-Ya lo eres, eres la novia más genial que alguien pusiese tener, y lo mejor es que yo soy que la tiene, vaya, la suerte está de mi lado- exagera, puesto que hasta comienza a hacer una pose egocéntrica como si tratara de presumirme, pero la cuestión es que no hay nadie aquí.
De repente Alek aparece, parece que algo serio ocurre ya que su expresión no es agradable.
-Sean, tenemos que hablar- dice con seriedad.
-¿Qué es lo que te pasa? Dímelo-.
-Creo que será mejor si lo hablamos en la oficina- si bueno, he entendido la indirecta ya que ambos me han mirado al mismo tiempo, sonrío acomodo mi bolso en la mano.
-Ve, yo tengo que ir a…- no creo que sea buena idea decirle a donde voy ya que no lo aceptará –A casa-.
-¿Con casa te refieres a nuestro hogar?- pregunta, parece feliz por ello.
-Oh, bueno, en realidad me refería a donde mis amigas, es que quedamos de vernos hoy- asiente con la cabeza, he notado como su expresión ha cambiado rápido y ahora me he arrepentido por haberlo dicho así.
-Entonces déjame llevarte-.
-No es necesario gracias, tomare un taxi, y además quiero caminar un poco- parece dudarlo y Alek luce desesperado por la espera.
-Bien, pero llámame cuando hayas tomado el taxi, cuando hayas llegado y…-.
-Si sigues siendo así Venus terminara dejándote, además ella me cae bastante bien, tanto que ya la considero como de la familia, así que deja de ser así, diablos Sean, yo ya te habría dejado desde hace mucho-.
-¡Oye!, tú no te metas que no estoy hablando contigo, yo no te digo nada porque te la pasas hablando todo el día de la amiga de Venus- Alek evade su mirada e infla sus mejillas -Adelántate, te alcanzo en un minuto- se ha cruzado de brazos con expresión seria, incluso le ha alzado la voz, bueno, la verdad es que Alek y su madre se parecen mucho en ese aspecto, en la forma de actuar, es casi como si la hubiese visto a ella decirle eso.
-Bueno, pero rápido, y Venus por favor tenle paciencia- sonrío al ver la expresión de Alek, parece que quiere morir de la risa pero también luce desesperado.
-Bien, la tendré- añado con una sonrisa, Sean niega con la cabeza con expresión de desaprobación.
-Vaya, ¿con que la tendrás? Bien, entonces no me llames-.
-¿Enserio?- pregunto con alegría.
-¡Por supuesto que no! Ahora te llamare cada diez minutos ¡¿Escuchaste?! ¡Aun si te enfadas de mí lo seguiré haciendo, incluso llegas a dejarme por otro hombre, así que espero que ya te saques esa idea de que dejare de hacerlo porque pierdes tiempo haciéndolo!- comienza a caminar alejándose y finalmente cruza la calle y dobla a la esquina desapareciendo.
-Vaya que iba rápido, pero que grosero, ni siquiera se despidió de mí- me doy la vuelta y mi teléfono comienza a sonar… -¿Sí?-.
-Oye, borra de tu mente la parte de que me dejaras por otro hombre ¡porque eso no pasará!- cuelga, rio mientras continuo mirando el teléfono en mi mano ya que ha sido bastante gracioso -¿Para eso me ha llamado? Bueno, debo admitir que es lindo, bastante lindo, ni siquiera puede enojarse.
…
Me detengo frente a la florería en la que han estado enviando las rosas, mi plan es venir aquí muchas veces y esperar a que ese hombre venga, no sé la segunda parte del plan pero hasta ahora eso es todo lo que tengo, me dirijo a la cafetería de en frente, las ventanas son enormes y puede verse claramente desde aquí.
-Buen día señorita…- la chica se inclina hacia mí, creo que he exagerado con el camuflaje, he enrollado una bufanda en mi cuello y esta cubre desde mi nariz hasta la barbilla, además de que la gorra llega hasta por sobre mis ojos.
-Sí, buen día- sonrío pero parece que no la ha notado ya que bueno, no está a la vista.
-¿Qué le ofrezco?-.
-Café por favor, un café americano-.
-Bien-.
La chica se aleja y yo continúo mirando por la ventana, en espera de ese auto.
…
Llevo cinco horas en este lugar y ni una sola persona ha entrado a esa florería, vaya, esto es cansado, además de que me urge ir al baño por las cinco tazas de café que he bebido, una de chocolate y sin contar los tres pastelillos de vainilla, fresa y chocolate que he comido, pero si voy al baño él puede venir y entonces mi espera habrá sido un fracaso, aunque en parte creo que por hoy así será, no siento mis piernas, pero lo que si siento es que mis ojos se cierran por el sueño que me ha dado, siempre que tomo café extrañamente me da sueño a lo contrario que debería ser, entonces ¿Cómo podré permanecer despierta?
Abro mi bolso y tomo el celular, enciendo la pantalla y entra una llamada de Sean.
-Lo siento, hemos tenido una junta y ha durado cinco largas horas-.
-Está bien, no te preocupes, y dime ¿paso algo malo?-.
-No, Alek exagera siempre, pero dime ¿qué estás haciendo?- un auto se ha detenido justo frente a la florería, es bastante lujoso, debe ser él.
-Oh, Sam está preparando panqueques y Tessa café- vaya que digo mentiras, pero si se entera de lo que estoy haciendo estaré en problemas. Me levanto lentamente y me acerco a la ventana sin quitar la bufanda y gorra, no puedo ver nada ya que las ventanas están cerradas.