Job, un hombre recto, temeroso de Dios y hombre prospero. Tenía muchos hijos, sirvientes, propiedades, ovejas, ganado, camellos, en otras palabras era un hombre muy acaudalado. Y Dios tenía muy en alto a Job, Dios mismo habla en bien de Job, pero el Diablo siempre quiere poner tropiezo al hombre para que caiga de la gracia de Dios. Pero veamos la historia de Job desde otra perspectiva.

Utilicemos un poco la imaginación. Imagina un cuadrilátero de boxeo, estás a punto de presenciar la pelea del siglo entre dos grandes contrincantes. El presentador toma micrófono: —Señoras y señores, la pelea del siglo está por comenzar. En esta esquina, con 75 kilos de confianza en Dios, hombre recto, intachable y próspero, Job—.

El público aplaude fuerte y ovacionan a Job. —Y en esta otra esquina pesando 85 kilos de puro cuerno y maldad, ser despiadado y malvado, el Diablo.

El público lo abuchea, mientras unos pocos demonios le aplauden.

—Los peleadores se acercan al centro, el réferi da las indicaciones y ambos contrincantes chocan los puños, suena la campana y da inicio la gran pelea. El Diablo es astuto y pega fuerte, pero Job tiene su confianza en Dios su entrenador personal. El Diablo se acerca a su oponente muy seguro de sí mismo, y suelta un gran golpe justo a la boca del estómago de Job para dejarlo sin aire, Job queda sin aliento y el Diablo aprovecha para seguir atacando, Job baja un poco la guardia y el Diablo golpea justo las costillas con la intención de fracturar una y que Job quede débil, sin embargo la pelea no se detiene, el Diablo lanza un gancho directo al rostro con tal de desequilíbralo, sin embargo Job no caía, el Diablo se dispone a dar un golpe más, un golpe con el que él consideraba que terminaría la pelea y saldría vencedor, con gran fuerza toma impulso y golpea justo en la quijada de Job, Job cae al suelo, y el réferi empieza a contar 1,2,3…. Parece que la pelea del siglo sería muy corta, no pareciera que Job fuera a resistir tantos golpes de tan alta magnitud, el Diablo levantaba sus brazos muy altanero creyendo que ya había ganado, el réferi seguía contando 5, 6,7… pero Job cobra fuerzas, se levanta y justo antes de terminar el primer round, mientras el Diablo celebraba su victoria anticipadamente, Job deja ir un golpe firme, fuerte y con gran impulso el cual dejo al Diablo casi tirado. El Diablo no se imaginó que de un solo golpe recibiría una gran paliza. Suena la campana y finaliza el primer raund de la pelea del siglo—.

El Diablo es un oponente de cuidado cada uno de los golpes que le dio a Job representan cada una de las malas noticias que Job iba recibiendo una tras otra. El primer golpe, fue la pérdida de sus bueyes, asnos y siervos (Job 1:14,15). El segundo golpe fue que cayó un rayo y calcinó sus ovejas y siervos (Job 1:16), el otro gran golpe que el Diablo le dio a Job fue que robaron sus camellos y mataron a sus criados (Job 1:17) y el último gran golpe que el Diablo le dio a Job fue la muerte de sus hijos e hijas (Job 1:18- 19).

Sin embargo a pesar de todos los golpes que Job recibió él supo darle un gran golpe con el cual dejo aturdido al Diablo; y fue el tener la fuerza y la voluntad de decir a pesar de todo: Jehová dio, Jehová quito. Bendito sea el nombre de Jehová (Job 1:21)—Da inicio el segundo round, Job parece aun débil de la gran paliza que le dio el Diablo, el Diablo por su parte, parece que se recuperó del tremendo y único golpe que le recibió de Job, los peleadores están en sus esquinas, suena la campana y comienza otra vez la dura pelea. Esta vez el Diablo está determinado a que la pelea termine en este round y va a dar algunos de sus mejores golpes. Pretende noquear a Job y ganar de una vez por todas. Esta vez el Diablo golpea fuerte en el rostro a Job. Job está sin muchas fuerzas para pegar y el Diablo contraataca con otro golpe al rostro, Job un poco desorientado y otra vez casi a punto de terminar el segundo round también da un gancho directo al Diablo, finaliza el segundo round ambos contrincantes golpeados se retiran a sus esquinas—.

El Diablo siempre va a golpear donde más duela y es por eso que uno de los golpes que le dio a Job fue el de ponerle una enfermedad de llagas (Job 2:7), no bastando eso, puso ideas en la cabeza de la esposa de Job para que esta le incitara a maldecir a Dios (Job 2:9). Y a pesar de todos esos duros golpes Job volvió a dejar en su lugar al Diablo al responderle a su esposa: «Si de Dios sabemos recibir lo bueno, ¿no habremos también de recibir lo malo?» (Job 2:10). Job muestra su lealtad y firmeza en seguir confiando en Dios, justo lo opuesto que el Diablo quiere.

—El tercer round está a punto de iniciar, los peleadores están listos, esta vez el Diablo tiene una nueva estrategia. Suena la campana y comienza otra vez la pelea. El Diablo como estrategia golpeara a su oponente seguidamente, golpe tras golpe, tras golpe (mediante la acusación de los amigos de Job) —.

 Los amigos de Job se suponía llegaban para consolarlo pero en lugar de eso llegaron a acusarlo, de haber errado, de haber pecado contra Dios.

—Por medio de los amigos de Job el Diablo aumentaba la tensión en la pelea, por cada golpe de acusación, Job golpeaba también, este round se pone intenso, se sueltan muchos golpes, golpea el Diablo por medio de las acusaciones de los amigos de Job y Job responde también. Termina el round ambos contrincantes están heridos, se han dado muchos golpes en este round.



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En el texto hay: cristiano, dios, mensajes

Editado: 28.12.2018

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