En un par de días, Marko ya estaba instalado en Tokaj y la felicidad está en el nivel más alto. Nadie ha hecho algo como sí lo hace él, como el de pasar a un equipo que da sus primeros pasos al profesionalismo solo para estar conmigo. Ni el jugador en su mejor nivel se rebaja, pero cada uno tiene distintas formas de pensar. Él mismo me dijo que firmó contrato por dos temporadas y dará por finalizado su próspera trayectoria en este deporte. No me animo a preguntarle que hará una vez que llegue su fin, tampoco quiero proponerme a pensar cuando sea mi turno. Pero sí hay algo que quiero compartir, y eso es el viaje a Oslo para que conozca el orfanato donde crecí junto a Lara, Yvonne y Marianne. Todos los años nos encargamos de realizar una fiesta para los niños que están a cargo de Anders y Silje Storstrand, y está ansioso por conocerlos.
Desciendo del vehículo mientras controlo que el vestido no se arrugue. Hoy es la presentación oficial de Miskolc y acompañaré a Marko, como su novia es mi deber estar a su lado. Sabina se había comunicado en la mañana para avisarme que su hermano mayor es un manojo de nervios y espero servir de algo para calmarlo. Y es ella quien me recibe cuando llego a la puerta de la casa, con un barriga muy prominente y a nada que nazca el pequeño que lleva adentro.
- Si hay algo que tienes que conocer de Marko, es lo insoportable que se pone cuando se trata de eventos de esta características.- y también veo que se lo transmite a sus hermanos, al menos a ella. Me da paso y entro.
- Hola.- es lo único que digo y muerdo mis labios para no reírme- Espero que no sea hereditario...- susurro, pero algunos de los hombres han escuchado mi comentario y se ríen.
- Te lo dejo pasar Britt, solo porque está insoportable y hoy no es mi mejor día.- bajo la cabeza avergonzada y subo las escaleras hasta llegar a la habitación de él.
Entro sin que se de cuenta, pero está demasiado concentrado en algo que quiere ponerse. Su smoking es de un azul marino y sobresale la solapa de la camisa blanca. Parece más una presencia de un almuerzo de negocio que una presentación. Su cabello castaño claro esta demasiado brilloso y es difícil no saber que se puso gel... Phillip no pasaba un día en no ponerse eso en su cabello.
El sonido de los tacones lo hace saltar y su mirada está en mí, o mas bien en el vestido que tengo puesto. Es que tampoco quise quedar fuera lo que es combinar nuestros atuendos, así que ayer salí a comprar lo que llevo puesto. Un vestido color salmón para acompañar el color de su corbata y él sonríe, era como acordamos. Me pongo frente a él y me animo a armar el nudo de su corbata, aunque los nervios me los pasó a mí. Solo que es su mirada la que me pone así.
- No sé porqué me observas, me pones nerviosa Mark.- no quiero mirarlo a los ojos, la tensión es palpable. Es raro verlo con colores llamativos- Hasta me parece raro verte con este tipo de color.
- Siempre hago honores a los colores que defenderé, una costumbre que aprendí del mejor.- asiento, aunque hoy veo que sus ojos son grises- Al principio, Hannah se burlaba de eso. Más si el último equipo que defendí es amarillo y azul, quedaría como un loco tener smoking amarillo y corbata azul. Por ese motivo decidí vestirme con los colores a la inversa.
- Si, recuerdo haberlo escuchado de Yvonne y su loca admiración que tiene hacia tí.- de la nada mi mente parece trabajar ante los recuerdos- Parece una adolescente, no va a madurar más.- acomodo su corbata a la vez que se ríe y uno nuestros labios - Espero que Tomaž haga algún cambio, porque ya me imagino llegando a los treinta comportándose como una niña.
- Pide lo que quieras, pero cuando menos lo creas la extrañarás como ahora pides que madure.- en contacto de sus manos en mis brazos los hace erizar- En un par de amigos existe el maduro y el inmaduro, tú eres el lado maduro... De Yvonne no hace falta mencionar.
- Nuestros niños crecen...- finjo llorar pero se da cuenta que bromeo y me río- No puedes decirme que aún estés en shock.- ¡Mierda! ¡Todavía sigue pensando en eso!
- ¿Me dices que no debería preocuparme por ser tan estúpido por dejarme llevar por mi calentura?- eso es demasiada confianza en poco tiempo- Sabes que soy un verdadero caballero y no es mi estilo el de no fijarme en tí primero.- siento en roce de su nariz en mi cabello.
- Solo déjalo pasar, la primera vez es tan desagradable como muchas dicen.- la primera vez no es el mejor y lo tiene que saber- No pienses más en eso, la próxima será más agradable.- veo como se pecho se mueve frenético y no dudo en desabotonar su camisa y besar ese velludo pecho rubio- Será mejor llegar a Miskolc o nos olvidamos de todo...- levanto la mirada que asiente con los ojos cerrados.
Salimos de la habitación tomados de la mano y no fue muy ignorada entre sus hermanos y sus cuñados, ni el grito eufórico de Sabina me hizo soltarlo. Si no me equivoco, esta es otra primera vez... No con todo me sentía cómoda, pero con Marko todo es diferente.
La conferencia no tarda en comenzar y la sala reboza de periodistas y fotógrafos. La noticia de que un nuevo club aparecería en las grandes ligas locales ha sorprendido a más de uno. En esta zona del país somos de los pocos clubes que siguen vigentes, aunque tuvo su tiempo de gloria y con el tiempo desaparecieron. Llega el momento de la presentación de los nuevos jugadores, y es ahí cuando aparece un ruborizado Marko Živković. Es gracioso ver a un veterano al que tendría que acostumbrarse a este mundo esconderse entre Tomaž y el otro jugador.
Una vez que finaliza, veo a Marko acercándose a un fotógrafo hablando con familiaridad. No soy la única extrañada por él conversando con alguien del medio, su aún compañero se acerca y se ve que lo presenta. Soy demasiado metiche que decido acercarme y saber de donde se conocen. Mis brazos rodean su abdomen y no puedo evitar escanear con la mirada al hombre con una cámara en mano... Cabello negro, ojos marrones, es incluso más alto que Marko y de menos edad.