Mi destino eres tú

Capítulo 18 "Rosas negras"

Abro los ojos al escuchar como llaman a la puerta con demasiada insistencia lo que me hace pensar inmediatamente que es la chica del cuchillo que viene a traer postre. Trato de levantarme pero me doy cuenta de que Sean me tiene abrazada a él como si fuese su almohada favorita lo cual me hace sentir bien y un poco avergonzada, ni siquiera sé en qué momento nos quedamos dormidos; Con cuidado quito su mano de mi cintura dejándola a un lado, me acerco a la puerta lentamente observando por la mirilla de la misma para percatarme de quien está detrás, y… demonios, son Sam, Tess y ¿ese chico con ellas quién es?

Corro a donde Sean para tratar de despertarlo, pero antes de hacerlo paso mis dedos ligeramente por su cabello y beso su mejilla, pero al separarme veo una linda sonrisa en sus labios y sus ojos se abren poco a poco, cielos, me ha descubierto, sonrío para disimular que me he sentido como una boba.

-No me molestaría despertar así todos los días de mi vida- añade en voz baja mientras me observa, toca mi mejilla con la punta de sus dedos, pero entonces todo el momento mágico termina cuando vuelven a tocar la puerta. -¿Quién es?-.

-Son mis amigas y si no te escondes ahora mismo nos asesinaran a ambos- se levanta inmediatamente y sin dudarlo se mete debajo de la cama. -¿Qué haces? No creo que eso sea muy cómodo-.

-Estaré bien, y supongo que será por poco tiempo- asiento con la cabeza y camino nuevamente hacia la puerta, la abro y sin decir nada los tres entran dirigiéndose hacia el sofá, el chico tiene una expresión tímida puesto que entró con la mirada gacha, y parece demasiado joven, quizás unos diecinueve años de edad. Los sigo sentándome en el sofá más pequeño mientras que los observo esperando una explicación de su visita ya que nuestro paseo al centro comercial decidimos posponerlo, bueno, en realidad ellas lo hicieron.

-Bueno, Gale, ella es Venus, Venus, él es tu futuro esposo- no puedo evitar poner una expresión un tanto incómoda, ¿qué diablos está diciendo ahora mismo?

-¡Samanta!- le regaña Tess con una mirada de desaprobación, las mejillas del chico se tornan rojas así que supongo que está aquí por obligación más que por gusto, ¿quizás una apuesta? O ¿piensan pagarle al chico para que salga conmigo?

Las conozco demasiado y sé que son capaces de eso para que pueda tener una cita ya que según ellas no he tenido una desde hace mucho tiempo y aunque tienen razón con eso yo no quería salir con nadie por diversos motivos que van desde mi rompimiento con Ezra, hasta el conocer a Sean en esa fiesta de disfraces.

-Bueno, lo siento- blanquea los ojos y saca el aire por la boca de manera exagerada –Entonces lo diré así, Venus, Gale quiere una cita contigo, parece que te vio hace unos días en el hospital cuando estabas con una niñita, fue amor a primera vista- aclaro mi garganta al escucharla.

-No creo que eso sea…- el chico se levanta y con expresión seria me observa, lo cual me asusta ya que parece demasiado decidido de lo que dirá, demonios ¿qué está pasando aquí?

-Lo que ha dicho es verdad, ellas solo me ayudaron a encontrarte- dice Gale y parece que mis dos amigas están muy felices ante las palabras del chico. –Solo que esa noche estabas con un tipo, creí que era tu novio pero parece que me equivoque-.

-Oye, lo siento pero yo…-.

-Sé que no tienes novio- interrumpe, parece insistente.

-Tienes como diecinueve años y…-.

-Para el amor no hay edad- continua; La expresión en el rostro de Sam parece que está presenciando una escena de ternura, mientras que Tessa parece asustada, tanto como yo de su insistencia. Evito mirarlo en el momento en que Sam levanta la mano para decir algo, y ni siquiera respondo ante lo que ha dicho.

-Con las características tan obvias que Gale nos dio nos dimos cuenta de que se trataba del presidente, pero, a todo esto ¿Qué demonios hacías con ese idiota?- mis ojos se abren de más al escuchar la manera en que Sam se refiere a Sean, me levanto del sofá y Gale se acerca para tomar mis manos impulsándome a él para después besar mis labios, se aparta un poco, y no entiendo porque demonios lo ha hecho, ¿con que confianza lo hace? Y ¿con que derecho se siente para poder hacerlo? Tessa y Sam se levantan inmediatamente para sujetarlo de los hombros hacia atrás porque ya saben que eso lo odio, que un chico se acerque a mí de esta manera como si ya fuésemos algo y aún más porque me ha besado.

-Disculpa pero, ¡no creo que haya dicho que sí a salir juntos, y en cuanto al haberme besado espero que te quede claro que quiero que te vayas ahora mismo de este lugar sino quieres que llame a seguridad!- añado antes de que Sean salga de debajo de la cama.

-Lo siento yo… No quería asustarte pero espero con esto te quede claro que lo que siento por ti es real, esta era la única manera de demostrártelo, quiero que seas mía, mía y de nadie más-.

Mi boca se abre casi involuntariamente, este chico necesita ayuda de una terapeuta, y ¿suya? ¡Pues ni que fuese un objeto!

-¡Que idiota eres!- le dice Tess para después darle una bofetada. -¡Largo!- exige y parece estar molesta. –Linda, nos vamos también y lamentamos todo, no sabíamos que estaba tan… mal. Descansa y te llamaremos más tarde ¿de acuerdo?- asiento con la cabeza y observo como el chico no deja de mirar hacia atrás como si se le hubiese quedado algo, me asomo hasta ver que suben al elevador pero antes de que se cierren las puertas sale un chico alto con un ramo de rosas en las manos, me observa y camina hasta detenerse frente a mí.




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