Aarón
Que mierda fue eso, este día era una total mierda, observe a mi loca vecina, alado de la puerta con la vista hacia el pasillo donde la maldita rata había salido
–Ahora me vas a explicar que mierda fue eso–demande molesto
–Ya te lo dije Raúl vivía en mi casa y ….
–Porque carajos llamas Raúl a la rata–la interrumpí, ponerle un nombre a la rata era de locos, en definitiva, a esta mujer le faltaban algunos tornillos
–Porque no, es horrible, apesta y es un succionador de comida igualito que mi ex – termino de decir
–Lo pusiste como tu ex novio – pregunte desconcertado, pero sin ocultar la sonrisa que se había formado en mi rostro
–Sí, aunque mi ex era peor, mucho peor–menciono con una mueca de horror
–Ya no me interesa, lo que quiero saber es como entro a mi casa
–Buenoooo, cuando tú estabas con aquella chica en tu puerta yo abrí la mía y justo en ese momento Raúl salió por el pasillo y entro en tu departamento–encogió sus hombros sin importancia, al ver mi rostro suspiro–lo lamento si no es mi culpa que esa rata estuviera en mi departamento ni tampoco que allá ingresado al tuyo
Maldita sea tenía razón no era su culpa, pero igual estaba furioso mi día iba empeorando cada vez más.
–Tienes razón no es tu culpa.
–Gracias, y enserio lamento lo ocurrido– menciono sonriendo, en verdad era hermosa, loca pero hermosa.
–Bueno me voy espero que Raúl no vuelva–dijo mientras se daba la vuelta, y me dio la impresión de que no solo hablaba de la rata.
–Yo también–mencione.
–Nos vemos Aarón–se despidió con una sonrisa
–Nos vemos Amalia–la despedí con una enorme sonrisa, quizás mi día no sería tan malo después de todo.