Como toda familia latina, no puede faltar esa típica tía que se preocupa más por la sobrina solterona que por lo que hagan sus propias hijas. Por supuesto no pueden faltar las clásicas preguntas como ¿Hija, y para cuando el novio? ¿Traeras un novio a la cena este año? ¿Para cuando los hijos?
¿Y qué creen? ya empezaron con las indirectas de que ya me dejo el tren, que seré una solterona sin hijos, incluso mis bellos padres a quienes amo tanto, se prestan para esto.
Y bueno, yo como siempre mostrando mi mejor sonrisa y una copa en la mano brindando por mi solteria a mis treina años, aguantando las burlas de mi familia cada navidad.
Pero este año me propuse encontrar el verdadero amor. Así que mi estrellita del Edén tiene que hacerme el milagrito, cumplirme mi deseo de navidad y darme a conocer a mi verdadero amor. Ese hombre que me complemente.
Esta noche buena no llegaré sola a la cena familiar y tendrán que cerrar sus bocas y tragarse sus burlas.