Mi destino, tu corazón (extras)

Mes 7

Clases de parto. Marko me insistió durante semanas para estar preparados si hay algún imprevisto, algo realmente exagerado por el mes que transitamos... Al menos es lo que creía, las mujeres que ya están con las clases desde hace varias sesiones y llevan las mismas semanas de gestación. También fuimos el centro de atención de los demás matrimonios como de la mujer que está a cargo de la enseñanza, más bien me siento muy observada y no sé que hacer, aún me comunico en inglés a pesar de que entiendo algunas palabras húngaras. Solo decido ignorar y quitar un poco los nervios de Marko para ser él quien sea un medio de ayuda para las contracciones.

Lo peor es que no vinimos solos, Yvonne y Tomaž están en un lugar apartado, observando atentamente cada paso a seguir. Prefiero que la tierra me trague ante tanta atención, pero tampoco quiero privilegios... Solo quiero ser una más.

- Faltan pocas semanas y todavía no tenemos un nombre, o donde nacerá...- la voz de Marko me quita de mi ensoñación y lo observo mientras él sigue con su mirada al frente. La clase ya había terminado y nos dirigíamos a casa- Si quieres una opinión de mi parte, quiero que su nombre sea nórdico. El lugar, donde tú quieras...

- ¿Donde sea?- frunzo el ceño y me doy cuenta que estamos en el garage- Si quiero que el nacimiento sea en Oslo, ¿Harías eso posible?- se gira hacia mí y asiente- Pero no contamos con mucho tiempo para el viaje.

- Es de la mejor manera de bautizar el nombre de nuestra niña.- se encoge de hombros y desciende del vehículo- Si estás de acuerdo con ello, serás la encargada de elegirle. Supongo que para el próximo Živković tendré mejor conocimiento de las leyendas nórdicas.

- ¿Te das cuenta que soy portuguesa?- toma mi brazo y caminamos al interior de la casa- Creo que tienes cierto fanatismo...

- Puede que sea así, pero nada de que temer.- ¿Nada de que temer? enciende la luz de la sala y nos acomodamos en el sillón- Solo que le quité importancia al fanatismo hacia las historias por escapar...- suelta un largo suspiro y ubica su cabeza entre la mía y mi hombro- Si el pasado fuese diferente, no estaría como un jugador de handball retirado. Mucho menos tener una mujer rubia que me ha desvelado por muchas noches y ahora la tengo conmigo. Quien lo diría, ¿No?

- Eres muy cursi.- me río a la vez que siento sus manos acariciar mi abultado vientre- Pero te amo a pesar de eso.- levanta la cabeza y frunce el ceño.

- Me ofendes Britt.- lleva una mano a su pecho y se pone de pie- Pero te amo a pesar de eso.- no puedo evitar reírme al escuchar la misma frase que dije y sigo sus pasos, dirigiéndonos a la habitación- Tenemos que preparar las valijas. Tienes que comunicarte con tus padres, ellos querrán estar en las últimas semanas de gestación. Se hicieron cargo de tí y de Lara, es lo mínimo que podemos hacer por Anders y Silje.- me acerco a él y rodeo mis brazos en su cuello, uniendo mis labios a los suyos.

Cierro los ojos ante las palabras fuertes de Yvonne dirigidos exclusivamente a mi persona. Observo a Marko que está entre desconcertado y confundido, es que solo yo sé lo que dice. Es algo bueno que tiene mi amiga, el de no dejarme mal delante de las personas... Al menos lo que no entiende nuestro idioma.

- ¿Cómo puedes hacerme esto? ¡Soy su madrina!- suelto un suspiro mientras masajeo mi sien- Recuerda que tienes fecha para los juegos más importantes y no puedo ser partícipe del nacimiento de mi sobrina. ¡No puedes hacerme esto!

- No entiendo lo que dices, pero pienso a que viene el enojo.- habla Marko y no puedo elegir peor ocasión que en medio de los gritos- Hazte pasar por sobrecarga muscular, inventa algo.

- Tomaž se lesionó y estará unos meses sin jugar, puedes hacer lo mismo.- interrumpo a Marko- Todos nuestros hermanos van a estar presente en el nacimiento, no puedes excluirte de este privilegio.

- Sabes que Elin es mi debilidad.- ¿Elin? Mi mente hace un clic al escuchar ese nombre- Radovan en mi niño bonito, pero Elin es especial... Es una de las nuestras. 

- ¿Elin?- pregunta él, aunque su voz se escucha entrecortada y yo no desvío la mirada de ella.

- Elin significa resplandeciente, y ya imagino el dolor de cabeza que te dará cuando sea adolescente.- niego con la cabeza al gruñido de Marko y se aleja hablando, o mas bien gritando no sé que cosa.

- Eres mala, ¿Lo sabías?- se encoge de hombros y se ríe, a mí no me parece gracioso- Tiene un terrible genio cuando se enoja, tampoco eres de gran ayuda sobrellevar los últimos meses de embarazo.

La conozco demasiado y sé que irá más allá de la paciencia de él y prefiero sacarla de aquí. Antes de despedirse, le dije que lo pensara. Todos mis hermanos estarán para el nacimiento, al menos es lo que le dije a Silje, que la bebé nacería en Oslo. Se emocionó demasiado, Anders le pareció lógico estar presente para el nacimiento de su primer nieto... Ninguno pudo venir a Tokaj por razones obvias. Es lo mínimo que puedo hacer por ellos, velaron por la vida de Lara y por la mía hasta mudarnos a París, supieron cubrir la ausencia de nuestros padres.  

Me encamino hacia la cocina y me encuentro con Marko bebiendo vino. Suspiro y muerdo mis labios... ¡Yvonne! En unos pasos estoy a su lado y le quito la copa de su mano. Ignoro la mala mirada mientras el resto de alcohol desaparece en el fregadero al igual que la botella. Es increíble que tenga en la casa a pesar de mi negativa, lo que me enoja más.

- ¿Es que no tengo palabra en esta casa?- siento como la presión aumenta a cada segundo- ¡Creo haber dicho nada de alcohol!- y sí, en un acto de rebeldía lanzo la botella de vidrio a la pared- Solo me demuestras que tus sentimientos no son tan fuertes como esa adicción al alcohol...- después del retiro fue difícil convivir con su depresión, lo cual habíamos pasado a un segundo plano.

Trato de tranquilizarme, pero no puedo sobrellevar los cambios de humor en este estado. En el mejor de los casos es dejarlo solo y encerrarme en la habitación, la mejor manera de las malas decisiones que toma solo por sus imaginaciones. Tomo la almohada que uso para mayor comodidad de mi vientre, y no tarda mucho en llegar a la cama. El olor al alcohol invade mis fosas nasales y sus brazos rodean mi vientre. Solo lo dejo pasar porque sé que es de la única manera de alejar todo el enojo, en sus brazos es donde me siento en casa... Donde olvido todo los problemas.



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En el texto hay: amor, admiracion, handball

Editado: 29.05.2020

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