Mi destino eres tú

Capítulo 8 "Acostúmbrate"

No pude dormir en toda la noche pensando en las consecuencias de la aparición del presidente en el bar.

Me pongo ropa deportiva para salir a caminar y antes de abrir por completo la puerta la voz del presidente se escucha así que simplemente dejo un pequeño espacio para poder escuchar mejor. Y sé que no está bien espiar a las personas pero estoy en mi territorio así que prácticamente no estoy haciendo algo malo o muy malo.

-¿Quieres saber la razón por la cual no puedo dejarte ir?- pregunta él en un tono bajo, ¿Con quién está hablando?; Abro un poco más y esta de espaldas y una chica esta recargada en la pared mientras que él tiene sus manos a los costados de ella impidiéndole escapar. –Porque te pareces a mi primer amor, tus labios, tus ojos, todo de ti- mi boca se abre involuntariamente al escuchar cada palabra, que imbécil, ahora no solamente tendré problemas de sueño sino que un ex soldado que traiciono a su capitán cree que soy la debilidad del idiota que intenta conquistar a la chica y lo peor es que casi creí sus idioteces.

Abro por completo la puerta y al hacerlo ambos me miran, el presidente pone expresión de pánico total al notar mi presencia y entonces me doy cuenta de que la chica trabaja aquí debido al uniforme de mucama que trae puesto, imbécil ¿Por qué parece tan sorprendido? Tal vez porque ya se ha dado cuenta de que no seguiré su estúpido juego de niños.

-Buenos días- añado y me dispongo a caminar hacia el elevador tranquilamente. Presiono el botón de bajar y las puertas comienzan a cerrarse…. Grito con todas mis fuerzas al ver una mano aparecer antes de que estas se sellen por completo, se abren de nuevo y el presidente aparece, frunce el ceño y entra.

-¿Por qué gritas?- pregunta con una expresión realmente fastidiosa, blanqueo los ojos y evado su mirada. -¿Ahora qué?- dice parando el elevador.

-¿Por qué hace eso?- pregunto con fastidio señalando el tablero con los botones en el que el botón de detener esta en rojo.

-Porque es mi hotel y puedo hacer lo que se me pegue la gana-.

-Pues hágalo cuando no vaya conmigo porque ya estoy comenzando a hartarme- me acerco para presionarlo y que vuelva a baja pero me detiene tomándome por los hombros y quedando de la misma manera en que estaba con la chica.

Comienza a reírse y a mirarme de una manera un tanto incomoda. –Ya entiendo-.

-¿Qué cosa?-.

-Estás celosa- sonrío burlándome de su supuesta suposición.

-Si como no, espero le quede claro una cosa- me observa con una expresión seria ahora y me agrada que vea que lo que digo es bastante enserio –No me gusta, no es el tipo de persona que deseo tener a mi lado-.

-¿Enserio? ¿Y entonces qué tipo de persona soy?- pregunta mientras arquea ambas cejas.

-Una persona a la que no le interesa llevar una relación estable o tener una vida normal-.

-¿Y que gano con eso? Quise hacerlo si encontraba a la chica de la que me enamore pero ¿Qué crees? Ella desapareció del mapa, tal vez no signifique lo mismo que ella para mí-.

-Tal vez no la encontró porque realmente no quería encontrarla- golpea el metal a mi costado con fuerza mientras me observa con enojo, trago en seco y parece que el aire se ha vuelto pesado, le observo unos segundos ¿amara tanto a esa chica que provoca esas reacciones en él? Si quiero saberlo debo hacer una tontería  –Oh vamos, chicas como ella debe de haber por doquier, para usted todas deben parecer iguales-.

-Ella es diferente a todas las chicas que he conocido, diferente de mil maneras que ni siquiera puedo explicar-.

-Entonces encuéntrela-.

-Tú no sabes nada. Pasé meses buscándola, pregunté a cientos de personas pero nunca encontré nada-.

-¿Por qué no la buscó pegando sus fotografías por la calle? Tal vez así personas  a las que nunca preguntó le darían razón de ella-.

-Eso es lo que no entiendes, todo sobre ella fue un misterio- se quita de enfrente presionando el botón que nos hace bajar; ya no dice nada más, simplemente se queda con la mirada gacha y aunque no he entendido absolutamente nada sobre que todo de ella fue un misterio ya no le cuestiono más, además eso no es un tema que me importe o del cual tenga derecho a saber.

Las puertas se abren y mis ojos se quedan fijos en la mirada de Alek frente a nosotros, también me observa solo que él si sonríe.

-¿Se hospeda aquí señorita Helliwell?- pregunta y ambos salimos del elevador.

-Así es- respondo si nada más, algo en él hace que mi corazón se acelere, y creo que eso es debido al recordar sus palabras y sus labios en los míos aquella noche.

-¿Vino Dave a verte?- pregunta Alek al presidente pero niega con la cabeza.

-¿Por qué lo preguntas?-.

-Porque anoche dijo que vendría, ya era tarde y había bebido-.

-Maldición Alek no debiste dejarlo venir así- ambos sacan el teléfono, al parecer lo están llamando pero antes de llevarlo a su oído el elevador se abre de nuevo y Dave sale acomodándose la corbata, rio por lo bajo al ver que su camisa está mal abotonada y el cuello de la misma manchado de labial rosa.




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