Estaba muy nerviosa, ambos lo estábamos teniamos la corazonada de que podríamos salir victoriosos de ahí y con la aprobación de mis padres para vivir nuestro noviazgo al máximo.
El tenia 20 y yo 18 pero contábamoscon todo el deseo de poder vivir nuestro amor, yo estaba locamente enamorada sabia que había llegado el momento de experimentar esas emociones y esas mariposas en el estómago que tanto anhelaba sentir.
Tocaron la puerta y corrí a abrirla detrás de ella se encontraba el dueño de mis suspiros con una sonrisa en el rostro a la que por inercia correspondi y siguiendo las normas de cortesía lo invite a pasar.
Reacciono rápidamente tomándolo de la mano y caminando con el hacia dentro. En la sala se encuentran mis padres observando expectantes a Yeicop, mi novio, de arriba a abajo tomando en cuenta todos los detalles. Luego de hacer las presentaciones pertinentes entre ellos en la sala se instaló un silencio sepulcral.
La mirada de mis padres se centraron en el chico frente a ellos poloche de color verde, Jeans fuerte azul y sus tenis negro; su estatura baja, sus labios carnosos, su nariz dispareja. No era un modelo de televisión, pero era el hombre que amaba y aun con mi corta edad yo sabía que lograríamos grandes cosas juntos.
Tomamos asiento frente a mis padres con la intención de iniciar un diálogo con mis ellos ya que imagino tenian mucho que decir y preguntar y nosotros o en este caso Yeicop estaría encantado de responder o aclarar.
Mi padre se mantenía en un segundo plano observando todo a su alrededor como si no conociese todo a la perfección, la tensión estaba alta y mi amante apretaba mi mano para darme seguridad.
-¿Estudias?- eran las típicas preguntas de protocolo.
-si claro estudio en la universidad pública, ingeniría en sistema -respondío con tranquilidad.
-¿trabajas?-mi madre llevaba la sartén por el mango borbandeandolo a preguntas, mientras mi padre se mantenia absorto.
En ese momento mi padre abrió los ojos desmesuradamente y no se resistió a opinar:
A Yeicop le cambio la cara y yo bien sabia la razón su sueldo no era mucho ganaba lo nesesario para pagar sus estudios y ayudar en su casa, mi padre le lanzo una mirada estrepitosa en espera de su respuesta sin hacer caso a la vergüenza que me embargaba en ese momento.
Por unos momentos en la sala reino un silencio incómodo y fue mi madre quien intentando encausar el ambiente sugirió que pasemos al comedor y todos nos dirigimos allí esperando al menos disfrutar la cena.
La cena paso sin mas preguntas impetuosas pero si algo dentro de mi no podía tener paz sentía que en cualquier momento se podía armar la de troya y a decir verdad no deseaba tener a Yeicop aqui en caso de que ocurriese.
La conversación se hizo fluida entre nosotros mientras mis padres nos mantenían como foco de atención.
Al final de la noche solo hubo una pequeña despedida con un tierno beso en la mejilla, mientras con voz baja musite:
Sabia que detrás de ella estaba mi padre y era aquí donde comenzaba la sitacion dificil.....
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