Después de acomodar un puñado de mantas sobre la alfombra nos acomodamos uno frente al otro tomando un poco de distancia para poner el cubo con las preguntas escritas, primero lo haré yo ya que así lo decidimos, bueno, la verdad es que así lo decidí yo, y ya que él no dijo lo contrario pues lo tomé como un ¡por supuesto que sí cariñito!
De acuerdo, el “cariñito” fue demasiado.
-Entonces, como propuse el juego pondré las reglas, la primera y última es que por cada pregunta debo beber una copa de vino, aunque solo se aplica forzosamente a mí, si tu no quieres entonces…- muerdo mi labio inferior y evito mirarlo al ver esa cara que ha hecho, es algo así como “Aja, si como no, vaya sacrificio” y no puedo contra eso.
-¿Una copa de vino? Venus, son veinte preguntas, ¿beberás diez?- pregunta y tiene razón, me levanto y tomo la libreta, el lápiz y las tijeras para después volver a mi lugar.
-Oh, es verdad, ¿debemos hacer otras diez?- niega con la cabeza y parece divertirse, y no sé si es por mis estupideces o por que ha notado que su pijama es bastante graciosa, pero lo que sí sé es que creo que él se ha convertido en la razón por la que he vuelto a creer en esto de una relación en la que ambas personas se quieren, y lo sé porque el hecho de que esté usando esto y lo haya usado frente a su hermano y más quiere decir que esto es real.
-¿Qué piensas ahora?- frunce el ceño y con esa expresión parece que intenta imaginar lo que estaba pensando.
-Solo… nada- sonrío tomando un papelito y comienzo a extenderlo, esta no es una de mis preguntas ya que no es mi letra y al ver lo que dice ni siquiera puedo evitar sonreír, esto es imposible, levanto la mirada observándolo con confusión.
-¿Y bien?- bajo nuevamente la mirada para poder releer lo que dice ya que ni siquiera puedo créelo.
-Qué… espera, ¿qué estabas pensando?- sonríe y da un trago a su copa de vino mientras que continua observándome en espera de la respuesta, demonios, parece que lo disfruta –Eso… eso dice mi pregunta-.
-Pues responde- observo por unos segundos mi copa y está llena, la sujeto y llevo todo el contenido a mi boca y en cuestión de segundos la termino y la dejo a mi lado, parece que los ojos de Sean se van a salir de su lugar puesto que los ha abierto demasiado.
-Pensaba en que…- trato de tomar un poco de aire puesto que esto parece difícil, ya que el hecho de que haya dejado de creer es por culpa de un idiota y ahora he vuelto a creer por él, por Sean y solo espero que esto nunca termine. –Gracias a ti pude darme cuenta de todo el cariño y el amor que un ser humano puede llegar a sentir por alguien, y bueno, esto no es igual al cariño hacia un padre, se trata de algo nuevo que al principio da miedo porque no sabes si podrás confiar en esa persona y yo creo en ti, confío en ti así que… esa es mi respuesta. Te toca- tomo la botella llenado de nuevo la copa y dando un enorme trago.
Toma un papelito y de verdad que agradezco el hecho de que no dijera nada más puesto que esto se pondría demasiado exagerado.
-¿Cuándo?...- comienza a reírse al ver lo que dice y no entiendo porque –Venus, ¿es enserio?- alzo ambas cejas y espero una explicación. -¿Cuándo se cayo tu primer diente?- aclaro mi garganta, y debo añadir que me siento un poco avergonzada.
-Es que, no sabía que más preguntar- respondo.
No deja de reírse, y desde este punto puedo ver algo en sus ojos, es como un brillo especial que acompaña esa dulce sonrisa y sus carcajadas.
-A los seis, Venus. Pero antes dime, no pusiste a los cuantos años deje de usar pañal ¿o sí?- niego con la cabeza y tomo el papelito. –Solo que a partir de ahora leeremos en voz alta la pregunta sin antes revisarla- asiento con la cabeza y prosigo.
-¿Vivirías conmigo?- reviso tres veces la pregunta y siento que algo ha golpeado duramente mi estómago, ni siquiera soy capaz de mirarlo. –Es una broma ¿no es verdad?- pregunto pero parece que habla enserio ya que se ha levantado para acercarse a mí, toma mis manos y sin dejar de mirarme a los ojos él…
-Solos tu y yo, escucha, sé que tienes miedo y no te pido que compartamos la misma cama, solo que estemos juntos y no importa que tan despacio vaya nuestra relación porque lo único que deseo es que estemos juntos- ni siquiera me esperaba esto y lo peor es que no deja de mirarme en espera de un sí, pero no puedo hacerlo. –Venus, yo…jamás había estado tan seguro de algo como lo estoy ahora ¿qué dices?- el teléfono comienza a sonar haciendo que esto sea más confuso de lo que ya es para mi puesto que mi mente está en guerra ahora al imaginar a como responderé.
-Sean yo… creo que eso sería bastante pronto- el teléfono hace “bip” y la voz de Sam comienza a escucharse.
“-Linda, lamentamos una vez más lo del chico y en cuanto a buscar un departamento he pensado que entre más lejos estemos es mejor, ¿qué te parece? Ya ansío salir a buscarla mañana-.”
Esta vez me observa con decepción, y ciertamente comienzo a sentirme culpable puesto que no le he dicho absolutamente nada.