Mi Destino, tu Corazón

Capítulo VEINTIDOS

Otra semana ha pasado y sin sobresaltos... Todo sigue igual. Solo que no veo la hora de escabullirme en el hotel donde se hospedarán. No sé como iré a buscarla sin que nadie se de cuenta, pero algo se me va a ocurrir. Según las propias palabras de Britt ayer a la noche, estarían llegando a Cerkno hoy a última hora. No quiero arriesgarme a acercarme al aeropuerto y dar a entender algo que no es, aunque me importe una mierda lo que piensen. Ella tiene más prensa y, como todos, prefiere mantener perfil bajo. Por eso no voy a arriesgarme cuando está en el ojo de la tormenta por el casamiento con Phillip... De pensar en eso, mi sangre hace ebullición en mis venas, ¡Eso no va a ocurrir!

Observo la hora y escondo mi rostro en la almohada, son las siete de la mañana y no amaneció. Podría estar maldiciendo por estar despierto, pero no dejo de mirar el reloj desde ayer... Más ansioso no puedo estar. Aprovecharé las dos semanas, como mínimo tener de ella un beso. No dejo de pensar en ese momento que marcó un antes y un después en mi vida, en la que me llevé un susto de muerte al ver uno de mis mayores traumas de mi infancia. Después que le robara un beso y encontrarla en una cancha de handball, es una de las tantas cosas que tenemos en común. Aquí no hay mucho turismo, así que la idea es escapar de los paparazzi. Liubliana es la mejor opción a la hora de organizar una salida, o en mi caso, una cita.

Con las pocas ganas que tengo de separarme de la cama con este clima, debo hacerlo. Una camisa azul marino, remera blanca al igual que las zapatillas y pantalón jean y zapatillas es lo primero que mis ojos encuentran... Ya no necesito la ropa deportiva si no puedo jugar. Hoy es el juego en la que el equipo tiene que ganar si o si para clasificar a la siguiente fase... A lo que me refiero es al torneo internacional. Traté de evitar todo tipo de contacto con mis compañeros, pero esto ya es algo a la que tengo la obligación de asistir. Este debería ser el partido de mi vida y más frustrado por no estar dando lo mejor de mí para clasificar el equipo. Solo espero que Jürgen sepa cubrir mi puesto, algo que no ha sido esperado para el cuerpo técnico ni para los simpatizantes, y mucho menos para mí en el mejor momento de mi carrera. No es la primera vez que paso por esto, lo que la frustración me inunda una y otra vez cuando pienso en la lesión.

- ¿Despierto temprano?- escucho la voz de mi hermano cuando cierro la puerta de mi habitación y llevo una mano a mi pecho- ¿Qué haces tan temprano fuera de tu cama? Tienes los ojos grises...

- Tengo que estar presente en el juego de hoy por obligación.- le respondo encogiéndome de hombros girando hacia él- Es el último partido para clasificar si o si y debo acompañar por aparecer entre los convocados. Y sabes como son cuando hay mal clima.

- Te acompañaremos, aunque se que perderán si no estás para jugar.- me río, aunque siento de nuevo esa frustración de no poder jugar- Queda un mes para que empieces a entrenar con normalidad...

Bajamos a la planta baja. Ellos ya se ubicaron en una habitación lejana a la mía para mejor privacidad. No quiero oírlos de nuevo y me traumen por lo que me queda de vida. Me sorprende más ver a Radojka en la cocina preparando la mamadera para Radovan... ¿Tan temprano se despierta? Dragan debe ir a entrenar y mi cuñada quiere buscar un trabajo de medio tiempo para ayudar con la gastos de la casa, sin dejar de insistir de que no tiene porqué hacerlo. Solo me dijo que será para juntar por si llega ese día del que Britt decidiera vivir conmigo y ellos buscar un lugar para no estorbar el "nido de amor". Radojka es de mente abierta... Y algo morbosa a la hora de sus respuestas con doble sentido. Así que hoy hablaré con Áron para darle un lugar para los de menores categorías y no tener problema con mi hermano.

El desayuno pasa sin altibajos y les menciono de pedirle un lugar a Áron. Primero Dragan no se lo toma muy bien, pero Radojka lo convence para recaudar el dinero suficiente para adquirir un lugar donde vivir... Obviamente no faltó el de arrastrar a Britt y lo del nidito de amor. Si, con eso lo terminó convenciendo de dejarla trabajar. Ya con el permiso de Dragan me quedo más tranquilo y no esconder lo que sería un secreto de lo que ella trabajaría a espaldas de él. 


Mis nudillos hacen contacto con la puerta de madera y golpeo un par de veces, hasta que escucho su voz. Entro cerrando la puerta a mi espalda y éste me observa sorprendido, es que tampoco me había anunciado anteriormente. Me sonríe a la vez que me hace seña para que me acerque a su escritorio.

- ¿A qué de debe está visita señor Zivkovic?- pregunta una vez que tomó asiento y observo esos ojos color miel que me devuelve sorprendido- Debería estar concentrado con sus compañeros de equipo...

- Venía por aquí antes de quedar concentrado.- le respondo y suspiro. No quiero estar sin rodeos- Solo quería saber si tiene algún lugar disponible de personal trainer que llevan a cargo para los jugadores en recuperación... Es que mi cuñada necesita trabajar y le dije que esperara a buscar sin antes averiguar...

- Necesitamos para los niños.- me interrumpe llevando sus brazos sobre el escritorio y su mirada parece iluminarse- Los padres de las categorías menores no disponen de uno, por lo que sus padres se hacen cargo y no están muy contentos por eso.- frunce su ceño- ¿La señora Zivkovic es personal trainer?



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En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

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