Capítulo 4
Todo habia sido como un huracán, desde que le había comentado a Kayly y a Jason su decisión de mudarse todo fue una locura, Aiden no paraba de preguntarle a su madre sobre la ciudad donde irían a vivir y que es lo que debería llevar, Kayly por otro lado estaba emocionada que ya tenía lista sus maletas y eso que viajarán dentro de dos semanas, Jason se estaba ocupando de todo a lo que se refería a la pastelería. Alessandra habia optado por vender todo lo que era muebles y solo conservaría las cosas más importantes, como cada cuadro de fotos que Kayly se habia esforzado por retratar cada recuerdo, sobre todo de Aiden, era el niño con más fotos en todo Londres.
Por fin el día se había acercado, el tiempo habia pasado rápido, el nerviosismo de Alessandra era evidente que no dejaba de mover su pierna mientras esperaban ser llamado para abordar el avión.
—¿Aiden? —preguntó Alessandra buscando a su hijo por el alrededor.
—Estoy aquí mamá —gritó el niño desde unas sillas más adelante.
Finalmente fueron llamados para abordar, ya sentados en sus puestos correspondientes Alessandra suspiro cerrando sus ojos por unos segundos, ya no habia vuelta atrás,
—Pollito, ¿no se te ha quedado nada? —preguntó Alessandra buscando relajarse y mantener su mente ocupada en algo más y sabiendo la respuesta hizo la pregunta, pero quería escuchar lo que su hijo tenía que decir.
—Tengo todo listo, ya nos podemos ir a donde el tío Damián —anunció el pequeño con una gran sonrisa.
—Claro que si mi amor, pronto estaremos con el tío Damián —susurro Alessandra dejando un beso en la frente del niño quien sonreía hasta no poder más, era su primera vez viajando en avión, por lo que estaba emocionado. Su rostro se maravillo cuando ya estaban sobre las nubes, no podía dejar de mirar por la ventana,
Desde la llamada que tuvo con Damián, sus llamadas telefónicas se habían vuelto un ritual, sobre todo con lo relacionado con la casa, le habia pedido a su hermano una casa en los limites de la ciudad de Tacoma, quería mantenerse lejos del lugar donde sufrió, además por supuesto pensando en el bien de su pequeño, quería que su hijo viviera en un lugar tranquilo.
Nueve horas con cincuenta minutos duro el vuelo directo desde Londres a Seattle, el cambio de horario afecto a Aiden Alessandra suspiro ya que su pequeño niño era muy gruñón cuando no podía dormir bien,
El vuelo fue algo tranquilo salvo por algunos momentos donde Aiden no paraba de preguntar si ya estaban por llegar, Alessandra en unos de sus intentos de calmarlo y entretenerlo le puso una película, acomodo los auriculares sobre los oídos y el pequeño a ver las caricaturas se quedó tranquilo.
Cuando al fin llegaron al aeropuerto de Seattle, Alessandra solo quería dormir y descansar, pero Aiden no, el pequeño durmió durante cuatro horas para despertar con toda la energía recargada, al bajar del avión todos fueron a buscar las maletas, luego salieron a buscar a sus familiares.
A lo lejos Alessandra pudo distinguir a su hermano, este estaba vestido de traje, demasiado guapo, hacía mucho tiempo que no lo veía, pero lo que más llamó le atención es que una chica muy guapa estaba sujetada a la mano de su hermano. Mas personas estaban allí, pero eso no pareció de importancia para Alessandra salvo un hombre de cabello castaño con varias canas y ojos cafés que se le hicieron muy familiar, aquel era el hombre que la había atendido cuando se desmayo en el parque luego de todo lo que habia sucedido con Jean y Jennifer.
Kayly con toda la energía que la caracterizaba comenzó a correr hacia donde estaban estas personas, Alessandra supuso que aquella pareja de que estaban a un lado de Damián eran sus padres.
—Pollito —grito Damián al ver al pequeño Aiden, este desesperado se soltó de la mano de su madre y corrió hacia su tío.
Alessandra se quedó de pie mirando a sus dos hombres abrazándose y saludándose con mucho cariño. No se podía negar el amor que ambos se tenían, era una devoción inigualable. La chica al lado de Damián estaba fascinada por como Damián actuaba con el niño, Kayly la saludo con gran cariño.
—Davy—murmuró Kayly sonriendo mientras abrazaba a la chica.
—Es un gusto por fin que estés aquí con nosotros —respondió el abrazo con una gran sonrisa.
—¡Oh! hermanita no me quedaría en Londres después de saber que te casas de nuevo —comentó Alice alejándose de la chica, ambas sonreían.
Alessandra al escuchar aquello volvió su atención a su hermano, poco a poco se iba dando cuenta de todo lo que estaba pasando y deje de tristeza surco su rostro, Damián tomó a Nathan en sus brazos y miró a su hermana con una gran sonrisa.
—Así que te casaras —afirmó Bella mirando a su hermano dejándolo con las palabras de saludo en la boca.
—Si Lexy, esta mujer es la indicada —dijo Damián muy orgullo.
—Felicidades —murmuró Alessandra un poco dolida ya que esperaba que su hermano le hubiera contado de aquella noticia de otra forma, su hermano se dio cuenta.
—Gracias —susurro Damián ya sin la misma felicidad con la que habia saludado a su sobrino, sabía a la perfección que su hermana estaba herida por la forma de la cual se entero de su pronta boda.
Alessandra se encogió de hombros y comenzó a caminar hacia el estacionamiento del aeropuerto, sin siquiera saludar a su futura cuñada, sabía que estaba siendo un poco exagerada, pero la única familia que realmente tenía era Aiden y Damián. Y saber que su hermano se halla callado esta noticia la hacía sentirte sola.
Damián al ver a Alessandra caminar sin saludar a nadie más prefiero ir detrás de ella después de despedirse de su novia, este lo tranquilizó y le pidió que la llamara para contarle cómo iban las cosas, Kayly por otro lado tardo un poco en entender todo lo que estaba pasando y prefirió no meterse hasta que Alessandra hablara con ella, después de todo, conocía a su amiga y lo mejor era no presionarla, de lo contrario se cerraría como una concha marina y no dejaría a nadie entrar, por otro lado tranquilizó a Davina asegurándole que Alessandra era una maravillosa amiga, su hermana un poco mas relajada sonrió a Kayly, lo mejor era tenerla de vuelta en la ciudad.