Después de almorzar, nos pusimos de acuerdo en dirigirnos al estadio. A pesar de la negativa de mi hermano en que su novia no se uniera a nosotros, no le quedó otra que aceptarlo; se ha vuelto un hombre sobre protector, tanto con Radojka como con su hijo. Ellos se manejan con el vehículo que les regalé para sus salidas en familia mientras yo me haré cargo de las mujeres en llegar sanos y salvos al lugar... Que Britt sea quien esté en el asiento de copiloto no me lo hace fácil, hasta pienso que Yvonne sabe más de lo debido. Me acomodo y enciendo al mismo. Observo a las amigas con una sonrisa y lo pongo en marcha, encaminándonos hacia el estadio.
No creí que llegaría este día, traté de ignorar las invitaciones del equipo a que presencie los partidos que se jugarán de local. No quiero ver como el niño se luce en mi puesto y yo estando allí, cayendo en la realidad que llegue recuperado y empiece desde el banco. Llevé años esforzándome para ser un deportista reconocido, para después te lo arrebaten y buscar equipos para tener continuidad. Puede que estos niños quieren hacerme la vida imposible, uno quitándome la titularidad y el otro que está con la mujer que realmente me interesa... O puede que esté desesperado en no caer en depresión. No es lo mismo tener a mi hermano menor con su familia que encontrar a una mujer que quiere ser feliz a mi lado... Si, definitivamente soy un hombre desesperado.
- ¿Estás bien?- parpadeo un par de veces y observo a Britt que me devuelve la mirada preocupada- Estás pálido y...- señala mis mejillas. Me doy cuenta de mi mandíbula tensa, mis manos que se aferran al volante y lo que ella hace referencia, lágrimas que descienden por mis mejillas.
- Nada de importancia, solo que esquivé mucho para ver como ocupan mi lugar mientras yo sigo en recuperación.- suspiro. Me avergüenza verlas, porque siento la mirada de Yvonne en mi nuca- Pasé tantas veces por esto que no debería molestarme, pero aún lo hago. Las lesiones durante mi carrera profesional siempre fue el mismo... No hubo hombros, rodillas o sobrecarga muscular. El tobillo ha sido mi pesadilla.
- Creo que muchos pasamos por ello, es algo que no lo podemos impedir.- contesta Yvonne con una mano en mi hombro- Es todo un gran proceso a la que debemos lidiar. Un ejemplo es que Britt se resiente de una lesión en su hombro; en mi caso es la muñeca izquierda. Pero como has dicho en la mañana, el transcurrir del tiempo puede darte una paliza. Sales bien parado o es el final de tu carrera, o algo similar...
Recuerdo el día de la operación... He pasado por operaciones tantas veces que ya no me asusto cuando me lesiono. Eso fue lo que me había dicho Britt, lo que me llevó a pensar que no era una simple persona que viviera con su amiga porque si. Lo que nunca imaginé fue que después de aquel encuentro, la tuviera al lado mío para ir a un juego del que podría oponerme... De no ser que es una de las interesadas en asistir. Puedo quitarme un hombro para que se sienta a gusto con su juego, también entregarle mi corazón y sepa cuidarlo... No romperlo, estrujarlo y partirlo en pedazos. ¿Ven? Como mencioné anteriormente, ella me vuelve un estúpido.
Estaciono el vehículo apartado del estacionamiento, el que utilizamos lo que pasamos el día aquí, sean jugadores o los que trabajan dentro de la institución. Mientras que Dragan si tiene que buscar un lugar donde dejar el suyo. Desciendo a la espera de Yvonne y Britt, observando disimulado hacia adentro para ver que se están disfrazando. Lo que me parece gracioso es que la rubia utilice una peluca negra mientras que la de cabello castaño se cubra con uno rojo, el mismo color de Hannah. Ahora viene a mi mente, a la noche me comunicaré con ella... Seguro que el pequeño Lex está más grande y muy parecido a su padre.
- Marko, ¿Crees que nadie nos reconocerá?- pregunta Yvonne, por lo que levanto la vista y mis ojos se clavan más en Britt- No queremos que digan que estamos para espiar al enemigo y todo eso que se les cruzan en la mente a los periodistas...
- No te preocupes por eso, personas como yo tenemos lugares de privilegio.- le contesto con fingida arrogancia y le guiño un ojo, por lo que se ríe- Solo espero que puedan servirme de ayuda, ya bastante fuerte es llegar y no poder jugar.- suspiro mientras mis brazos rodean los hombros de ellas- Y gracias por lo que hacen, no cualquier persona del que apenas conoces se acerca a conocer a un niño.
Me alejo de ellas en búsqueda del par de lentes que Hannah había dejado en la guantera. Una vez que las tengo en mano, cierro la puerta y me acerco de nuevo entregándoles a cada una. Yvonne me observa sorprendida y Britt con recelo. No es la primera vez que la veo así... No sé que pensar. Tal vez sean celos, lo que me hace pensar que ella pueda sentir lo mismo y la esperanza se enciende en mi pecho.
- Ahora no tienen de que preocuparse, nadie las reconocerá...
- Dime que no son tuyos.- me interrupe Yvonne y me río- Sabes que son de mujer, ¿No?
- Son de Hannah.- le contesto encogiéndome de hombros- Suele sufrir de migrañas y dejó estos en la guantera.- observo de reojo a la rubia que cambia de expresión y se lo coloca.
Me quedo sin aire al ver lo diferente que se ve con ese cabello negro y lentes que oculta sus bellos ojos celestes... Es hermosa. Lo que más llama la atención es ese lunar en su mentón, por lo que mis ojos se fascinan ante esa imagen que no creo ver nunca más. Le sonrío sin poderlo evitar y ella me responde. Por detrás de ella, Yvonne me observa con las cejas alzadas. ¡Esto no puede ser peor! Que la misma Yvonne se de cuenta que miro a su amiga con otros ojos, no está bien. Lo que me sorprende es que levante sus pulgares sin que Britt se de cuenta. A mi mente llega estas preguntas, ¿Ella no está de acuerdo que esté con Schnitzler? ¿Se llevará mal con él? Quisiera saber esas respuestas, pero ya bastante es con lo que sepa de mis intenciones con su amiga.