Mi Destino, tu Corazón

Capítulo TREINTA

Un golpe en la puerta me quita de mis pensamientos. Desde esa tarde en la que nos contamos nuestros mejores secretos, no he dejado de pensar en todo esos años que ella pasó su infancia con la ausencia de sus padres... Portuguesa, ¿Quién lo diría? Creí que era descendiente, pero es nacionalizada. Recuerdo el día en que la había llevado junto a Yvonne, ellas hablaban de algo que teníamos en común o algo así. Si es eso a lo que se referían, físicamente tengo a mis padres pero es como si no existieran mientras ella y su hermana no los tienen. De nuevo el golpe en la puerta me toma desprevenido y frunzo el ceño... No debe de estar familiarizado con la casa.

El golpe en la puerta es insistente... ¿Es que no ha visto el timbre? Observo la hora por mi celular. Quien será la persona que esté irritándome a tan temprana hora... ¿Quién insiste a las ocho de la mañana? Camino hacia la misma enojado, furioso por el inoportuno. Pero me sorprendo quienes son esas personas y en qué estado se encuentran.

- ¡Confié en tí Marko!- grita Britt y entra a mi casa empujándome con su hombro- Te di mi completa confianza contar todo mi pasado. ¡Tú se lo vendiste al mejor postor!

- ¿Qué?- no entiendo lo que me estás diciendo. ¿Me podrías explicar desde el principio?- mis ojos se encuentran con los de Yvonne que niega con la cabeza sollozando y corre a abrazarme- ¡Necesito una explicación, no se de que me hablas!- exclamo.

- Salió esto en los portales digitales...- Yvonne me entrega su celular y lo que leo me hierve la sangre. Apenas entiendo lo que dice, pero lo suficiente para saber a lo que se refiere- Empezaron a llamarnos desde el orfanato lloqueados por la noticia que empezaron a difundir...

- ¡Les juro que no tuve nada que ver!- mis ojos van a Britt que no desvía su mirada de mis brazos, que rodean a su amiga- No soy tan estúpido por hablar algo tan delicado como su pasado...

- Yo te creo Marko.- susurra la mujer que no parece querer soltarme- No creo que un hombre como tú, que esconde su pasado, pueda dañar a otras personas...

- ¡Y es que no hice nada!- suspiro frustrado- Son parte de mi vida y es lo último que les puedo hacer...- y el primero es hacerla desaparecer a Yvonne para encerrarme contigo... Después me quejo de Dragan y sus perversiones- Sabes como soy un obseso de esconder de mi vida... Hasta me avergüenza decir que mis padres me tienen amenazado de vender al mejor postor todas sus verdades. ¡Ellos son capaces de eso y mucho mas!- Yvonne se aleja de mí y me observa con el ceño fruncido... Sí, es algo que no quise guardármelo para mí. 

- Tus padres... ¿Qué?- Britt me observa sin creer lo que he dicho y asiento mientras me río- ¡Que tipo de padres has caído!- no hay mejor frase que esa, es lo que me ha tocado.

- Habré hecho algo en el pasado para caer en la familia equivocada.- niego con la cabeza deleitándome de esos ojos celestes que tanto me fascinan.

La idea de comunicarme con Vikentije es lo único que se me cruza por la mente. Dejándolas consternadas, corro a mi habitación en búsqueda de mi teléfono. Desde esa noticia que me involucraron con Hannah, no tuve tiempo de llamarlo para reunirnos con Dragan. Solo que ahora lo haré por algo muy importante y es el único que puede ayudarme a saber de donde pudo salir esta noticia. Lo busco entre mis contactos y  cuando lo encuentro, no dudo en llamarle. Lo dejo en altavoz, solo para que una de ellas no crea más de que tuve algo que ver con esto.

- ¡Marko Zivkovic!- una gran bienvenida recibo del otro lado de la línea- No creí que un jugador de handball llamara a un simple fotógrafo que encontró por la calle...- esto lo dice en serbio y me río.

- Disculpa por hacerme desear.- le contesto a Vikentije en el mismo idioma- Supongo que sabrás la noticia que está recorriendo por todos los portales deportivos...- ahora le hablo en inglés al ver que Britt e Yvonne me miran raro.

- La verdad es que aún sigo sorprendido.- suspira y queda unos segundos en silencio- Personas como una gran carrera como Storstrand y Montanes, es difícil de digerir que no tuvieron una familia para apoyarlas como tú has tenido la suerte de que tu amiga Otišić te acompañara...

- ¿Puedes hacerme un favor?- le interrumpo su monólogo ante los rostros de tristeza de las mujeres.

- Lo que quieras amigo, mientras esté a mi alcance puedo ayudarte.- con una última ojeada a la noticia del celular de Yvonne, se lo devuelvo y ella me muestra una media sonrisa.

- ¿Puedes averiguar de dónde pudo salir esa información?- me debato entre seguir o dejarlo aquí, pero esto es por ellas- Sé que haces foto periodismo, pero si está en tus manos me serías de gran ayuda.

- Haré lo que pueda Marko, pero si llego a encontrar el lugar de donde proviene, me debes un gran favor.- bueno, otra cosa no puedo esperar.

- Lo que quieras, pero primero averigua lo que te he pedido.- se despide con la promesa de tener alguna información y comunicarse conmigo.

El timbre anunciando la llegada de otro visitante me sorprende. Observo a Yvonne para luego hacer lo mismo con Britt, pero las dos se encogen de hombros. Escucho los pasos de mi hermano y su prometida proveniente de la planta alta. Camino hacia la entrada y al abrir, Tomaž me observa sorprendido como yo. Gira para ver el vehículo gris que está estacionado a unos metros del garaje.



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En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

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