Lo único que está ante mis ojos es ese chico, el mismo que entrega las rosas negras, el único que conoce su voz y sus intenciones, su expresión me asusta, todo a nuestro alrededor está oscuro y parece que estamos rodeados por árboles enormes.
-¡Él quiere matarla!- añade con una expresión de pánico, sus ojos se abren de más y parece que ve más allá de mí -Ahora, está detrás de usted- me giro inmediatamente y su rostro no puede verse debido a la capucha que trae puesta, retrocedo al ver como apunta su arma hacia mí.
-Te dije que te alejaras, ahora ya es demasiado tarde- puedo ver su sonrisa, sin embargo, no le temo.
-¡No!- de repente Sean aparece frente a mí abrazándome fuertemente justo en el momento en que el disparo se escucha, me mira, mis ojos se llenan de lágrimas y no puedo evitar gritar, todo su peso cae contra mí, comienza a resbalarse así que lo sostengo con todas mis fuerzas y cae lentamente al suelo, entre las hojas y tierra húmeda.
-Sean por favor, mírame, ¡Sean!- sus ojos se cierran y sus manos están frías, ha dejado de respirar.
¡Lo ha matado!
La voz del chico diciendo mi nombre se repite una y otra vez hasta que…
-¡Venus!- abro los ojos y me siento de inmediato, no hay oscuridad, las luces de la habitación están encendidas y continua lloviendo con fuerza, mi corazón late de prisa y mi respiración está bastante acelerada, llevo ambas manos a mi rostro intentando procesar todo, mis mejillas están húmedas, he llorado, todo por motivo de un sueño. –Venus- me quedo observándolo por más tiempo intentando percatarme de que el sueño no sea este, y parece que no lo es.
-Esto, no es un sueño ¿cierto?- pregunto y aunque eso suene ingenuo para mí no lo es, niega con la cabeza y toma mis manos. –No, no lo es- parece que no sabe cómo reaccionar, quizás porque no tiene idea de lo que trató mi sueño.
-Lo siento, pero necesito percatarme de ello- ya que está muy cerca de mí lo abrazo, el calor de su cuerpo y los latidos de su corazón me tranquilizan, y después de unos segundos me rodea con sus brazos y besa mi cabeza.
-¿Quieres que hablemos de ello?- pregunta y el solo hecho de recordar todo hace que mi estómago duela, todo parecía tan real y aún más el sonido del disparo, quizás lo confundí con el sonido de un rayo y mi mente lo distorsionó con actos que fueron una bella mentira.
-Solo fue un sueño, un sueño tonto- añado tratando de que esto no se vea peor.
-No creo que haya sido tan tonto porque comenzaste a llorar, después, dijiste mi nombre y por último gritaste- trago en seco al escucharlo, no imaginé que habría hecho todo eso, me aparto un poco y finjo una sonrisa.
-Quizás estabas soñando eso y creíste que lo dije- inspira profundo, sonríe y se acerca utilizando sus manos para impulsarse hacia mí. Sé que parezco una tonta por decirle eso ya que he sido demasiado obvia, pero aunque sea estúpido todo esto no quiero tener que hablarle de mí sueño, se preocupara y no quiero eso, bastante tuvo con lo del supuesto accidente y ahora no puedo decirle que he soñado con su muerte, y el hecho de que he llorado y gritado lo harán ver mucho peor.
-Tienes razón, quizás fue un sueño. Vamos, descansa- con un chasquido de dedos las luces se apagan, no le tomo mucha importancia ahora a eso ya que ahora no puedo dejar de pensar en las consecuencias que tendrá el no irme de aquí, y alejarme de todo, pero, si lo pienso bien todo comenzó desde que volví de Boston, ¿y si todo esto tiene que ver con la herencia que mi madre me ha dejado? Puede que haya alguien de su familia que no haya conocido y quiera lo que me ha dejado, ya que al ser un pariente cercano a ella por derecho quizás le correspondería, pero, ya ha dejado de herederas de todo a mis amigas ya que son mi única familia así que no les serviría de nada hacerlo ya que legalmente es mío y al haber hecho el testamento ya no habría validez sobre ellos sino sobre mis amigas y aunque a ellas también las dañaran ese dinero sería para sus padres, así que descartaré esa idea volviendo a la principal, mis padres biológicos.
Pero, si mis padres biológicos son lo que quieren alejarme entonces quiere decir que ellos viven aquí, aunque si en verdad ellos me odiaran tanto porque me abandonarían en un orfanato que solo está a unos horas de aquí, no suena muy lógico ya que como en las películas tarde o temprano me encontraría con ellos, pero, eso solo sucede en películas, demasiado irreal ¿no? Quizás ya los he visto y ellos a mí, pero, ¿por qué me alejarían? Existe la posibilidad que fueran del tipo que no quieren hijas, esperaban tener un niño y entonces no salió como lo deseaban.
…
Nos detenemos frente a la empresa, Sean me ha traído con él, pero ni siquiera entiendo la razón, quizás porque no he terminado mi deuda con su auto y el hecho de que ahora tengamos una relación no significa que eso terminara, pero aun así debería dejarme pagar por los daños porque no quiero continuar trabajando aquí, no me gusta la idea de que todos me miren desde que Sean me defendió de las tonterías de la chica de recepción que ahora trabaja limpiando. Un hombre le abre la puerta –Espera- dice y baja, el chico espera afuera, Sean camina dando la vuelta al auto y me abre la puerta, extiende su mano y la tomo con una sonrisa. Oh cielos, vaya que se mira realmente bien con ese traje, y ese peinado… ¡Ya basta Venus! Compórtate. –Entremos- dice y sujeta mi mano entrelazando sus dedos a los míos.