Mi destino, tu corazón (extras)

Extra CINCO

Ese abrazo en el aeropuerto se sintió tan bien, solo que es prohibido imaginar que fue algo más que eso... Un abrazo. Siento que engaño a Phillip solo con sentirme bien en brazos de Marko, hacen aparición sentimientos que nunca sentí en mi vida, incluso con Phillip. No puedo olvidar como se aferraba a mi cuerpo, me sentía indefensa ante sus manos acariciando mi cadera y su rostro en mi cuello. Su respiración chocando la piel me estremeció, y puedo jurar que se dio cuenta de la reacción de mi cuerpo ante su tacto pero no hizo mención alguna sobre ello. Desde el minuto cero mi mente no deja de invadir momentos juntos que no fueron muchos, pero especiales para mí. Me encantó sus elogios por mis capturas de Radovan, pero es el niño es quien se lleva todo el crédito. Mi padre siempre me ha enseñado la esencia de la fotografía, quería que siguiera sus pasos y él fuese mi maestro. La vida no me lo permitió y ver una cámara réflex me recuerda mucho a Joao, así se llamaba mi padre. 
 

No me canso de observar como los árboles quedan atrás, es algo demasiado bonito. Con la cámara de papá quedaría mucho mejor que grabar en mi mente. Observo a mis padres que hablan de lo largo que será el viaje, la mirada de mi madre a través del espejo retrovisor y me sonríe mientras sigue hablando con mi padre. Giro la cabeza y no dejo que mirar a mi pequeña hermana, esa de la que tanto he querido que llegara a mi vida y compartir mis cosas.

Es la primera vez que salgo de casa y no es tan feo como lo había imaginado. Pasé la noche despierta, el miedo de estar lejos de casa es algo muy feo pero solo una presión de no estar en mi cama. Juego con las manitos de Lara que duerme tranquila en la silla, esa en la que más de una vez he dormido y ahora se lo regalé a ella. Nunca me cansaré de quererla.

- Mami, ¿Qué ocurre?- pregunto cuando mi padre golpea algo con sus pies- ¿Mami?

- No ocurre nada cariño.- me responde, pero su mirada cariñosa ha desaparecido y entro en pánico... Mi mami no es así- Solo abraza a Lara, protegela.- asiento y hago lo que me pidió.

El vehículo se mueve de un lado a otro y mis brazos se aferran a mi hermana.

- Nunca lo olvides hermosa mía, mami y papi las quieren mucho.- escucho la voz de mi papi y empiezo a llorar.

- Mami las ama, recuerda siempre y tenlo presente a Lara cariño.- mis ojos se encuentran con los celestes de ella y cierro los ojos, aferrándome a Lara.

Un gran golpe me tira hacia el asiento de papi, pero no me alejo de mi hermana. Lo último que escucho antes quedar un inconsciente son los estruendos de vidrios a mi lado y la cabeza de Lara en mi hombro.
 

Recordarlo junto a mi madre aún me duele. Hoy es un nuevo aniversario de su partida, veintidós años a decir verdad. La cicatriz que tengo en el cuello me recuerda lo fuerte que soy para que mi hermana menor me vea así. Es el único día de los trescientos sesenta y cinco en la que me permito verme débil y en soledad, aunque espero la visita de Lara para pasar un par de días conmigo. Tuvo la mala suerte de lesionarse y aprovechará este día pasar acompañada una a otra. Es la primera vez que nos vemos desde que vine a Hungría y la verdad es que la extraño demasiado... Es la única familia que me queda y no quiero estar demasiado tiempo sin ella. Me acostumbré a que esté a mi lado las veinticuatro horas del día, y ahora la tendré esa misma cantidad cada dos o tres meses.

Y ahí está ella, con esa sonrisa tan característica suya pero triste. La recibo con los brazos abiertos y Lara corre a mí, soltando su bolso y se pone a mi altura... Es más alta que yo. Su cabello rubio oscuro ocupa gran parte de mi vista y sonrío al sentir sus brazos rodeando mi espalda. De la nada, su pecho tiembla y mi hombro se humedece. No puedo evitar llorar a la par suya, es difícil convivir sin nuestros padres y no tener con algún familiar cercano... Tíos o abuelos, pero nunca se preocuparon por saber si existimos.

- No sabes lo mucho que se te extraña en París...- su voz se escucha entrecortada y me río acariciando su cabello- Yo te extraño demasiado Britt, no es lo mismo tener a mi hermana compinche para desahogarme...

- Y yo para desahogarme con lo que me está pasando.- aleja su rostro y me mira frunciendo el ceño, como si me controlara que esté sana- No es lo que crees, llevo unas semanas con problema del corazón.

- ¿Problemas en el paraíso hermana?- se ríe y recupera su bolso. La nostalgia me envuelve al ver el escudo de París Aguay en su campera- Espero no estés arrepintiéndote...

- Mejor te cuento todo en el camino a casa.- suspira y la preocupación de nota en su rostro- Tenemos dos horas a Tokaj y podemos desahogarnos.- asiente y rodeo mi brazo en la parte media de su espalda.

Deja su bolso junto al mío y se acomoda en el asiento de acompañante. La idea es llevarla al entrenamiento para no caer tanto en depresión, aunque en nuestros rostros es algo que no se borra de la nada. Pongo en marcha el vehículo y salimos de estacionamiento en camino a casa.

- ¿Qué es lo que te tiene distraída Britt?- habla después de varios minutos en silencio- En serio me preocupas. ¿Tienes algún problema con Yvonne?



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En el texto hay: amor, admiracion, handball

Editado: 29.05.2020

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