Mi Destino, tu Corazón

Capítulo CINCUENTA Y UNO

El almuerzo pasa sin altibajos, conversando en lo que sería la logística de todas mis pertenencias. En realidad no hay mucho de que pensar, son solo mi ropa y alguno que otros muebles que no les servirán a Dragan. Pero la mayor parte de lo que está en Cerkno quedarán allí. No me molestaré en llevar todo en mi vehículo y volver aquí vía terrestre. Viajaré las ocho horas frente al volante, me servirá mucho para pensar en lo que haré de aquí en adelante. Es todo un gran cambio y me lo merezco, cambiar de equipo para tener a Britt a mi lado es algo que merecía la pena arriesgar.

- Estás muy silencioso...- escucho decir a Britt y bajo la mirada para observarla. Estamos acostado en lo que armamos como una cama, aunque es algo incómodo- No estarás arrepintiéndote de quedarte aquí, ¿No?- le sonrío y uno mis labios a los suyos.

- Nunca dudo de lo que quiero cariño, estar a tu lado es lo último de lo que me arrepentiría.- mis brazos rodean su cuerpo y apoya su cabeza en mi pecho- Solo pienso en que todo esto es el mejor de los sueños, y es demasiado bueno para ser verdad...

- ¿A qué te refieres?- levanta su cabeza y frunce el ceño... Es adorable verla de esa forma.

- En lo que cualquier hombre piensa cuando encuentra una mujer como tú, una persona hermosa y única que se fija en un tipo común y corriente como yo...

- ¿Escuchas como te llamas a tí mismo?- se ríe y no le encuentro la gracia- A mí no me va los hombres común y corriente.- me contesta con tanta seriedad que me preocupa y se ríe- ¡Vamos Mark! ¡Tampoco soy engreída!- golpea mi mejilla para luego besarla- Solo te puedo decir que no eres cualquiera, lograste ganarte mi corazón y eso dice mucho de tí.

Mis manos se amoldan bien a su cintura y la levanto para acomodarla encima de mi cuerpo. Su jadeo ante la sorpresa me hace reír, pero sus labios en mi cuello me saca un gruñido de lo más profundo y la erección se hace notar entre sus piernas. En un determinado momento de mi ensimismamiento, siento que muerde y se ríe al notar que me tenso ante tal acto. Tomo de su cabello, uno mis labios los suyos mientras mis dedos ahora acarician la piel de su abdomen y de su espalda. En un intento desesperado le quito la musculosa que tenía puesta, quedándome sin aire al recorrer con la mirada su abdomen y sus pechos. No son grandes, pero admirable a mis ojos.

- Dime que pare aquí si no estás preparada Britt.- susurro con la respiración acelerada y la miro a los ojos suplicante- Perderé el control y no quiero arrepentirme de hacer algo que no quieras...

- Creeme que es lo que más deseo Mark.- sus manos acarician mis mejillas y pega su frente a la mía- Por favor, hazme tuya.

Como si se tratara de alguna especie de código en mi mente, pierdo la noción y me enfoco de lo que tengo delante... Britt, mi presente y mi futuro. Me giro hasta quedar encima de ella y me quito lo puesto, hasta por un momento pensaba que el calzoncillo y el pantalón jean se agujereaban ante la gran erección que produjo ella misma al pedir algo que deseaba con mucho anhelo, pero éste último decido no quitármelo. Britt se ríe ante mi desesperación, pero no sabe lo mucho que deseo estar dentro de ella. Le quito el sostén y cuando quiero darme cuenta, su jogging no aparece a la vista... ¡Mierda! ¡Esto no puede estar mejor! Mis manos masajean sus senos mientras mis labios juegan en su cuello y los jadeos saliendo de su boca no hace más que encenderme.

- ¡Mierda Britt! ¡No ayudas en nada!- me quito el bóxer y hago lo mismo con su braga- Solo dime si es muy brusco.- me acomodo mejor entre sus piernas.

Con un fuerte suspiro, entro de lleno. Levanto la vista a su rostro con angustia al escuchar un grito de su parte... No puede ser que sea virgen. Un par de lágrimas escapan de sus ojos y me quiero morir, no puedo ser tan estúpido de no preguntar si era su primera vez y...

- No es lo que crees.- sus dedos acarician mis pómulos, dándome cuenta que también derramaba lágrimas- Solo que llevo tiempo sin este tipo de actividad física. No quiero que pienses cosas que no son...- asiento y cierro los ojos.

Sus brazos rodean mi espalda, llevando todo mi peso a ella y me susurra al oído que siga. Trato de unir mis labios a los suyos mientras sigo entrando en ella, demostrando que con estos actos de amor no sé compara con nada lo que siento por ella.
 

- Aún sigo sin creer que compraras la casa sin siquiera verlo.- Britt rompe el cómodo silencio mientras la llevo al departamento que comparte con Yvonne.

- Confío en los gustos de Jelena, y hasta ahora no me ha fallado.- me encojo de hombros, observándola de reojo- A pesar de los años de distanciamiento, todavía nos conocemos como si fuésemos esos niños del que nunca nos separábamos... Ya sabes, nos protegíamos unos a otros y nos defendíamos de nuestros padres.

- Sé que fue mucho tiempo de ausencia, pero es como si nunca hubiese pasado.- sonrío y asiento en acuerdo- Esa unión de hermandad que tienen ustedes es la misma que tengo con Lara, al igual que Yvonne y Marianne...

- ¿Marianne?- pregunto frunciendo el ceño.

- Marianne Storstrand, la hermana gemela de Yvonne.- ahora que escucho ese nombre, me suena demasiado familiar.



#4918 en Novela romántica
#1370 en Chick lit

En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.