Mi destino

Capitulo 4

Aarón

 

Estábamos en el café de siempre con mis amigos, Matías Clayton, Esteban Castro y Victoria Johnson.

Matías tenía 21 años tenía el cabello rubio y ojos verdes era el más mujeriego de los tres pero un excelente amigo, Esteban tenía 20 años era el más reservado de los 4 casi siempre se mantenía callado cuando otras personas intentaban acercarse a nosotros de hecho era mi compañero de clases ambos estábamos estudiando derecho en la universidad, los demás también asistían a la misma universidad pero no en la misma carrera, y luego estaba Victoria ella era la más pequeña tenía 19 años y era la única mujer en nuestro grupo y eso era porque jamás quiso acostarse con nosotros, bueno sería extraño por lo menos para mí, ella era muy guapa tenía el cabello rubio y ojos marrones un rostro muy bellos, toda una dama hasta que te toma confianza y por supuesto no podría faltar yo con 20 años llenado de luz al mundo, el más guapo y sexi el grupo y no es que yo lo diga, lo dicen todas las chicas, claro las que tenía oportunidad de estar en mi cama, podrían llamarme idiota o lo que sea, pero no me acostaba con cualquiera en fin siempre habíamos sido amigos, los 4 crecimos juntos nuestras madres eran amigas y nosotros seguimos sus pasos.

—¿Cómo te fue con la Barbie? — Matías pregunto en mi dirección con media sonrisa.

—Ni te imaginas—una sonrisa se formó en mi rostro al recordad a la hermosa rubia de anoche—La hice gritar como toda una muñequita.

—IUGH, que asco—Victoria exclamo con una mueca— No hablaremos de sus noches de follada mientras desayunamos.

—Victoria tiene razón—Esteban acordó con ella—Lo aremos después— Victoria lanzo un golpe en su dirección y soltamos una carcajada que atrajo la mirada de los demás.

—Pero miren que preciosidad —dijo Matías observando algo detrás mío

—¿Que ven? —pregunte curioso y gire la cabeza para observar—No. Puede. Ser.

—¿La conoces? —victoria cuestionó confundida

—Es mi vecina—bufe, el rostro de Matías adquiero un brillo— Y para aclarar esta loca.

—Una loca bastante sexi y que viene para acá.

—Buenos días que desean ordenar—pregunto la loca, no podía negar que Matías tenia razón era bastante linda.

—Un café negro y dos tostadas—pidió victoria con una sonrisa

—Lo mismo—dijo esteban.

—Yo quiero un café negro y un pastel de chocolate— pedí sin mirarla no quería que me reconociera.

—Yo solo un pastel de fresa y tu numero muñeca—Matías como siempre idiota, no pude evitar observarla y noté como sus labios formaban una sonrisa.

—Enseguida les traeré su orden — y observo a Matías— Y no tengo permitido darle mi numero —contesto con una sonrisa.

—No creo que a su jefe le incomode—Matías seguía insistiendo

—Oooh no hablo de mi jefe—soltó una risita que me erizo la piel— Hablo de mi inteligencia.

Observé como se alegaba de nuestra mesa contoneando sus caderas, el rostro de mi amigo perdió su sonrisa y las carcajadas no se hicieron esperar, al parecer Amalia era todo un caso.

 

 

 

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.