Mi Destino, tu Corazón

Capítulo TREINTA Y SIETE

- ¡Pero mira quien se decidió aparecer! Si no es nada más y nada menos que Marko Živković, el hombre que olvidó a su amiga...- lo ha dicho en voz alta que puedo escuchar la risa de Britt que esta a mi lado, escondida de la presencia de Hannah- ¡Y muy bien acompañado! ¡Si que es una novedad!- sus manos en mi pecho me empuja descaradamente para encontrar a la persona que me acompaña.

- No digas nada.- niego con la cabeza y mi dedo índice cubre sus labios, observándome sorprendida al saber quien es- No puedes obviar que estás al tanto de la noticia que circula sobre Britt..- suspira y asiente en respuesta, cambiando de repente la expresión en su rostro- Bueno, venimos de Hamburgo.

- ¿Hamburgo?- Hannah frunce su ceño y dirige su mirada a Britt- ¿Hamburgo no es donde vive tu amado novio?- el tono de voz que utilizo mi amiga para referirse a Phillip es algo a lo que me había desacostumbrado... ¡Como extrañaba sus sarcasmos! No fui el único en darse cuenta, Britt levanta las cejas con la expresión divertida en su rostro.

- Creo que eres la primera en enterarte de esto, aunque no tarde mucho que salir en los medios de comunicación...- dice Britt y suspira con su mirada en mí. Ni siquiera he dejado de observarla cuando mi amiga se dio cuenta de mi compañera- Phillip ya quedó en el pasado. Ya no es más mi prometido y no hay casamiento.- cierro los ojos, aturdido por el grito de Hannah. Siento que me empuja por lo que los abro y ella abraza bastante efusiva a Britt.

- Lamento oír tan desagradable noticia...- le contesta Hannah después de demostrarle todo lo contrario y muerdo mis labios para no reírme- Sé que estuvo mal de mi parte lo ocurrido hace unos segundos pero, ¿Quién propone casamiento con tan poco tiempo de conocerse?

- Lo pregunta la mujer que decidió abandonarme para ir detrás de un rubio que ni siquiera sabía tu nombre...- un ardor en la nuca me quita de mis pensamientos. Hannah me observa mal cruzada de brazos y Britt se hace la desentendida de lo que ocurre- ¡Es cierto! El mismo Áron tiene conocimiento de que perseguías a Lex por todo el establecimiento.

- Será mejor que no me tientes a soltar la lengua.- me contesta y levanto una ceja en su dirección- Te aseguro que no querrás pasar vergüenza con tu historia de vida...- lo primero que se me cruza por la mente es lo ocurrido con Samra hace más de dos años, pero lo desecho porque de algún modo se lo hice entender.

- Igual es tiempo de que lo sepa...- me encojo de hombros sin mirar a Britt, tomo la valija y el bolso para entrar al departamento- Es algo tan íntimo que solo mis compañeros prometieron y ella lo sabe, que ni siquiera los medios tienen conocimiento.- la miro de reojo.

Con la insistencia de Hannah de nos hospedarnos en el departamento contigua a la de ellos, que lleva vacío desde antes que ellos vivieran aquí. En este momento el conserje está frente a mí con una sonrisa. La única que ha hablado es Hannah, es la suerte que estudió alemán en la escuela. El hombre de cabello negro, que no llega a los cuarenta años, no deja de admirarme con la mirada. No se opuso a que "yo" use el lugar desocupado... Britt se escondió en la habitación del pequeño Lex, quien la recibió gustoso. Volviendo a mí, antes de que se retirara el conserje, le tuve que prometer que antes de retirarme de la cuidad le avisara para la tan famosa selfie y firmar una de sus camisetas. Resulta sigue más la Budesliga de handball que de fútbol.

Me guía hacia el departamento, ayudándome a acomodar el bolso en el sofá de la pequeña sala que me da la bienvenida. Solo espero que Britt no lleve algo que la pueda delatar, porque no soy un mentiroso con experiencia y no funciono bajo presión. Solo en estos tipos de casos es que quedo con la mente en blanco. Si... Mi mente funciona como máquina en un momento determinado, en una cancha y con el conocimiento de que ese juego depende de tí. Esto que sí depende mi futuro, no tengo idea de como encontrar una solución. ¿Si Britt se aleja por decirle al conserje de que ella está aquí? No, no funciono bajo ese tipo de presión. No sé en que momento perdí el control de mi vida que ahora solo me aferro solo a ella.

Me he creado una historia convincente para que no reciba preguntas de su parte, pero sí para decirme que fue toda una sorpresa que Britt Montanes me acompañara. Juro que quedé con la mente en blanco... Espero que haya sido el único en reconocerla, porque no le gustará nada a Britt. Aunque a mí no me importe que me vean con ella, ya que salimos en algunos portales online, decidiré lo que ella quiere. Primero tiene que asimilar que su prometido no le ha sido fiel, y tampoco quiero imaginarme si fue la primera o la lista es larga.

Cuando vuelvo al departamento de Hannah y Lex, me quedo estático al ver a Britt jugando con el pequeño Lex en el piso. El niño me reconoce una vez que levanta su vista hacia la puerta de entrada donde estoy admirándolos de este sorprendente acto de amor de mi acompañante al niño, corre hacia mí y me pongo en cuclillas para recibirlo. Ya ni recuerdo si tiene meses o ya llegó al primer año de nacimiento, pero este niño ya camina. Es el calco de su padre... Cabello rubio, ojos celestes y solo heredó de su madre la piel extremadamente blanca. Es la versión de Lex pero de piel extremadamente clara, ya que el es algo más bronceado. Me siento observado, por lo que dirigo mis ojos a esos celestes que ya me he familiarizado y Britt me sonríe cuando se da cuenta que la miro.



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En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

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