Mi Corazón A tú altura

Capitulo 33

Observe que tenía la receta de aquella psicóloga, no creo que sea la solución, pero encontrare la forma de entenderme… y buscar yo una solución…  eran las 14 de la tarde cuando solicite el turno seria uno extra ya que no había lugar…

Cuando decidí salir ya bañado y con ropa nueva note que Ana, estaba hablando con la empleada… a lo lejos la observe y me marche… —Andrés, espera… pensaba que seguiría su rumbo… —Que pasa…

—Quería saber si necesitas ayuda con el tema de las refacciones y demás… quizás quiera formar parte de un negocio que no le pertenece… —Por hoy… descansa, tengo que ir a resolver unos asuntos, cualquier cosa pídeselo a ella… nos vemos…

Me marche y tome la camioneta, llegando a una estación de servicio, mientras el playero me cargaba el combustible, observe a un par de chicas pasadas de alcohol quizás siquiera tengan la edad para beber… estaban realmente mal…

Pero eran un grupo grande quizás salieron de gira… como suelen decir… seguí mi camino al hospital… pensando que le diría a aquella mujer en la llegada… observe un montón de personas mayores parecía más un acilo…

Pero comprendo a esa edad las cosas no siempre funcionan como cuando eras un joven adulto… llegado mi turno la secretaria me atendió… dijo que tomara asiento… parecía que era el único… ¿por qué un turno extra? Fue ahí que lo entendí…

La doctora no era lo que parecía… tenía un amante o bueno una pareja la cual era una mujer… tengo el presentimiento de que estas cosas solo me pasan a mi… salía muy coqueta aquella pelirroja de grandes pechos…

Después de un beso me llamo… procedí a entrar aun que intentara disimular sé que la pasaron bien aquellos lápices tirados pueden decir muchas cosas… —Andrés, volvió… —pensé que no me recordaría…

—La verdad pensaba que aparecería en las noticias. Siempre directa es mi segunda vez con ella y es tan honesta como se lo puede permitir, —Dime ¿ya lograste superar esas ideas? —si fuera así, no estaría aquí do… paula…

—Bueno por lo visto sigues vivo es un avance… —Cuéntame ¿qué hiciste el lunes? —En particular nada compre una gran cabaña… con bosque y demás… —Vaya… tienes bastante dinero ¿cuánto gastaste? —370 mil euros…

—¿Y no paso nada cuando los gastaste? —No, al contrario, intente ayudar a alguien, pero parece que fracase. —¿Como que fracaso? —Sí, cuando compre la cabaña, me pusieron una condición de tener a un familiar de empleado por 4 meses…

—¿Y eso? —bueno resulta que…  le Conte en resumidas cuentas que la idea era que fuera un buen dueño que pensara en el futuro de esta cabaña, pero lo que más quise hablar con ella fue el problema de asimilar las cosas, cosas que no son…

—Pero lograste bastante además tienes una empelada sin buscar… con harta experiencia… —Claro… entiendo, pero es ahí donde está el problema… Paula. —Tuve la errónea idea de preguntarle su apellido. —¿Y eso en donde está el error?

Ante un tono burlón me exprese… —Ja, le parecerá tonto, pero cuando me lo dijo frene el auto en seco, quizás entre en pánico no sé, pero estaba asombrado de la coincidencia…  —¿El apellido le recordó a alguien?

—Sí, alguien que pensaba que no volvería a recordar… pensé que diría algo… interesante pero solo se acomodó bien para burlarse… si… —Jaja ¿cómo puede su mente asimilar cosas tan alocadas? —Espero que no se haya burlado de algo serio…

—No, claro que no, simplemente me sorprende la mente que tiene, imagina cosas, realiza ideas que no encajan mucho… escuche ¿tiene algún pasa tiempo? —Los tenía, pero los deje porque me canse de recordar….

—Bueno quizás le haga falta eso… —¿Quiere curarme o matarme Paula? no entiendo… —No me entendió, a vece el pasa tiempo puede hacerle recordar cosas, pero no todas son malas, si las hace es porque la pasa bien, hágalo por usted no por alguien.

—Jaja tan fácil decirlo… —¿Tiene alguna idea de que más le gustaría hacer? —Por ahora solo quiero ayudar… espero que lo logre… —bien céntrese en eso… cuando vuelvan esos recuerdos piense que jamás debe definir su pasado, solo fue una elección no una sentencia de por vida.

Es algo que te hace pensar es buena en su trabajo te desahoga saber que alguien te escucha… e intenta aconsejarte de la mejor manera posible… En cuanto regresé me encontré con que la empleada estaba sentada junto a Ana.

Estaban tomando de una bombilla un pasto verde… ¿se drogan? ante mi asombro ella se exalto, la empleada… en cambio Ana, quiso convidarme de esa droga… —¿Como estas? ¿Quieres? Quizás la empleada entendió mi asombro y hablo.

—No es lo que piensa señor, solo es una bebida una infusión de yerbas naturales no es droga. Pero más fue el asombro de Ana… —¿Qué? ¿enserio no sabes lo que es? Toma te convido uno. Ante la duda lo bebi tenía un vaso bastante común.

Pero con muchos detalles, aunque por dentro logre ver que era como un recipiente de madera rodeado por metal y acrílico en el exterior… —No lo tomes tan… Esa cosa estaba bastante caliente tanto como un café recién echo…

Me lo saque de encima tirándolo al suelo tratando de escupir de una forma disimulada —Que mierda…  ¿por qué esta tan caliente! —Es así como se toma no te apresures… —¡No lo quiero! ¡es amargo le falta azúcar…!

Ella se burló de mi como si un niño probara un nuevo alimento que jamás probo… —Jajaja vez Rosa redije que no le gustaría…. —¿Rosa? —¿Señor? —¿Te llamas rosa? —Sí… Rosa Giménez. —Andrés ¿no sabes el nombre de tu empleada?



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En el texto hay: mentiras, celos, dinero o amor

Editado: 27.01.2022

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