Mi Destino, tu Corazón

Capítulo CINCUENTA Y TRES

No esperé mucho tiempo la llamada de Vikentije. Sobre las tres de la tarde me anunció que había adquirido la que él mismo recomienda con todo lo necesario. Le di la dirección de la casa y se acerque hasta aquí. Britt quiso pasar el resto de la tarde acompañando a su amiga, lo cual me favoreció para no mentirle sobre mi repentina ausencia. Es la excusa perfecta para invitarla a cenar a la noche, ya que no la he invitado todavía. Estoy tentado en llamarla e invitarla, pero no sé si estará ocupada. Pero me gana la ansiedad y tomo mi celular de nuevo, buscando entre los contactos el número de ella.

- ¿Ya me extrañas?- la escucho decir ni bien descuelga y sonrío- Admito que me aburro aquí sola...

- ¿Sola?- la interrumpo frunciendo el ceño- Creí que pasarías el resto del día con Yvonne.- suspira mientras la maldigo por dejarla sola- Si quieres te puedo buscar y de allí comprar algo para que cenemos...

- ¿Es una cita?- puedo imaginar que está sonriendo, por lo que hago lo mismo- Te aseguro que a Marianne le va hacer lo mismo...

- ¿Le irá a pasar lo mismo? Digo, es su hermana y su mayor prioridad.- suspira de nuevo- En media hora estoy ahí, prepararé la casa para tu mejor comodidad.

- Solo con que estés a mi lado, no me importa en las condiciones que esté tu casa.- se ríe y mi corazón se hincha de felicidad al oírla feliz.

- Entonces prepárate que en un rato estoy allí.- con un te quiero de su parte, finalizamos con la llamada.

El golpe en la puerta me quita de mis pensamientos y corro hacia la misma. Al abrir, veo a Vikentije que tiene una caja de mediana medida bajo un brazo y otra más larga a su lado. Le doy el paso para que entre, ayudándolo con una bolsa negra que se le escapaba de sus manos. Lo guío hacia el despacho, o al menos lo que tengo de ello, y lo escondo detrás del escritorio que adquirí ayer por la tarde junto a la cocina y un juego de mesa y sillas... Sí, todavía sigo durmiendo en esa especie de colchón que armé el primer día. Con suerte en estos días volveré a Cerkno para recoger mis pertenencias y que Dragan siga con su vida allí.

- Es la mejor cámara que existe actualmente.- dice Vikentije sacando la misma de la caja- Es el último modelo que han sacado al mercado, un verdadero compañero para las salidas al aire libre.

- Te agradezco mucho amigo, creo que con esto seré el mejor novio que tuvo en su vida.- y espero ser el último... Desecho ese pensamiento de mi mente- Solo espero que no lo tome a mal, pero es que me encanta que tenga otro pasatiempo...

- Te aseguro que le encantará Marko, no dudes de ello.- afirma y me deja más tranquilo.

Salimos de la casa y nos despedimos, recordándole que aún no me olvido del favor. Con un abrazo nos despedimos y me dirijo a mi vehículo, emprendiendo camino hacia el departamento de Britt.

Entrar al supermercado fue una misión imposible, nada más vernos y ya teníamos una cierta cantidad de personas frente a nosotros con sus celulares a manos. Trato de ser lo más amable, porque quisiera pasar el resto del día a solas con ella y no ayudan. Me guardo el suspiro de frustración, sonriendo a cada pedido de foto y un simple autógrafo. Después de veinte minutos absortos de tantos simpatizantes, hacemos la compra correspondiente. Al principio le pedí su opinión sobre la cena, entre pedir delivery o que ella se hiciera cargo de preparar, por lo que eligió la segunda opción. Le agradecí por tomarse la molestia, ya que en estos días en Tokaj me alimentaba a través del delivery y como que de eso ya me había desacostumbrado.

- ¡Vaya día la de hoy!- exclama dejando las compras en la cocina junto a mí y vuelve a la sala directo al sofá- Has convertido en mi rato aburrido en algo mucho más interesante...- me acomodo a su lado y sus brazos no tardan en rodearme mientras su cabeza descansa en mi hombro mientras el mío hace lo mismo en los suyos.

- Me alegra saber que algo he hecho para alegrarte.- giro mi cabeza para observarla y una de mis manos acaricia su mejilla- ¿Qué harás en tus tiempos libres? Tu hermana tiene novio, supongo que tu única compañía era Yvonne.- le pregunto perdido en mis propios pensamientos.

- Viajar a Oslo con la intención pasar el mayor tiempo con los niños del orfanato.- suspira y su mirada se dirige a mi rostro- Creo que este año debo retrasarlo, la idea es llevarlos a ustedes para que los conozcan.- abro los ojos sorprendidos.

- ¡Me encantaría acompañarte!- le sonrío y uno mis labios a los suyos- Sé que son muy importantes para tí, después de todo volveré a Oslo.- me digo para mí mismo y escucho su risa- Aún no puedo creer que esta haya sido la tercera vez que nos cruzáramos, pero con la intención de que el destino nos una...

- ¿Tercera vez?- asiento y su rostro es todo un mar de dudas.

- La primera vez fue cuando eras una niña y me habías impresionado como dejabas en ridículo a mis compañeros de equipo.- cuento con la mano libre y ella frunce el ceño- La segunda vez fue en Praga, cuando reunieron a los jugadores más destacados del año y te había llevado por delante. Recuerdo que viajé con Lex y no llevábamos la mejor relación. El muy estúpido la hizo sufrir demasiado a Hannah y ella en ese entonces decidió terminar su relación con él. Lo peor fue que tuve que contenerme de no atacarlo por dejarla embarazada.- su rostro pensativo pasó a ser de angustia.



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En el texto hay: amigos, amor, deporte

Editado: 31.12.2018

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