Mi desordenado corazón

Capítulo 5: Atada a él.

 

Nelly:
—¿Cómo que no eres Artur? —pregunto confundida ante todo lo que he escuchado—¿esto es una broma verdad?

—Soy Iban Divoline y ahora... aunque suene ridículo, ahora soy tu esposo—responde el sujeto parándose frente a mí.

—No puede ser, esto es ilógico, fui a la mesa indicada en el papel...Ho por Dios—exclamo poniéndome la mano en la cabeza—debí confundir el papel con la chica que choqué, hay que deshacer este matrimonio, yo solo iba a firmar un acuerdo benéfico.

—Lo siento mucho linda, pero había un millón de cláusulas en ese contrato que te atan a mí hasta tres meses después que reciba mi herencia, o sea 3 meses después de que mi padre muera.

—¡Me casé en contra de mi voluntad! —grito enfadada.

—Que yo sepa fuiste tú quien no supo llegar hasta la mesa correcta y te sentaste frente a mí—

—¿Quién se casa con alguien que no conoce? Eso es ridículo

—Ridículo es ser una persona sentimental y desordenada que no puede llegar siquiera a la mesa correcta.

—No me dejaste ni siquiera hablar, ni decir a que iba—

—¿Crees que si yo fuera a elegir esposa te elegiría a ti? —indaga con un tono de superioridad—¿acaso crees que eres mi tipo? Ni siquiera cumples mis expectativas físicas, menos aún las demás, te estoy haciendo un favor.—Sus palabras me enfadan al punto de desear extrangularlo en ese momento o darle un puñetazo que arruinara su perfecto rostro.

—¿Un favor? ¿Quién piensas que eres? Ególatra, engreído sin pisca de educación, que se cree que estamos viviendo en el siglo XVIII y puede pisotear a las mujeres—le reclamo señalándolo con el dedo, hablando con rapidez—soy una mujer segura de mi misma e independiente y jamás estaría con un ser ignorante y retrógrada que se cree superior a los demás.

—¿Fue a pedirme plata o no señorita? Obvio que soy superior—será que cada vez que abre la boca tiene que tratar de hacerme sentir más inferior y de hacerme enfadar más.

—Fui a solicitar 200mil para que el señor Artur patrocinara un evento benéfico, jamás en mi vida he necesitado pedirle dinero a un hombre.

—Si me permiten dar mi humilde opinión—nos interrumpe el señor que está en la cama con oxígeno que al parecer es el padre de tan desagradable criatura—Iban necesita una esposa por unos pocos meses, no más de 6 meses porque 3 es lo máximo que voy a vivir y esta joven necesita 200mil, que les cuesta ser dos adultos razonables y llegar a un acuerdo. Fingir que son un matrimonio común y corriente durante unos meses no es la gran cosa.

—No gracias. —le respondo cruzando los brazos.

—Papá esto que me pides es insoportable, creo que ni tu empresa vale tanto como para soportar a esta desquiciada—.

—Niña el contrato matrimonial decía que si se separaban antes de lo acordado debías dar a mi hijo 500mil dólares, eso decía el contrato para protegerlo de un divorcio que lo hiciera perder la empresa.

—No fastidies—suelto indignada a punto de tener un infarto cerebral o quitar la manguera del oxígeno y extrangularlos a ambos—¿usted no se imagina lo que yo gano verdad?, ¿cómo creen que voy a pagar eso? , aunque en realidad creo que vale más ir presa que vivir con su hijo—respondo irritada, sin asimilar bien toda esta situación tan compleja, sin darme cuenta que tengo pocas opciones porque ya firmé esos malditos papeles.

—Iban me estoy sintiendo muy mal, creo que es posible que no pase de esta noche, si muero no tendrás la empresa por la que llevas años trabajando.—comienza el señor a abrir la boca y respirar como si le faltara el aire aún con oxígeno incluso tosiendo como si fuera a ahogarse.

—Seamos razonables—dice Iban parándose frente a mí—¿cuál era tu nombre?

—Nelly Jhonson—respondo respirando pesado y mirándolo a los ojos, sus ojos son color café y tienen un brillo peculiar y bonito totalmemte distinto a su personalidad. 

—Mira Nelly necesitas ese dinero y yo una mujer, solo tómalo como si vivir bajo el mismo techo que yo fuera un trabajo más.

—¿Un trabajo? Yo le llamaría más bien una tortura—reprocho.

—Te daré más de lo que pediste, te daré medio millón de dólares—agrega haciendo que abra los ojos, ofrece más de él doble así de fácil.

—Pero que se ha creído, acaso piensa que todo puede comprarse con su maldito dinero.

—Un millón de dólares, te daré un millón para que hagas todo lo que yo mande, a fin de cuentas eso es nada comparado con los millones que vale la empresa, le voy a hacer la misma pregunta que me hizo ¿qué haría porque su hijo tuviera acceso a una enseñanza donde se le tratara con el amor y el respeto que merece y le permita desarrollarse a su ritmo? hay muchos niños así allá afuera que podrá ofrecerles eso solo por convivir conmigo que como es lógico no me acercaré a usted salvo para lo estrictamente necesario y le quedaran 800mil dólares para usted y su hijo.

—Lo haré—digo tragando en seco sin pensarlo, un millón de dólares, jamás tendría esperanza de ganar esa cantidad usando otro método, creo que vale la pena soportar a Lucifer por esa cantidad— pero mantendremos distancia física y mi hijo irá donde yo vaya.

—Está bien, solo manténgalo lejos de mi, no me gustan los niños, además de que no puede tocar, ni romper nada, ni hacer ruido, odio el ruido. Y apéguese a las reglas de esta casa al pie de la letra.

—Iban—exclama el señor—mejor deja las reglas para después y muéstrale su habitación, Nelly debe estar cansada.

—Se lo agradezco pero es imposible que me quede hoy en esta casa, mi hijo me está esperando y necesito explicarle que nos mudaremos, le cuesta adaptarse a los cambios.

—Mandaré a mi chofer que te lleve y mañana en la mañana irá a recogerlos, necesito tu número de teléfono—aclara y yo se lo digo y me timbra.

—Registra mi número, que conste que es para cuando te llame, sepas que se trata de mí, no te atrevas a mandarme mensajes o llamar, y también envíame tu dirección—lo miro con desagrado, en verdad es un cretino, jamás había conocido alguien con el ego tan elevado. Camina seguro hacia la salida y en el rostro de su padre se dibuja una sonrisa de triunfo, fuera como fuera logró que el amargado de su hijo se casara.




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