Capítulo 25 "El regalo de Grace"

Abro los ojos de golpe al escuchar un estruendo, por un momento soy incapaz de saber en dónde me encuentro pero cuando fijo mi mirada al frente me doy cuenta de que ya hemos llegado, la entrada es exactamente como la recuerdo, enorme y puede verse como una línea de pinos de una altura considerable están a las orillas del camino hacia la enorme casa.

-Lo siento, no sabía que la puerta haría ese ruido tan fuerte, después de todo hacía tiempo que no había sido abierta- de verdad él ¿nunca volvió? No me atrevo a preguntar ya que creerá que dudo de lo que me ha dicho, pero, de igual manera me es intrigante, al ver su mirada puedo saber que es verdad, y a la vez es triste ya que parece que recuerda los malos momentos, como el pulsar el botón de regresar del televisor y volver a vivir todo de nuevo.

-Está bien, yo lamento haberme quedado dormida- sonríe y mira al frente, y ahora parece que está emocionado, y también lo estoy, aunque no del todo, me incomoda el hecho de tener que estar en esta enorme mansión, es raro y preferiría estar en esa linda casa que compré para mis amigas, es de un tamaño normal y además Sean estaría a unos metros, sin embargo no me atrevo a hablar de eso ahora, esperare unos días para decirle sobre eso. Bajo el vidrio de la ventana de mi lado cuando el auto comienza a avanzar, los pinos parecen como una hermosa pintura, son grandes y todos y cada uno de ellos están cubiertos de nieve y hielo al igual que el camino, me es realmente sublime todo esto, la nieve cayendo mi corazón latiendo de manera rápida, y, cuando nos acercamos a la casa todas las luces se encienden, no puedo evitar sonreír, parece un hermoso castillo y el hecho de que continúe nevando y que Sean esté a mi lado hace más maravilloso esto.

-¿Por qué sonríes?- pregunta con confusión.

-Todo esto es como una golosina para mis ojos, y tenerte conmigo lo es todo para mí-.

-Si me dices eso entonces no sé qué pasara conmigo, haces que mis manos se humedezcan y que mis piernas tiemblen, dime ¿Cómo haces para que con una sola sonrisa me provoques esto?- sus ojos me observan fijamente de una manera tierna y dulce, si no fuera porque estamos frente a su casa y por el hecho de que dormiremos aquí y no sé hasta cuando me vaya a retener lo besaría, podría ser de una manera dulce o como la mañana en la que mis amigas casi me descubren, trago la saliva que se ha acumulado en mi boca en el momento en que noto ese ceño fruncido dirigido a mí, evado su mirada y vuelvo a acomodarme en mi asiento.

-Como que hace un poco de calor ¿no lo crees? Tengo que salir del auto- abro la puerta y salgo de inmediato para después volverla a cerrar, respiro profundo tratando de tomar aire fresco pero parece que no funciona, de repente aparece frente a mí, giro la cabeza hacia atrás imaginando en qué momento salió porque ni siquiera escuché cuando lo hizo. -¿Acaso eres Peter Pan? Porque bueno, apareciste así, de la nada y…- su seriedad me incomoda, bajo la mirada y al volver a alzarla me acorrala contra su auto poniendo las manos a mis costados, acerca sus labios a los míos así que cierro los ojos esperando el momento en que…

-¿Tienes algo en el ojo?- los abro inmediatamente y está a unos dos pasos apartado de mí con los ojos entrecerrados mirándome con confusión, oh pero que tonto, me vengare por esto, finge seriedad pero sé que por dentro se ríe demasiado, siento como mis mejillas se ponen calientes y estoy muy segura de que también están muy rojas. –Vamos, es momento de entrar, y déjame ponerte esto que te resfriaras- pone nuevamente su bufanda en mi cuello y señala el camino.

Comenzamos a caminar hacia la entrada y en el transcurso me toma del brazo tirando de él hasta su cuerpo, me sujeta por la cintura y parece muy feliz, sonrío también, esta vez parece que si me besara, acerca sus labios una vez más y…

-Tienes algo en el diente- añado intentando con todas mis ganas reprimir una risa malvada, parpadea varias veces y retrocede con la mirada baja –No es verdad- tiro del cuello de su abrigo impulsándolo hacia mí y lo que surge de ese impulso es un beso cálido y dulce acompañado de una oleada de aire fresco y pequeños copos de nieve cayendo sobre nuestras cabezas, juraría que escucho una melodía que queda con este momento, solo que en este caso no es una película o algo falso, sino algo real que no puede terminar con un “corte” del director de la película, sino que esto, solo puede acabar cuando nosotros lo deseemos…

…

-Aquí dormirás - dice abriendo la puerta de una hermosa habitación, los tonos son claros y realmente hermosos, la decoración, todo –Todo está ordenado especialmente para ti, hace un mes ordene que arreglaran esto para el momento en que te encontrara y ahora, estás aquí y en cuanto a la limpieza hace una semana vinieron a limpiar el lugar así que todo está en perfectas condiciones pero si hay algo que no sea de tu agrado solo dímelo y ordenaré que…-.

-Todo es perfecto, gracias- parece estar un poco nervioso, y eso me parece tierno, y aún más el hecho de que haya preparado esto desde hace tiempo.

-Lo es, porque estás aquí- se acerca y me abraza fuertemente a él, debo admitir que ha sido inesperado, y para nada me importaría que siempre me sorprendiera de esta manera, el silencio continua después de unos minutos y no deja de sujetarme. –Iré por las maletas al auto- besa mi cabeza y sale de la habitación, comienzo a recorrerla, esto me es extraño, todo afuera parecía tan diferente a mis recuerdos, ya que bueno, en ellos habían muchas personas caminando con ropa elegante y antifaces cubriendo la mayor parte de rostro, era como en un película; me acerco a la enorme ventana que está frente a mí, la abro y salgo a un precioso y enorme balcón, el aire parece acariciar mi rostro, es fresco y confortable. Muero de sueño y teniendo en cuenta que es como la una de la mañana es comprensible, es casi como si mis ojos pesaran y mi cuerpo se debilitara poco a poco.