Mi destino eres tú

Capítulo 12 "Te dije"

-Pero antes responde una cosa- se acerca un poco para después cruzarse de brazos -¿Quién es Macon?-.

No puede ser, ¿es enserio?

-¿Cómo sabe de él?- pregunto con sorpresa, veo como pone los ojos en blanco y niega con la cabeza como si le molestara.

-Ayer en el bar una de tus amigas dijo que volverías por el sexy de Macon, dime ¿es algo así como el hombre que siempre quisiste para ti?- creo que me vería tonta si rio en este momento ya que parece que esto es bastante serio para él.

-Claro que… y ¿Por qué debería darle explicaciones? No somos nada- arquea ambas cejas y separa sus labios como si fuese a decir algo inmediatamente, pero se detiene.

-Soy tu novio- responde.

-¿Por esa mentira? Ni siquiera estamos en el orfanato para mentir-.

-¿Entonces debemos estar allá para que puedas darme explicaciones?- frunzo el ceño, hace una mueca para después mirarme como si quisiese asesinarme. -¿Sabes qué? Sal de aquí que hoy tengo que ver a alguien importante, ah y te quiero en veinte minutos afuera, el que me hayas mandado al diablo no significa que dejaré de tenerte conmigo ¿entiendes?-.

-¿Qué? Puedo tomar un taxi-.

-Ya te lo dije, veinte minutos o te quedarás una semana más en la empresa-.

Abre la puerta sacándome a empujones y después cierra la puerta como si le molestara mi presencia. Pero, un momento ¿qué no era yo la que quería salir desde el principio? Ah, como sea, giro la cabeza a mi derecha y la misma chica que estaba con el presidente la otra mañana deja caer un puñado de toallas blancas que tenía en sus manos, sus ojos están al parecer más abiertos de lo normal, pero ¿me está mirando a mí? Volteo a la izquierda para poder ver a quién mira con tanto odio y… demonios, el presidente y ella, y… acabo de salir de su habitación o suite como sea que se llame porque es bastante grande y elegante, ahora que lo pienso, creo que el precio que estoy pagando es para merecer una como esa aunque la mía no está nada mal; pero ¿Qué tan sospechoso podría ser eso? Es decir, soy una empleada de su empresa, podría ser por asuntos de trabajo, sí, bien pensado…

Bajo la mirada y que estúpida soy, si bueno, Venus, no es nada sospechoso salir de la habitación del presidente con su pijama puesta y con este aspecto. La chica se acerca empujándome fuertemente contra la puerta de la habitación del presidente.

-¿Quién eres?- pregunta con odio total, llevo una de mis manos a mi cabeza al sentir el dolor expandirse por el golpe.

-¿Acaso estás loca?- pregunto con frustración, pierdo el equilibrio al abrirse la puerta de la suite del presidente, me sujeta por la espalda antes de caer, la chica niega con la cabeza al notar la presencia del presidente; puedo ver como sus ojos se llenan de lágrimas al verlo, esto es demasiado, ella en verdad creyó todas sus mentiras y ¿por qué me siento tan culpable?

-¿Qué esta pasado aquí?- pregunta y parece molesto, me suelto de su agarre y veo que aún sigue con solo la toalla.

-Eso es lo que quiero saber, ¿Qué hacia ella en tu habitación?- pregunta la chica y de sus ojos comienzan a caer lágrimas.

-Te dije que te fueras a vestir- dice sin hacer caso a la chica -¿Por qué siempre haces lo contrario a lo que te digo?- bajo la mirada al sentir que estoy a punto de golpear su rostro, ¿Cómo pudo hacerle esto a esa chica?

-¿Esto es lo que quiere?- frunce el ceño al ver que estoy llorando; puedo imaginar lo que siente ella ahora mismo, y es como si estuviese pasando la misma versión con Ezra, y ahora que lo pienso, él me recuerda a él en todos los sentidos malos que siempre he querido olvidar –No le importan los sentimientos de los demás, solo le gusta engañar ¿no es verdad? Quería una repuesta hace unos minutos, mi respuesta es que regresare a Boston en una semana para no volver a verlo jamás- camino hacia la habitación y cierro la puerta de golpe.

Comienza a tocar pero pongo el seguro.

-Venus, abre la puerta. Escucha, tienes razón, he dañado a muchas chicas mintiéndoles sobre el hecho de que se parecen a mi primer amor, sé que crees que soy un idiota y sí, lo soy. Y si preguntas si me arrepiento de haberlas dañado, la respuesta es sí, y te juro que pienso disculparme con ellas una a una porque, desde que me di cuenta de mis sentimientos por ti supe que no quería hacerte lo mismo, no quiero dañarte, no lo haré- por su tono de voz pareciera que dice la verdad pero también se podría decir que es un excelente actor porque lo he visto yo misma, hasta podría nominarlo a un oscar, enciendo el televisor subiendo el volumen hasta que apenas y puedo escuchar los golpes en la puerta por la música tan alta, cantando lo más fuerte que puedo entro al baño, abro la regadera y comienzo a quitarme toda la ropa lanzándola contra la pared.

-¡Estúpida pijama!- cierro la puerta de cristal mientras que el agua entra a mi boca por abrirla tanto al cantar, esta fría pero este será mi castigo por haber bebido tanto anoche.

Salgo de la regadera y no hay toallas –Hay no, la chica las dejó tiradas a medio pasillo, ¿Qué tipo de hotel es este si no dejan toallas de repuesto?- ahora lo único que tengo es la estúpida pijama, mi ropa interior está mojada así que tendré que usar solo eso.




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